—¡Se me ha ocurrido un jutsu fantástico! ¡Lo dominaremos juntos!
—¿Cual?
Hashirama comenzó a hacer sellos.
—Taijutsu ogi, cho katon genjutsu giro daisuriken ni dan otoshi no jutsu.
—No, no lo veo, además ¿Que es un Taijutsu o genjutsu? ¡No! Encima el nombre es demasiado largo, no hay quien se acuerde.
—Es para explicarlo mejor...
—¡Calla! ¡Dijimos que hoy competiríamos en escalada vertical! ¡Shiro, ven acá!
—¡Voy!—saltó del árbol.
Hashirama se deprimió.
—¡Vamos, no te deprimas siempre! Ese es tu punto débil.
Y con cara de poker Hashirama alzó la mirada.
—Y esa idea es el tuyo.
—¿Eh?
—Quiere decir que Hashirama tiene cara de idiota deprimido, pero no lo es—aclaró Shiro.
—Si, eso... ¡Oye!
—¡Nos vemos, perdedores!
Comenzó a correr sobre la empinada dejando atrás a Hashirama y Madara.
—¡Oye, tu!
...
—Jah, les gane— se burló Shiro.
—Pues claro, iniciaste primero—le gruñó Madara.
—Pffff, fue una buena técnica, me robó mi idea.
La azabache soltó una risilla y miró al frente.
—Desde aquí se ve todo el bosque—musito el castaño.
—Si, se ve hasta mas lejos, creo que mis ojos superan los de ambos ¿Competimos?
—¿A qué viene eso ahora?
—Creo que no acepta su derrota, además de que creo que se siente muy orgulloso de sus ojos— mencionó la chica.
—¡Por supuesto! Después de todo tengo un sha-
Madara cerró la boca, Shiro tomó su mano con delicadeza.
—Madara ¿Que ocurre?
—Nada... No es nada... Bueno.
—¿Pero que? No es normal verte asi—mencionó Hashirama.
—Entonces mis hermanos no habrían muerto... Pero no pude protegerlos ¿Como? ¿Como voy a...?
—Madara...
Shiro soltó la mano de Madara y abrazo sus piernas.
—Perdona, Hashirama, no quería hacerte recordar nada.
—Entonces ¿Ya no tienes más hermanos?
—No, me queda un hermano pequeño... Lo protegeré para que no le pase nada ¿Ustedes tienen mas hermanos, Shiro, Hashirama?
—A mi también me queda uno, yo también quiero protegerlo como sea.
—Yo ya no tengo hermanos... Los tres murieron en medio de una pelea entre los Senju y Uchiha.
Los dos chicos se tensaron ligeramente.
—Ellos no tenían armas encima... No llegaron si quiera a defenderse— apretó los ojos con fuerza—Por eso... Me he prometido proteger a todos los niños, sin importar quienes sean.
—¡Decidido! ¡Aquí levantaremos nuestra aldea!
—¿Eh?
—¿Que?
—¡Una aldea para que los niños no se maten entre sí! ¡Construiremos una escuela a donde los niños y niñas entrenen para ser grandes y fuertes! ¡Las misiones se darán de acuerdo a las habilidades y la fuerza de cada uno! ¡Y crearemos unos superiores que lo dividan todo según el nivel adecuado! ¡Una aldea donde los niños no serán enviados a terribles campos de batalla!
—¡Uh! ¡También crearemos rangos ninja, así podremos clasificarlos de acuerdo a sus habilidades y así sea más fácil!
—Solo ustedes dos podrían decir tales tonterías.
—¿Y que piensas?
—No está mal—Madara sonrió.
—¡Entonces decidido!
—Si, cuando levantemos esa aldea, está vez si podré proteger... ¡Desde aquí podré proteger a mi hermano de un vistazo!
Los tres sonrieron.
—¡Viviremos juntos! ¡No, mejor, seremos vecinos! ¡Madara y Shiro se casaran para crear una aliaza!
Los dos nombrados enrojecieron.
—¡Hashirama!
Iniciaron una persecución entre risas.
...
—Chicos, me iré lejos por un par de semanas ¿Se las arreglaran sin mi?
Madara sonrió al igual que Hashirama.
—Claro que si, te estaremos esperando.
—Por supuesto.
Shiro deposito un beso en la mejilla de ambos y corrió.
—¡Nos vemos!
—¡Adiós!—Hashirama agitó su mano efusivamente mientras Madara tenía las mejillas rojas—Ya sabía yo que Shiro te gustaba.
—¡Mentira!
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