capítulo 2

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Iría a casa de sus vecinos a cenar, según su joven papá hoy sería un día muy importante por lo cual debía vestirse adecuadamente. Vestía unos shorts negros de tela brillante y una camisa apretada con un corbatín en el cuello, su pelo bien peinado bajo su gorrito y perfumado con aromas caros.
Tan solo tenía cuatro años pero se sentía todo un dueño de empresa con esa pinta, hacía poses graciosas delante del espejo de cuerpo entero que hacían reír a su rubio progenitor.

–Te ves muy lindo querido– besaba estruendosamente el cachete de su hijo haciéndolo reír, Law amaba mucho a su mamá y no la cambiaría por nada del mundo.

–¡Cora-san, ya es hora!– gritó su papá desde el primer piso, Corazón tomó en brazos a su hijito y bajo las escaleras trotando, –Pero que personas más guapas tengo de familia– el alfa llenó los cachetes de su pequeña familia con besos haciéndolos reír.

–Cuidado con mi hijo y nieto Trafalgar, solo yo puedo mimarlos– Sengoku llegó celoso desde el sillón y abrazo al omega y al pequeño alfa. En venganza le sacó la lengua a su nuero.

–Basta los dos, saben que los amo a todos ustedes. Pero Law es mi preferido– sonrió Corazón ganándose unas miradas recelosas y un abrazo de su hijo.

Law amaba a su pequeña familia, si bien la casa en la que vivían era realmente inmensa tenía un ambiente muy acogedor y familiar, siempre compartían en familia sin importar la ocasión.

–Vámonos antes de que nos dejen afuera– el rubio agarro a sus hombres para caminar a la casa de enfrente la cual estaba atiborrada de sonido y risas.

Sus vecinos eran unas personas muy alegres, siempre hacían todo en grande y disfrutaban al máximo siempre. Tocaron el timbre que estaba al lado de la gigantesca puerta de entrada y les abrió Shimizu, la madre de Ace y Sabo.
Ella les sonrió en grande y los dejo pasar no sin antes saludar a cada invitado con un cordial abrazo, Law se dió cuenta de que su tía ya no tenía la barriga tan grande como hace una semana, pero prefirió no preguntar en caso de que lo reprendieran más tarde.
Cuando llegaron a la sala pudo saludar a sus mejores amigos, estos olían mucho mejor que lo usual dejando a Trafalgar descolocado.

–¡Law mi hermanito por fin nació!– dijo emocionado el pecoso tomándolo de la mano para guiarlo al nuevo integrante de la familia Monkey. Vio como Dragón sostenía un bultito de mantas en sus brazos y lo balanceaba con calma, el olor de antes se hizo más intenso haciendo que el pequeño alfa retrocediera unos pasos –Se llama Luffy, a que no es bonito– Ace tenía una sonrisa de oreja a oreja mostrando orgullosamente a su nuevo hermano.

Law se acercó lentamente al bebé en brazos de su padre, Dragón para simpatizar un poco con el chico bajo los brazos para que Torao tuviera una mejor vista de su hijo. No sabía que decir, había quedado maravillado con el recién nacido aunque sólo fuera una bolita rosa y arrugada con unos cuantos cabellos en su cabeza, su aroma era otra cosa, le costaba aceptarlo pero olía mejor que su madre.

–¿P-puedo tocarlo?– dijo nervioso el chico a lo que Dragón asintió con su cabeza feliz de que su sobrino conociera a su hijito menor. El pelinegro toco suavemente la piel del lactante y este rió estruendosamente haciéndolo sobresaltar, al tener su dedo cerca del pequeño este lo agarro con toda su mano con fuerza sin poder soltarse. Sintió la necesidad de restregar su cabeza contra el bebé y así lo hizo.

El alfa mayor miraba asombrado la escena, su pequeño reía fuerte mientras que Law ronroneaba y encariñaba a Luffy, eso no era común... ¿o si?

–Huele muy bien– ese pequeño susurro hizo que el jefe de jefes se asustara en demasía, no podía ser cierto.

Luffy todavía no tenía un olor definido al ser lactante, tampoco sabían su segundo género pero si Law sentía su aroma definitivamente sería un omega, y sería el destinado de Law.
Tratando de descartar esa idea le preguntó a qué olía, ya que normalmente los bebés olían a leche o vainilla.

–Huele a agua de mar y un poquito de leche– decía mientras le hacía caras al bebé, que ya era su nueva adoración. Dragon casi se desmaya del susto ¿Por que esa familia tan problemática?

–¡Aquí estas Law! Oh ese es Luffy– Corazón llegó al lugar mientras observaba la escena, que al igual que su amigo de infancia, quedó sorprendido. –Tuviste suerte Dragon, se parece a Shimizu– se burlaba Corazón de su mejor amigo.

–Lo puede oler– ignorando el comentario de su amigo le contó lo que acababa de suceder hace unos momentos.

Corazón abrió la boca y los ojos en sorpresa, se cayó en su propio trasero al escuchar la gran noticia –¡EHHHH! ¡No inventes!

Dragon suspiró derrotado –Voy a tener que ver tu fea cara lo que me resta de vida– se burlo de vuelta el alfa ganándose un sape de Corazón.

Law no entendía nada de lo que hablaban su mayores, tampoco le importaba, mientras podía estar cerca de Luffy sentía que todo estaría bien.

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ACLARACIONES DE LA HISTORIA:
•Corazón y Dragon se conocen desde la  infancia por lo cual decidieron que cada uno sería el padrino de sus hijos (no son familia).
INVENCIÓN MÍA: solo un destinado puede sentir desde el momento del nacimiento el aroma de su omega, el aroma de un recién nacido se empieza a notar a los 3/4 meses.
•Ya que no se sabe ni el nombre del padre de Law ni el de la madre de Luffy en el manga, los nombres serán Trafalgar Alfons y Monkey Shimizu respectivamente.

Siempre que tenga tiempo libre escribiré en caso de que me demore en actualizar, estoy llena de trabajos.

Together [OMEGAVERSE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora