En el gimnasio se podía escuchar los fuertes golpeteos, saltos y chirridos provocados por el club de voleibol en su última práctica antes de un partido que tendrían contra una de las mejores escuelas de la ciudad vecina y que se llevaría a cabo en la escuela, era un amistoso pero se lo tomaban con una seriedad impresionante. La mayoría de los jugadores del equipo eran grandes y corpulentos gorilas; sin embargo la estrella del equipo no era grande y mucho menos corpulento, y para más colmo era un omega muy hiperactivo.
–¡Remátala Luffy!– gritó el armador pasándosela al rápido y saltarín bloqueador central, el cual corrió del otro extremo de la cancha con mucha velocidad para saltar y lograr que se escuchara un fuerte remache en el suelo del otro lado haciendo que el equipo azul celebrara y alzara al genial jugador.
–Eres excepcional Monkey D. Luffy– dijo el entrenador a su estrella –, igual a mi en mi juventud.
Luffy ya tenía 17 años y una prometedora carrera en el mundo del deporte japonés, se destacaba por su gran flexibilidad a la hora de jugar, definitivamente sería escogido para la sub 18 en cualquier momento, pero a Luffy no le importaba eso en lo más mínimo. Si, no podía negar que el voleibol era una de las cosas más importantes de su vida y probablemente era lo que le daría de comer en algún futuro cercano, pero hace días que algo lo tenía muy preocupado y distraído, eso tenía nombre y apellido, Trafalgar D. Water Law.
Hacia una semana que Luffy empezó a sentir que Law ya no le prestaba tanta atención como antes o de plano lo ignoraba. Cada vez que iba al departamento de su novio lo trataba de evitar lo más posible, cuando veían televisión ponía un almohadón entre ellos, cuando iban a comer se sentaba al otro extremo de la mesa y cuando trataba de abrazarlo este simplemente lo rechazaba; Luffy se sentía horrible y enfocaba toda su tristeza en el deporte.–¿Que habré hecho mal?– pensaba con tristeza ya de vuelta a casa del entrenamiento, se sentía más emocional últimamente y no sabía porqué.
Una vez puso sus pies en la entrada de su casa se detuvo mirando la pelota que llevaba en las manos, realmente esto no estaba bien y tenía que averiguar que le pasaba a su alfa. Con determinación dio media vuelta y camino a la casa de su suegro, si tenía suerte encontraría a Law de visita. La familiar entrada se hizo presente y tocó el timbre que se encontraba a un lado, Cavendish no tardó en abrirle y le dijo que Law no se encontraba en el lugar, el omega le contó que venía a hablar con corazón realmente.
Conocía los pasillos de aquella casa de memoria, camino hasta llegar al estudio donde su padrino se encontraba y tocó la puerta sin más, una dulce voz le dijo desde el interior que pasara.–¡Luffy querido, cuánto tiempo sin verte!– exclamó con emoción Corazón tomando en brazos a su nuero y dándole vueltas, que para ser un omega es bastante fuerte –A que debo el placer de tu visita.
Luffy no aguanto el puchero y comenzó a llorar en los brazos de su padrino –L-law ya no... ¡ya no me quiere!– bramaba a moco tendido y suspiros erráticos salían de su boca–Últimamente está muy distante, no quiere acercarse a mi y directamente me rechaza. Me duele mucho el pecho tío, no se que hacer con esto, no puedo soportarlo.
Decir que Corazón estaba enfurecido era poco, no había criado a su hijo para que se comportara de esa manera con su omega –Pobre de él cuando lo vea, lo levantaré a patadas– pensó mientras consolaba al pequeño. Sin embargo, el rubio pudo sentir algo diferente en el aura de Luffy y su cuerpo había cambiado un poco desde la última vez que lo vio, sus caderas de habían ensanchado y sus piernas estaban un poco más gruesas de lo normal; ya sabía de donde venía el comportamiento de su tonto hijo.
–Luffy, ¿todavía no has tenido tu primer celo cierto?– el pequeño negó con lágrimas en los ojos, –¡Estas tan grande, no lo puedo creer!– exclamó siendo exagerado como siempre.
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Together [OMEGAVERSE]
FanficHistorias cortas de la vida en pareja de los Ships de One piece, no siguen línea de tiempo. LawLu ZoSan MarAce + Los personajes le pertenecen a Eiichiro Oda y la historia es completamente mía.