TRES.

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La ventisca de aire otoñal los golpeaba moviendo sus cabellos hacia distintas direcciones. Los pájaros cantaron en algún lugar del área rodeada de árboles, probablemente descansaban en sus nidos después de un vuelo largo y extenuante. El camino los guiaba hacia un lugar desconocido. Después de aquel raro escenario donde puso sus vidas de cabeza, Gojo Satoru intentó explicarles un poco de lo que sucedía, aunque sus palabras solo lograron confundir a Sakura, quien miraba a Itadori de manera difente. Lo que sea que se haya comido hizo que su aura cambiara volviéndose atrayente para ella.
Y aunque resultó difícil entender toda la precipitada información, Sakura se aferró al brazo de Yuji negándose a separarse de él por temor a perder lo para siempre. Además, Satoru tampoco podía dejarla allí sabiendo quien era y lo que significaba para el rey de las maldiciones.

— ¿Entonces te comiste un dedo de apariencia asquerosa que le perteneció al rey de las maldiciones y él ahora vive dentro de ti, y ese tal Sukuna está relacionado conmigo por mi vida pasada? —miró a Yuji con curiosidad, podía percibir el miedo detrás de todas esas capas que había elaborado para decirle al mundo que estaba bien—. Eres un idiota. —rodó sus ojos y soltó una pequeña risa para romper la tensión. Golpeó su hombro contra el del pelirosa de manera juguetona, él giró a verla encontrándola con una sonrisa—. No me sorprende que lo hicieras, desde en el preescolar te comías los mocos, esto no es diferente.

— ¡Eso no es verdad! —se quejó alzando la voz.

Sin más rompieron en carcajadas. El brazo de Itadori cayó sobre los hombros de Sakura y ella se abrazó a su torso, en ningún momento se detuvieron, estaban cómodos caminando juntos.

— Vamos a encontrar una manera para sacarte a esa cosa. —mencionó en un suave susurro temiendo acabar con la efímera alegría del momento—. Tendrás una vida larga rodeado de muchos amigos tal y como el abuelo quiera.

— Solo si tú prometes quedarte en esa vida.

— Lo prometo. —le dio un apretón a su mano tirando de él para apresurar sus pasos—. Allí está ese hombre extraño, ¿va a seguirnos a todos lados? Si es así, será una pesadilla. ¿No es muy mayor para juntarse con personas de nuestra edad? —cuestionó en voz baja sin quitarle los ojos de encima a Gojo—. Puedo sentir su mirada a través de esa ridícula banda. No ha parado de hacerme preguntas igual de raras que él. Encima actúa como un niño. ¿Quién se cree?

— Cállate tonta, es el hechicero más fuerte que existe. —reprendió Itadori, miraba a otro lado para no incomodar al albino y para que no se diera cuenta que hablaban de él—. Es quien intervino para salvarme. Tienes que respetarlo.

Se calló llegando al lado del hechicero. Yuji esperaba que no tuviera buenos oídos o de lo contrario habría escuchado todo lo que dijeron. Pero a Sakura no pareció importarle,  se posicionó delante de Gojo quedando a dos pasos de distancia del hechicero. Tuvo que alzar un poco su cuello para verlo, tenía cierta intriga por quitarle la venda y ver sus ojos azules, pero reprimió sus impulsos.

— Yuji dice que eres el más fuerte aquí. —dijo Sakura haciendo que su amigo abriera los ojos por tal arrebato, se sintió avergonzado y quiso hacerla callar, pero ella lo empujó—. Si eres tan fuerte busca una manera de evitar que él muera.

El pelirosa golpeó su frente dramáticamente dejando caer sus hombros. Se sintió avergonzado, y esperó algún regaño por parte del adulto.

— ¡Tu amiga da miedo! —Gojo se inclinó hacia Itadori susurrándole en el oído, aunque ella fue capaz de escucharlo. A cambio le dio una mirada molesta—. Los peces gordos ya decidieron, Yuuji también lo hizo, devorará los veinte dedos de Sukuna y después será asesinado. —le hizo saber—. Lo único que puedo garantizar es que cuidaré de ti. —alzó su mano para acariciarle la cabeza sabiendo que eso la irritaría. Tal y como lo previó, Sakura le golpeó la mano retrocediendo para dejar de recibir las caricias del hombre.
Lo miró más tiempo hasta que supo que estaba siendo sincero. Tenía un trato con él del cual Itadori no era consciente.

 𝐒𝐀𝐊𝐔𝐑𝐀 | ❛Ryomen Sukuna❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora