Ya hace tres años desde que me escapé de ese destino que otros habían escrito para mí, ese futuro que me ataría de por vida a un hombre odioso, que solo había visto dos veces en toda mi vida, y que ya tenía 3 mujeres esperando en su corte.
Creo que he de presentarme para ponerlos en contexto, mi nombre es Viola de Redania, hija del canciller Jonan de Redania, el segundo al mando del reino tras el propio rey. Me educaron para ser parte de la corte, comportarme como una dama y actuar como tal.
Pero yo estaba lejos de querer ser así, me escabullía a diario para aprender a usar el arco y la espada junto a los caballeros del castillo. El comandante del ejército, era mi tío Marcus y no puso inconvenientes a que aprendiese a defenderme, según sus propias palabras "es mejor que sepas defenderte si vas a vivir rodeada de monstruos".
No se refería a las criaturas fuera de los muros, sino a las personas ambiciosas de poder que se encontraban dentro de las paredes de piedra del castillo. Teniendo solo 5 años, habían tratado de secuestrarme, a los 6, un grupo de forasteros asaltó el carruaje en el que me encontraba y me retuvo durante dos días, hasta que mi tío me rescató; no fue el último atentado contra mi vida, pero gracias a ello aprendí a defenderme.
Vivir en Tretogor, la capital de Redania, uno de los reinos más importantes del norte, ubicada entre los ríos Buina al norte y Pontar al sur, tenía sus ventajas y sus inconvenientes.
Las universidades y las grandes bibliotecas disponibles para la clase noble, eran sin duda una ventaja, pero ser noble en un reino que intenta mantener la paz, supone ser una pieza de ajedrez que manejan a su antojo, sobre todo siendo mujer.
Siempre supe que me obligarían a contraer matrimonio por el bien de mi ciudad, pero también supe que yo me iría antes de que ocurriese, que no me quedaría de brazos cruzados viendo como planeaban mi futuro a su conveniencia, así que me preparé para crear mi propio destino.
Gracias a pertenecer a una casa noble, tuve acceso a educación, aprendí a leer y a escribir con un tutor, más tarde, por mi cuenta, me dediqué a estudiar sobre hierbas medicinales y fabricación de productos con plantas, debía tener alguna forma de ganar dinero una vez estuviese fuera de las paredes del castillo.
Mi aventura comenzó hace, exactamente, tres años y dos meses, cuando mi padre anunció mi futuro enlace con Abergard, el gobernante de Angren, una región de los Reinos del Norte, junto al río Yaruga. Esta región se encontraba en disputa entre Temeria, Cintra, Sodden y Rivia, con el enlace de ambos, unirían fuerzas y tratarían de protegerse con la ayuda del ejército de Redania.
Me avisó del matrimonio con tres meses de antelación y durante ese tiempo, finalmente tomé acción, recolecté provisiones, dinero, envié cartas a conocidos en los pueblos vecinos que me ayudarían a huir y ocultarme. Mi destino final sería llegar a Cintra, pero estaba demasiado lejos, así que durante un tiempo, sería una vendedora y curandera errante, esperaba ganar algo de dinero ayudando a los demás con mis conocimientos.
Una vez en Cintra, me ofrecería a ayudar en la corte de la reina a cambio de asilo, la reina no daba la espalda a los que podrían serle útiles, y bien era sabido que no le gustaban los matrimonios forzados, ella regía el lugar y era mi única esperanza en ese momento.
Así que, la noche anterior a mi supuesto enlace, aproveché el momento de meditación y purificación, que era costumbre en el reino antes de una boda y me escapé junto a mi hermoso caballo Trax. No tardaron mucho en dar la voz de alarma, la gente pensó que me habían secuestrado, así que, una mujer sola, vestida con ropa de hombre sobre un caballo, no llamó demasiado la atención y al anochecer ya había conseguido salir de la ciudad, me adentré en los bosques fronterizos y puse rumbo a mi primer destino, Novigrado, junto a la costa del continente, si me veía acorralada, embarcar en un navío no sería una mala opción.
Y ahora tras esos tres años, me encontraba en el reino de Temeria, me había enamorado de las personas del lugar, tenían sus problemas, como todo el mundo, pero fueron amables conmigo y terminé quedándome durante más tiempo del esperado allí, concretamente llevaba un año y medio en un pueblo junto a Maribor, la segunda ciudad más grande de Temeria, la cual fue construida sobre ruinas élficas.
Los alrededores, estaban repletos de hierbas medicinales y en el tiempo que estuve ahí me hice con un gran arsenal, aprendí algo de brujería, nada impresionante, solo magia curativa a pequeña escala, en más de una ocasión me había cruzado con hechiceras que insistieron en llevarme a Aretusa, un lugar donde se les enseñaba a manejar el caos y convertirse en lo que eran. Pero yo, no quería ser una hechicera, no me veía sirviendo de consejera en las cortes, sobre todo, cuando me había escapado de una.
Y eso nos trae al presenté, me encuentro en medio del bosque junto a un lago, Trax se encuentra a mi lado, alerta y a unos metros de nosotros, un caballo algo nervioso paseando junto al borde del lago.
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Bajo tu embrujo. Geralt the Rivia
Roman d'amourUna joven escapando de un futuro que no quería para ella, un brujo huyendo de su destino, dos caminos cruzados y dos corazones en conflicto.