Capítulo 14

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— ¿Hablar?— dice Liat—¿De qué tenemos que hablar?

Liat trata de respirar tranquilamente.

— Vamos a hablar sobre tí princesa— le dice su padre y le toma las manos—. Estamos algo preocupados por el comportamiento que has tomado después de que el imbécil de Williams te dejara plantada en el altar.

— Has empezado a olvidar cosas, al veces no contestas tus llamadas y tu asistente nos dijo que cancelaste todas tus citas de jueves— la señora Klopp la mira a la cara—, también nos has mentido.

Liat la mira extrañada.

—¿Mentirles?

— Si mentirnos— el entrenador Klopp se cruza de brazos—. Eres mayor de edad y sabemos que puedes llevar tu vida con control, pero que despreocupes tu vida como lo estás haciendo no está bien.

— ¡Pero si yo no les he mentido!— Liat se defiende—, y no he despreocupado nada. Solamente no quería ir a trabajar el jueves.

— No hablamos de eso— la interrumpe su madre—. Tú ginecóloga me llamó porque tú no le atendiste las llamadas, quería informarte de que tu implante anticonceptivo se vence dentro de un mes.

— Y tú nos habías dicho que te lo habías quitado unos días antes de la boda— ahora habla su padre— ¿Por qué te dejaste el implante si te ibas a casar con Williams? Tú misma dijiste que estabas impaciente de tener hijos— le recuerda.

Genial. Estoy en problemas.

Liat mira un momento a sus dos padres antes de hablar.

— No lo sé— balbucea—, tal vez tenía miedo.

— ¿De qué?— su madre habla— ¿Sé supone que querías casarte cuando aceptaste casarte con Williams?— se notaba algo de enfado en su voz— ¿Al menos se querían entre los dos? ¿Te acostaste con tu prometido aunque sea una vez?

— ¡Margareth!— el entrenador para a su esposa, Liat empezó a llorar—. Oye todo está bien. Ya no llores princesa.

Liat negó mientras se limpiaba las lágrimas para darle paso a unas nuevas.

— Mamá tiene razón— habló con la voz algo rota—. No sabía lo que estaba haciendo cuando acepté casarme con Williams, no estaba enamorada de Williams, ni siquiera me gustaba Williams.

— Cariño— su padre se sienta al lado de ella—. Cuando te pregunté si querías casarte con Williams, tú me dijiste que no había nada más en el mundo que quisieras hacer que eso— le recuerda—, te iba a entregar en el altar a un hombre al cual tú no amabas ¿Entiendes lo grave que pudo haber sido eso?

— No te olvides que también es gay.

Liat lloró aún más fuerte.

— Cariño, no estás ayudando— el entrenador miró mal a su esposa— ¿Por qué mejor no vas y nos preparas un té?— le sugirió amablemente.

— Eso— se levantó del mueble—, trátame como a una mujer del siglo XV, quítame mi derecho a opinar y enviame a la cocina— se encaminó hacia la cocina—¡Que no se te olvide que yo soy la persona que duerme a tu lado!

Liat observó como su madre se perdió en su cocina, dejándolos solos.

— ¿Ves?— Liat lo mira confundida—. Tú madre podría amenazarme de muerte como lo acaba de hacer y aún así yo la seguiría amando, porque la respeto y la amo sobre todas las cosas, ella también lo hace aunque no parezca. Tenemos un matrimonio fuerte a pesar de nuestras diferencias y discusiones ¿En qué matrimonio ibas a meterte tú Liat?

Amor liverpuliano #DreamWorldAwards2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora