Capítulo 21

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Astrid está en el patio. Mira con sus ojos verdes el cielo despejado. Carraspeó y ella sonríe.

- Vinistes- dice sin apartar la vista del cielo.

- Creías que no iba a venir?

- No lo se, pero en parte crei que no-me mira y vuelve su mirada al cielo.

- Que miras?

- Aprovecho la vitamina D- señala al sol.

Esta despejado pero sigue habiendo nieve en el suelo.

- Te quieres quedar aquí absorbiendo sol o que?

- Mejor vamos a Hogsmeade, allí hay más sol- me río.

Las dos subimos a un carruaje el cual lo tiran esos caballos que parecen esqueletos.

Allí Astrid vuelve a ser una adolescente contándome lo igual que sigue el pueblo y que recuerdos le trae.

En las tres escobas, nos sentamos en la mesa y Madame Rosmerta reconoce a Astrid diciéndole un montón de piropos sobre su estatura y otras cosas más. Después se marcha con nuestros pedidos.

- Hacemos una cosa? Es como un juego- le digo.

- Mientras no implique hacer un streaptease- me echo a reir-. No sería la primera vez.

- Consiste en que alguien lanza una pregunta y tenemos que responderla, así nos conoceremos mejor.

- Buena idea, empieza tu- me pide ella.

- ¿Cumpleaños?

- 4 de abril de 1963 y tu?

- 10 de septiembre de 1977- le digo.

- ¿Donde has estado viviendo todos estos años?

- Desde que nací hasta el año pasado en Nueva York, ¿Y tu?

- Por toda Europa en realidad.

- ¿A qué te dedicas?

- Magizologa- frunzo el ceño-. Estudio a las criaturas mágicas y las cuido. No te haré la pregunta ya que se que eres estudiante.

Me río.

- Me toca- dice ella.

Nos pasamos toda la tarde haciéndonos preguntas como nuestros números de la suerte o colores favoritos. A ella también le gustan las películas de animación como a mí y odia ir de compras como yo.

Lo se mi abuela me deshereda.

Se va haciendo tarde pero no quiero irme. Menos a Hogwarts.

- ¿Donde te vas a quedar?

- Pues en la casa donde me crié- abro los ojos-. ¿Te quieres venir conmigo en navidad?

No lo pienso dos veces.

- Claro- ella sonrie-. Gracias por invitarme.

- Somos familia, Annie, estamos para algo no?

Asiento. Astrid me acompaña hasta el castillo.

- Te recogeré en la estación, cuando vuelvas-me dice. Se despide de mi con un apretó de su mano en mi hombro.

Es incómodo. Para las dos. Se que quiere darme un abrazo pero seria demasiado incómodo para las dos

- Nos vemos.

Subo las escaleras hasta el retrato de la dama Gorda, digo la contraseña y entro a la sala común.

Me voy a dormir. Estoy demasiada cansada.

Fred Weasley y la hija de ApoloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora