- Te enamoras, te desilusiona, lloras a media noche pensando el porqué. -Vote el oxígeno que tenía guardado-.
Primero, mi madre, Luca y después Nash.
- Sabes, no estás sola -Polo susurró cerca de mi cabeza-. Tranquila, nadie tiene derecho a apurar tus decisiones... Ahora, más que nada, debes pensar en ti- me abrazo-.
- No sé qué hacer, salí corriendo pensando qué mamá me seguiría, pensando que no debía enamorarme de Nash. ¿Qué se supone que debo hacer? Volver, supongo que no.
-Quién sabe, tú siempre has actuado con tu corazón, perdonas sin que te abracen, le das la mano a quien te da la espalda, sigues con personas que te odian y les sonríes. Cariño, esta vez no perdones, por una vez quiérete. Mira, somos amigos, pero mi cariño no será igual al que debes tenerte a ti misma.
Solo quería sentir su caluroso abrazo, con la mente en Luca odiando a Nash, matando con el corazón a mi madre...
|| 6 horas más tarde.||
Tomé un poco de alcohol. Lo admito, la carretera estaba vacía, nadie transitaba a esas horas. Tan tarde, jamás digas "Nunca o nadie", siempre aparece alguien de la nada.
Ya eran las 2 a. m. y crucé la calle mirando las rayas del camino recién pavimentado; mi cara aún estaba algo hinchada, no tanto quizás desde salir una semana. Subí la mirada al auto que venía a alta velocidad, en ese momento solo sentí las llantas tratando de detenerse. Esa persona tocaba la bocina del auto en modo alerta, no estaba interesada. El golpe me rompió algunos huesos, lo sentí abruptamente. Algunas lágrimas recorrieron mi redondo rostro, él gritaba:" Hay chica, ¿qué has hecho?" Estaba alterado, mirando a todos lados buscando alguna ayuda, no aparecía nadie, vi cómo la figura de mi abuela se hacía presente, solo me miraba preocupada. Mi espalda sentía un ardor, pero no lo suficiente. ¿Alguien me protege?
- ¡No! ¡No! ¡Maldita Sea! -su eco se escuchaba lejos-. Déjame llamar a una ambulancia, aguanta un poco.
- Sí, hola, necesito una ambulancia. La calle se llama Primate, a 5 cuadras del hospital. La chica está muy grave. ¡Por favor, ayúdenme! -su cuerpo se tensó -. Que sea rápido, se los pido, por favor.
La sirena de la ambulancia se escuchaba cerca de nosotros, la sangre recorría en todo el cuerpo, sentía frío, mi cuerpo estaba cansado. -"Aún no, pequeña"
Cerré los ojos.Marcando..
Marcando..
- Contesta ya, por favor. -Suplicó en un gran susurro. - Esto es una mala jugada...
Desea dejar un recado.
- Hola, Connor, -dije entre cortado-. Tengo que comunicarme con Polo y no puedo.
- Tranquilo, joven, ¿pasa algo?
- Me gustaría que fuera calmado, pero fue mi culpa. Ella venía mirando al suelo y yo venía a distancia de ella con el teléfono en mano -paró en seco-. Sabrina... Yo no quise, te lo juro que no quise.
- ¿Sabrina? Exaltado en la otra línea - ¿Sabrina, qué?
- Un accidente, ella tuvo un accidente por mi culpa. Según los doctores, ella estaba bajo el alcohol. Hazme el favor de llamar a su padre.
Tomé mis mechones con toda la fuerza y frustración que tenía. La gente que pasaba me veía como un loco, no alcanzaré a verla recuperar. Salí del hospital, subí al auto y tomé la pista hacia la estación de policía.
Llamada de polo entrante...
- Hola, te dejo esto en tu buzón de voz, lo siento, no pude ver bien, la reconocí después del choque, ahora voy a la policía a declarar todo. Dile cuando despierte que lo siento mucho... que no era mi intención, lo siento. Corte entre lágrimas, ahogándome en la culpa.
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Bella Sin Zapatos © [Terminada]
Novela Juvenil[ PRÓXIMA NUEVA VERSIÓN DEL LIBRO TERMINADA] Una joven de 19 años experimenta momentos difíciles en su existencia, la cual está llena de confusión, consecuencias del pasado y que en la actualidad ha desempeñado de manera desagradable sus tareas prof...