16 - Una doncella desafortunada

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En una habitación silenciosa, una doncella con una larga cabellera marron se movía cuidadosamente entre los muchos libreros mientras quitaba el polvo que se acumulaba.
Sin mirar a la única persona además de ella en la habitación, ella estaba pendiente por si él le daba una orden para no queriendo enfadarlo.

—"Han pasado varias horas desde que el consejero Dante no ha dejado ese libro, me pregunto de que tratara"—

Impulsada por su curiosidad, la doncella empezó a limpiar los libreros más cercanos a la espalda del consejero tratando de leer el contenido del libro.

— Leila, sabes que no me importa lo que hagas mientras cuides la biblioteca, pero debes evitar ser muy curiosa—

Sosteniendo firmemente su plumero, la doncella Leila quedo congelada en su lugar cuando escuchó las palabras del consejero.

— Señor, yo...—

—No te preocupes, no es necesario que te disculpes. Además parece que algo sucedió mientras me perdía en la lectura—

Lamentando no poder seguir leyendo el libro que le entrego el rey, Dante dejo el libro sobre una mesa y se dirigió hacia la salida de la biblioteca.
La doncella al ver que no la iban a castigar dio un gran suspiro mientras miraba el libro antiguo sobre la mesa.

— Creo que esta demás decirlo, pero debes cuidar bien ese libro Leila, no debes dejar que nadie lea su contenido— tomando una pequeña pausa continuo —incluida tú —

Cerrando las puertas de la biblioteca, un grupo de guardias se paró frente al consejero y le entregaron un pergamino real sellado con la imagen del reino de Lions.

— Señor, el rey nos ordenó quedar bajo sus ordenes—

Extendiendo el pergamino, Dante se sorprendió de su contenido y entendió porque el rey le asignó un grupo de guardias para su protección.

— A partir de ahora tienen diez minutos para prepararse, luego nos encontraremos en la salida del palacio—

Dando un paso al frente, un guardia que parecía ser el líder del grupo le informó unas palabras L consejero.

— Señor, ya hemos preparados todas nuestras pertenencias incluidas las suyas, solo necesitamos su orden y partiremos—

Mirando el rostro del guardia, Dante empezó a buscar en su memoria el nombre del guardia, quedando confundido al no poder encontrarlo.

— Desde cuando eres guardia de su majestad, necesito muestra tu prueba de lealtad antes de partir—

—Señor, llevamos doscientos años bajo las órdenes de su majestad—

Extendiendo sus manos, todos los guardias presentaron un amuleto esmeralda sellado con la marca del rey.
Sin dudar de la autenticidad de los amuletos, el consejero asintio y ordenó partir hacia Lions mientras miraba como el sol se levantaba sobre las montañas.

— "Que habrá pasado en el reino, para que incluso el rey use a su guardia secreta como precaución"—
...

En la biblioteca, Leila sostenía un libro entre sus manos mientras dudaba que hacer con él.

— Quizás debería leerlo un poco, no creo que alguien se entere—

Cuando la doncella estaba por abrir el libro, varios pasos sonaron en el pasillo exterior de la biblioteca asustando a la joven que guardó el libro entre sus prendas.

Al abrirse las puertas, dos señoritas con un aura noble seguidas por  su escolta ingresaron a la biblioteca.

Sin aviso alguno, los guardias empezaron a revisar la biblioteca dejando un desastre por donde pasaban.

Guerras bajo la nieblaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora