Mundo espiritual

Capitulo 22

POV Elena

Voy caminando por un lugar rodeado de árboles como si fuera un bosque y miro el cielo fijándome que está nublado y hay mucha neblina por todo el lugar entonces pensé, que esto es muy tenebroso.

Continuo caminando hasta llegar a una casa de color blanco de madera, abro la puerta y veo una larga mesa en el centro, me acerco un poco y el escenario cambia, ahora hay un grupo de personas con capuchas negras cubriendo sus rostros a excepción de una persona, la cual, la miro detenidamente para estar segura de lo que veían mis ojos pero no, no me equivoco, Rackham se acercaba a la mesa cargando a un bebé en sus brazos, lo coloca ahí y los demás se acercan hablando en lenguas extrañas, entonces, Rackham toma un cuchillo y lo alza frente al niño como si... o ¡no puede ser!

Despierto y miro alrededor para saber dónde me encuentro—solo fue un sueño—digo levantándome de la cama para ir a tomar un vaso de agua.

Bebo el agua y recuerdo sobre el don de discernimiento de espíritus que, en este don, los sentidos espirituales, es decir, los ojos, oídos, gusto, olfato y el tacto se activan y puedes sentir los espíritus, tener visiones al ser abiertos tus ojos, oler cosas putrefactas como espíritus inmundos y aroma a flores cuando hay ángeles donde estás.

—Tal vez fue una visión—susurro—o podría ser solo un sueño, aunque...

Busco la biblia apresurada y voy directo al libro de "Job 33:14-16" que dice: sin embargo, en una o dos maneras habla Dios; pero el hombre no entiende.

Por sueño, en visión nocturna, cuando el sueño cae sobre los hombres, cuando se adormecen sobre el lecho, entonces revela al oído de los hombres y les señala su consejo.

También se, que todo lo que le entras al cerebro eso soñarás con esto me refiero a que, si solo me la paso usando netflix, viendo series de zombies, de asesinatos, etc., tu mente se llenará de eso y ya cuando vayas a dormir eso es lo que probablemente sueñes, pero yo después de mi conversión se me ha quitado el deseo de ver series y he dedicado mi tiempo a estudiar sobre guerra espiritual y a leer la biblia.

—Solo queda pedir comprensión sobre esto—concluí.

Vuelvo a la habitación y decido orar pidiéndole al Señor que me de entendimiento sobre este sueño y cuál es su significado.

Termino y, por consiguiente, reviso la hora en mi celular —son las 5 pm, ¡rayos!, voy a llegar tarde a mi cita con Matthew—tomo cualquier blusa del closet y cambio mi short por un pantalón largo.

Por ende, entro el celular en mi bolsillo trasero del pantalón junto con las llaves de la casa y salgo a toda prisa al pequeño parque de la plaza donde a Yessica y a mí nos gusta tanto.

Pero como está un poco lejos y estoy corta de tiempo, me voy en un taxi y cuando llego observo que él está sentado con su compañero en uno de los banquillos.

—Hola, chicos—digo algo avergonzada por mi tardanza de 15 minutos.

—Hola.

—Hola, Elena—expresa Matthew y yo me siento a su lado pasando las manos por mis pantalones para secar el sudor que comienza a surgir en ellas por los nervios.

—Elena, ¿sabías que cada cosa que sucede en nuestra vida es por alguna razón? —articula sacando la biblia de su mochila—en Romanos 8:28 dice: y sabemos que los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los conforme a su propósito son llamados—. Elena, no hay mal que por bien no venga. Cada cosa que sucede en tu vida si la pones en mano del Señor, te ayudaran a bien.

Comienzo a reflexionar sobre lo que dijo cuándo siento algo en mis pies, miro al suelo y me doy cuenta de que es una pelota.

—Lo siento—expresa un niño tomando la pelota para después irse con el grupo de infantes frente a nosotros que están jugando.

—Eres un cabezota Carlitos—dice otro niño al que tiene la pelota alzando la voz.

—Entonces, somos dos cabezotas porque tu no encontrabas la pelota—empiezan a discutir y veo la cara de desagrado de Matthew.

—Hey niños, ¿no sabían que al Señor no le gusta que hablen mal de su prójimo? —exclama Matthew acercándose a ellos.

—¿Uhmm? —dicen al unísono y Matthew parece que se da cuenta de que eran palabras algo complejas para ellos por lo que decide cambiar los términos diciéndoles que al Señor no le gusta que murmuren contra el hermano ni le pongan sobrenombre porque él llama a sus ovejas por su nombre.

Después de esto ellos asienten con la cabeza como si entendieran y regresan a jugar.

—Es probable que no hayan entendido del todo, pero al menos se lo corregiste—digo sonriendo.

—Sí, bueno —articula pasando su mano por su cabello.

—Oh parece que se le ha perdido la pelota otra vez—expreso al ver a los infantes rodeando el lugar y vociferando para saber si la encontraron.

—Así es, pero ya la vi—exclama—está en medio de la calle, ¿cómo cayó ahí? —cuestiona yendo tras ella.

—Ten cuidado, en esta calle hay mucho tránsito —dice su compañero y yo volteo a ver a Matthew con preocupación cuando de un momento a otro la pelota se va hacía un lado y él va por ella, pero no se percató de que venía un auto chocándolo al instante.

—¡Matthew! —chillo parándome de mi lugar.

—¡Matt!, rayos—expresa su compañero yendo donde está él para ver cómo se encuentra—. Es mejor que llames a una ambulancia porque...

Marco el número de los paramédicos y les doy la dirección del lugar, colgando la llamada con la esperanza que estarán aquí en 5 minutos como ellos dijeron.

Voy a ver como él ésta, aunque tenga medio de ver que...no puedo darlo por hecho sin comprobarlo así que, me acerco y lo primero que vi fue un charco de sangre debajo de Matthew por la zona de su cabeza.

—Voy a levantarlo para ver dónde está la herida de su cabeza y hacer presión ahí —articula su compañero inclinándose.

—No creo que sea buena idea moverlo—digo insegura pues siempre veo en tv que dicen que es mejor no moverlo porque se podría empeorar las cosas al menos que sepa primeros auxilios.

Siguió mi consejo dejándolo como está y esperamos ansiosos porque lleguen. Pasan 20 minutos, entonces escuchamos a la ambulancia venir.

Estacionan a su lado, obligando a que se mueva el gentío que hay alrededor y lo suben en una camilla para luego marcharse.

—Oh Señor, ve con él y ayúdalo a salir de esta—susurro angustiada.