WAR OF HEARTS | Entró en mi corazón como si siempre hubiera pertenecido allí, derribó mis paredes y encendió mi alma en llamas como si fuera nada.
En donde Jane Brouwer se embaraza de Elijah Mikaelson y termina enamorándose de Klaus Mikaelson.
-❝ Cr...
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JANE
Cuando vi por primera vez Grey's Anatomy y escuché decir a Meredith Grey que no era una mujer que le cayera bien a las mamás, lo tome con burla al principio, algo demasiado caliche para que sucediera. Hasta en algún un punto vi aquella escena muy patética.
Pero, actualmente el karma se estaba riendo de mi en mi propio rostro. Pues a pesar que estaba feliz por volver a reunirme con el papá de mi bebé, tuve que caer en cuenta a medio camino que Elijah no iba a estar ahí solo. Estaba en muy mal estado como para estarlo, y fue cuando mi mente cayó en cuenta que faltaba un integrante más a quien conocer y resultaba ser la única figura femenina en esta familia.
Rebekah Mikaelson.
Ajá, aquella mujer poderosa que en más de una ocasión se encargó de las de mi especie solo por celos.
Y aquí era donde entraba mi comparación con aquella mujer doctora ficticia, yo realmente no le caía bien a ninguna mamá o hermana o cualquier figura femenina de la persona con la que me involucraba. Quería que fuera un juego, o exageración de mi parte pero realmente así era. Y jamás supe el porqué, a lo que había algo bueno en este caso pues esta vez si sabía el porqué no le caería bien a Rebekah, y eran dos "motivos" 1. Por meterme con su hermano favorito, según me contó Klaus. 2. Por ser una Kaos.
Eran sencillos pero a la vez complicado. Era algo que podía manejar, pero a la vez no tenía salida.
Lo único que me mantenía con firme, era saber que estaría con Elijah para que ambos disfrutáramos el embarazo como debía ser desde un principio. Eso no descartaba que debía lidiar con Rebekah pero al menos, no estaría sola y mi muerte aún no se avecinaba.
Mi boca se volvió una mueca cuando me moví y sentí mi mano mojada.
Íbamos en la camioneta aún, Hayley iba en el copiloto y yo en la parte trasera, ambas estábamos tan nerviosas que íbamos tomadas de la mano, pero desde hace segundos se había vuelto un agarre húmedo.
—Tu mano te están sudando, Hayley.—Me quejé apartando la mano de mi hermana para limpiarme la palma de mi mano en mi pantalón.
—Yo tengo una excusa, veré a mi bebé por primera vez en meses, ¿y la tuya?—Dijo con una ceja alzada.
La mire mal. Sabiendo que Klaus escuchaba todo desde el asiento del piloto.
—Mi intruso me provoca náuseas mañaneras y...—Trague duro.—Conoceré a más familia original.
Enseguida vi como Klaus me sonreía desde el retrovisor. Dios, todas esas promesas que le había dicho a Crystal se desvanecían tan pronto veía su linda sonrisa con tiernos hoyuelos.
