WAR OF HEARTS | Entró en mi corazón como si siempre hubiera pertenecido allí, derribó mis paredes y encendió mi alma en llamas como si fuera nada.
En donde Jane Brouwer se embaraza de Elijah Mikaelson y termina enamorándose de Klaus Mikaelson.
-❝ Cr...
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MARSELLA, FRANCIA
EL CIELO ESTABA NUBLADO, las nubes estaban completamente negras y de ellas caían una imparable lluvia que hacía el momento más dramático y profundo. Pero aún así agradecía que estuviera ese clima pues las lágrimas traviesas que caían de sus mejillas podían pasar desapercibidas para las pocas personas que estaban a su alrededor, que solo se basaban en; sus abuelos, tanto paternos y maternos se encontraban ahí. Obviamente. También estaba la mejor amiga de su madre: Suzy, terrible mujer, con una actitud que te ponía los pelos de punta, solo esperaba ya no volverá a ver en su vida a ella y a sus lágrimas de cocodrilo. El mejor amigo de su padre; Robert, de él no se quejaba, buen sujeto, amable y carismático, casi un segundo padre para ella. Él no lloraba pero se mantenía serio y con la mirada perdida pues la inesperada pérdida de tu mejor amigo no era algo fácil de manejar. Ellos eran los únicos importantes que podía mencionar pues las otras cinco personas eran irreverentes en su vida pues jamás los había visto, y estaba segura que solo estaban ahí por la curiosa muerte que habían tenido sus padres.
Exacto, estaban en medio del funeral de sus padres; accidente de automovilístico, los tres habían estado involucrados en el accidente, su madre había muerto al instante mientras que su padre murió en el camino al hospital, y ella, bueno, sobrevivió, y no podría decir muy apenas por que sería mentira. Lo que si era verdad era que había salido completamente ilesa del accidente, ¿como? Ni ella lo sabía, simplemente recordaba haberse enojado con su padre por haberle quitado su reproductor de música lo que ocasionó una discusión entre ellos para ser calmada por su madre, luego de eso todo era borroso y difícil de recordar.
—Lamento tu perdida, niña.—Habló Suzy al estar frente a ella con su paraguas negro abierto de par en par.
Todos llevaban paraguas, a excepción de Jane. Sentía que la lluvia podía calmar un poco esa sensación sofocante que sentía tras el accidente.
—Gracias, Suzy.— 20 años y aún la llama niña. Patético.—Esto se está volviendo muy tedioso.—Dijo por la llegada de Robert.
—Solo...mantente fuerte, ¿okey?—Y la abrazo de repente tomándola por sorpresa.—Todo esto va a pasar pronto.
La conversación fue corta pero suficiente para saber que no estaba del todo sola. Aunque lo sentía así.
—¿Quieres ir a casa?—Preguntó la madre de su padre frotando su espalda empapada.—Debes cambiarte antes de que te resfríes.
—No, nana. Estoy bien.—Suspiró.—Crystal me espera en su casa junto con Peter para celebrar su cumpleaños.
