Capítulo Cinco

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Los siguientes días fueron deliciosos siempre y cuando echara el pensamiento de que no volvería a ver a Alexander cuando regresara a la escuela nuevamente. Por Grant me enteré de que Alexandre se encontraba en Las Vegas debido a una pelea. Él realmente tomaba en serio el dar y recibir golpes, parecía que aquello definitivamente era lo suyo y no me gustaba, por alguna razón no quería imaginar a Alexander en aquella vida, en aquel mundo. Grant mencionó que tenía un muy buen número de fanáticos, pero cuando Amanda le había mencionado la edad de Alexander, su primo no le creyó.

«Si ya tiene algunos fanáticos a esa edad, será el puto amo cuando tenga más reconocimiento y edad para pelear con los grandes»

Aquellas había sido las palabras de Grant y aquello no hizo que mi preocupación disminuyera. Solamente Jace y Grant se habían quedado en casa de mi mejor amiga, Lance había preferido un hotel en el cual se había alojado junto con su novia. Por lo que me había comentado Amanda, se había enterado por Jace que Kennedy, la novia de Lance no era aceptada por sus padres por no pertenecer al mismo nivel económico.

Había observado a Lance y Kennedy juntos, parecían tener una especie de adoración hacia el otro, cuando se encontraban mirando, era solamente ellos dos. Mientras me encontraba observándolos, me había preguntado si alguna vez alguien me observaría como Lance observaba a Kennedy.

Observé como Amanda había tocado el timbre de la habitación, por alguna razón me había convencido de ir donde se hospedaban Lance y Kennedy y no tuve excusas. Por alguna razón que Amanda decía no comprender, Lance había asistido a la cena preparada por su madre sin Kennedy, y mi mejor amiga estaba obsesionada con descubrir que había sucedido. La puerta fue abierta y una Kennedy nos saludó con una sonrisa.

Ella parecía sacada de una sexy revista con chicas calientes. Su cabello era rubio, sus cejas eran rubias, y las pestañas eran tan chocolate y espesas que daba envidia, y definitivamente su cuerpo era más maduro que el mío o el de Amanda. Ella tenía pechos, llenos y comparándome junto a ella, yo estaba casi tocando a ser una chica casi promedio, pero también había algo extraño, ella usaba ropa holgada, por lo menos dos tallas más de la apropiada, justo como en aquellos momentos en los cuales llevaba una gran camiseta y vaqueros.

—Mis padres no son ogros como mis tíos y créeme. — le dijo Amanda mientras nos acercábamos a una pequeña mesa que se encontraba en la sala de estar de la suite.

—Quizás más adelante, tal vez en un próximo viaje los conozcas. Este fue el trato con Lance, solamente lo acompañaría si estaba de acuerdo en que yo no conociese a su familia en estos momentos. —sus palabras fueron seguras pero llenas de vergüenza.

—¿Estás embarazada? —la pregunta obligó a Kennedy a mirar a Amanda con sorpresa.

—¡Amanda! — le regañé mientras me sonrojaba. Ella sin duda podía no tener filtro.

—Lance no es un niño, no creo que anden de manitas sudadas. —fueron las palaras de Amanda.

—¡No, claro que no estoy embarazada! —creo que no era la única acalorada por las palabras de mi mejor amiga. —Tengo dieciocho años, Lance veintidós y estamos estudiando. —intentó defender Kennedy.

—Pueden estudiar y estar embarazada— tuve que patear a Amanda bajo la mesa, no era nuestro asunto lo que sucedía entre esos dos.

—¿Y ustedes? —nos preguntó y agradecí cuando Kennedy cambió el tema. —¿Algún chico?

—No hay muchos chicos por esta parte del país. —se lamentó Amanda y ambas reímos.

—Lo siento, no chicos para mí. —le dije.

Falling for you ( F.F.L #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora