Habitación...

2.3K 136 6
                                    

-¿Me prestas tu camisa?- Jason me sonrió y me dejó entrar a su cuarto- Acabo de recordar que no tengo pijama por la culpa del imbécil de enfrente- me senté en su cama y ví que apagó el televisor.

-¿Una camisa formal o algo más cómodo?- sacó una camisa de manga larga y una playera de manga corta.

-Quizás me puedas prestar las dos, una para dormir y otra para ir a comprar la ropa mañana- me tiré y el me pasó la camisa- Gracias- la tomé y comencé a quitarme el vestido.

Él había entrado al baño así que no vió nada, estaba esperando que saliera para agradecerle pero no salía y tenía el aire acondicionado encendido y estaba muy frío, tuve que entrar a la cama en lo que salía.

Me quedé dormida hasta que sentí peso del otro lado de la cama, me giré para ver a Sudeikis.

-Disculpa, no quería despertarte- se acostó y nos quedamos viendo frente a frente.

-Perdón por quedarme dormida en tu cama, que inapropiado- me comencé a mover para salir pero él se acercó y me detuvo con sus brazos.

-No me molestaría dormir contigo- sonreí y me acomodé mejor.

-A mí tampoco, de hecho hace frío en todos lados, dormir acompañada no me hace ningún mal- pasó un brazo por detrás de mi cintura y dejaba pequeñas caricias.

-Eres muy hermosa- habló después de un rato- No comprendo por qué no te das oportunidad con otras personas- lo volteé a ver.

-¿Lo dices por Statham?- asintió y acomodó mi cabello- En realidad no lo sé, es fastidioso y no le agrado ni un poco pero me gustaba demasiado- me levanté y me senté en su regazo.

-¿Gustaba?- me tomó de la cintura y me acercó a él.

-En estos dos días que he convivido más con él me doy cuenta que no ve nada en mí y que es una persona horrible, creo que voy cambiando mi percepción hacia él, ya me estoy cansando de todo- me recosté encima y mi cabeza quedó en su cuello- Hueles delicioso- sonreí cuando ví su piel erizarse.

-¿Eso significa que podemos intentar algo?- me levanté quedando a centímetros de su rostro.

-Así es, si te soy sincera eres todo lo que me gusta en un hombre- pasé mis manos por su nuca y acaricié su cabello.

-Que coincidencia, tu eres la mujer perfecta para mí y solo te llevo conociendo pocos días- reímos, era verdad no hace mucho que nos conocemos y ahora estamos aquí hablando cómodamente.

-¿Te molesta si te beso?- pregunté viendo sus labios, él sonrió de lado y se acercó para besarme.

Era lindo, sin prisa ni algo tan sexual, me sentí muy bien estando en esa posición con Jason, mi día comenzaba a mejorar.

La noche siguió así, duramos un buen rato solo besándonos quizás unas caricias pero jamás paso de mi cintura y mis piernas, a parte de todo era muy respetuoso.

Cuando decidimos que era hora de dormir nos reímos al ver nuestros labios más hinchados de lo normal, tomamos agua y nos acostamos mientras el me tomaba de la cintura y yo enrolle mis pies con los suyos, aún tenía algo de frío.

Nos despertamos a las siete para ir a comprar ropa, yo regresé a mi cuarto para bañarme y arreglarme un poco, me puse su camisa y un pequeño short que uso debajo de mis vestidos, tomé un par de tenis blancos y salí de mi cuarto. Sudeikis ya estaba esperándome con una sonrisa, tenía puesto algo no tan formal pero se veía muy bien.

-¿Lista?- me preguntó y ofreció su mano para caminar.

-Lista, vamos- la tomé y caminamos hacia la salida del hotel, fuimos con el recepcionista para que nos dijera donde era el centro comercial más cercano.

Nos dió indicaciones y llegamos a una plaza enorme llena de tiendas de ropa.

-Creo que vamos a tardar un poco- lo ví esperando que se quejara.

-Quizás si me das algún motivo para quedarme esté bien- lo volteé a ver y alcé mi ceja.

-Tener mi compañía es un gran motivo Sudeikis, no creo que la pases tan mal- rió y comenzamos a entrar a las tiendas, había demasiado que no podía escoger de una.

Debo aclarar que no soy una persona que piense mucho al comprar ropa, no lo veo tan difícil pero aquí tienen ropa de todo estilo y es hermosa, no puedo solo escoger algo y ya.

-¿Quieres comer algo?- me preguntó Sudeikis cuando salimos de una tienda para hombres, ni él se pudo resistir.

-Ya decía yo que me hacía falta algo- caminamos a un puesto de pizzas y ordenamos una mediana para los dos.

Solo eran las nueve de la mañana y me sentía bastante feliz.

Estábamos comiendo cuando sentí mi teléfono vibrar, era Statham.

-¿Dónde están?- se escuchaba molesto.

-Buenos días Jason, estamos en un centro comercial comprando ropa porque alguien arruinó la mía- Sudeikis se levantó por algo de beber.

-Deben estar aquí antes de las doce del día- rodé los ojos, como si no supiera.

-Si, claro, bueno nos vemos- iba a colgar pero escuché que me habló- ¿Qué sucede?-

-¿Por qué anoche no estabas en tu habitación?- dejé de ignorar lo que decía y presté atención- Ayer fui a buscarte y no me abriste, tuve que tomar otro medio y cuando entré no estabas asi que ¿Dónde estabas?- por primera vez lo escuché un poco preocupado por mí.

-Estaba en la habitación de Jason, le pedí prestada una camisa para dormir y me quedé dormida con él, es todo, lo juro- Sudeikis regresó con dos malteadas y lo miré raro- ¿Pizza con malteada?- me reí.

-No me pude resistir- reí más pero la voz de Jason me interrumpió.

-¿No pueden volver ahora?- estaba confundida, quizás algo malo pasó.

-¿Por qué? ¿Estás bien?- Sudeikis incluso escucho lo que decía.

-Si pero quiero darte una cosa y no tengo todo el día- volví a rodar los ojos.

-Ni que tuvieras algo que hacer, mejor duerme o algo, adiós- colgué antes de escuchar su respuesta.

-¿Sigue molestándote?- me ofreció la malteada.

-Ya sabes que no es nada nuevo, gracias- la tomé y después seguimos con las compras.

Al final parecía que si puedo deshacerme de Statham más rápido de lo que creí.

Mayor  -  Jason StathamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora