Cárcel...

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-Vaya, siempre tienes suerte- me senté frente a la celda de Anthon.

-Hola querida- sonrió dándose la vuelta para verme directamente- Sabes que puedo hacer lo que quiera, incluso detrás de esto- señaló los barrotes.

-Eso lo sé perfectamente, viví el tiempo suficiente contigo para recordarlo- crucé mis piernas- Y debo admitirlo, hubiera preferido ser huérfana- suspiré.

-Deberías estar contenta, soy muy exitoso- alcé mi ceja- En el trabajo que tengo soy muy exitoso-

-La verdad es que solo quiero saber...- caminé y me puse frente a él-¿Por qué decidiste hacer esto, qué te impulsó a ser un criminal, una mierda de persona y abandonar a tu esposa, a tus hijos, todo lo que tenías?- creí que lloraría al decirlo, pero realmente me hizo sentir mejor.

-Tú lo dijiste, porque soy una mierda de persona, siempre lo he sido pero con tu madre oculté cualquier rastro para que no escapara de mí- se acercó más- Si quería darles lo que merecían debía trabajar en esto, ustedes no lo entendieron y me dejaron cuando más los necesité- comencé a notar como su voz era más tranquila cada vez.

-¿Qué no entendimos? ¿Cómo íbamos a entender que la vida de una persona no vale nada?- sonrió orgulloso- No te confundas, lo recuerdo porque fue traumante para mí ver cuerpos apilados en el patio, en el baño, en el cuarto y en todos putos lados a dónde iba- ahora sí comencé a llorar- Siempre me arrepentí por no decir nada, todos esos cuerpos jamás los encontraron, pero si hubiera hablado a tiempo estarían en paz- me limpié las lágrimas con el suéter.

-No te culpes cariño, sabes que...- lo interrumpí golpeándolo en la nariz y comenzó a sangrar.

-No me culpo a mi, lo hago a ti y es peor que lo sepas y no hagas nada al respecto así que si tienes algo de respeto mañana en la corte vas a hablar y a decir absolutamente todo lo que hiciste- caminé a la puerta de salida- Y si no obtienes el castigo que mereces, me voy a encargar de que la pena de muerte se quede corta- salí cerrando la puerta.

-¿Discusión con papá?- Statham estaba recargado en la pared.

-Vete al carajo- quise pasar de largo pero me detuvo interponiendose en mi camino.

-Solo bromeo nena- me sonrió y le dediqué una cara de asco- ¿Qué sucede?-

-¿Cómo me llamaste?- mantenía mi cara de desagrado.

-Te dije nena ¿Tiene algo de malo?- metió sus manos a sus bolsillos.

-Creí haber escuchado mal- me moví de lado y seguí caminando.

-¡Espera!- corrió hacia mí- Quería decirte que si necesitas hablar puedes contar conmigo- me detuve y el igual.

-¿Contar contigo?- asintió- Acabas de hacer una broma sobre mi situación hace menos de cinco minutos-

-Era para alegrarte un poco- lo miré molesta- No funcionó, ya lo noté, pero de verdad soy bueno dando consejos- seguí caminando.

-No necesito tus consejos y por el momento quisiera estar sola, así que me voy- caminé más rápido y dejó de seguirme.

Salí del lugar y me fui a mi casa, necesitaba descansar después de todo esto.

Sé lo que tengo que hacer, solo es el hecho de que no había visto a mi padre desde hace años.

~

-¿Estás lista?- Sudeikis me preguntó en cuanto entré a la sala de reuniones.

-Si, gracias por preguntar- le sonreí y devolvió la sonrisa- No, la verdad no, pero ya lo medité y está bien- me senté y entró Granp junto a Statham.

-Todos saben cómo funciona esto, vamos y mostramos las pruebas, él habla, lo arrestamos y todos contentos- asentimos a la par- Bien, ahora vamos- salió de la sala y todos lo seguimos.

Después de llegar a la corte, todos entramos al juzgado y nos sentamos atrás de los abogados de la compañía.

-Abro sesión- el juez dio dos golpes con su martillo de madera, me reí un poco por el nombre que le dí.

-Honorable juez y testigos, para llevar el asunto de manera eficaz mostraremos las pruebas de una vez- el abogado miró a la abogada y ella encendió el proyector y comenzaron a pasar fotografías de mi padre al lado de cuerpos, armas, helicópteros, infinidad de delitos que cometió estaban ahí.

-Creemos, que estas son pruebas suficientes para...- la abogada cayó al piso después de recibir dos disparos en la cabeza.

-Alguien se mueve y asesino a todos- se escucharon disparos hacia el techo, Statham, Sudeikis y yo intentamos sacar nuestras armas, pero alguien ya nos apuntaba a los tres.

-Señorita- comencé a ponerme nerviosa al ver cómo liberaban a Anthon- Acompáñenos, por favor- me giré y vi a un hombre con dos armas apuntando a Statham, Sudeikis y Granp.

-Vamos hija, no te demores- mi padre apareció detrás de mí con una sonrisa cínica- Tenemos cosas que hablar- caminó a la salida de la corte como si no hubiera pasado nada.

-Tiene que acompañarnos ya- miré a Granp a los ojos, él decía que no, Statham y Sudeikis opinaban lo mismo, pero no había forma o moríamos todos o me voy y ellos me buscan.

Asentí, solté mi arma y otra persona me tomó del brazo llevándome a la salida, mientras el que tenía las armas nos seguía desde atrás.

Mi padre me miraba desde la puerta, cuando llegué me abrazó.

-Te hice un favor, la persona infiltrada era la abogada- me soltó y miré a la mujer tendida en el piso- Ahora vámonos- caminó delante de mí hacia al techo- Sólo lo que te mereces cariño- llegamos a la azotea y había un helicóptero.

-¡Esperen!- abrieron la puerta.

Mayor  -  Jason StathamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora