Mayor - Jason Statham

Vuelo...

-¿Linda?- Sudeikis me movía un poco- Tenemos que irnos, llegó un avión.

Abrí mis ojos lentamente y noté que no estaba recostada en Statham, sino en Sudeikis, maldito asqueroso, hasta para eso se deshace de mí.

-Claro, ya voy- me levanté del asiento y Jason me imitó- ¿Dónde está el otro?- tomé mi maleta.

-Fue al baño y me acaban de avisar que hay asientos disponibles- asentí entendiendo.

-¿Y a dónde tenemos que ir?- señaló una puerta y comencé a caminar.

-¿No ibas a esperarme?- escuché detrás de mí y giré.

-Regresaste del baño- seguí mi camino, sólo esperé a Sudeikis- Y no, no te iba a esperar-

Entramos al avión y me senté al lado de Sudeikis, lo único que me importaba era dormir.

-Te recuerdo que tienes que sentarte conmigo- Statham nos miró.

-Tiene razón linda, ve con él- me levanté molesta.

-Deja de apoyarlo ¿Quieres?- señalé a Sudeikis y éste rió.

Me senté al lado de Statham, está vez del lado del pasillo y como no me gusta que me vean, me giré hacia a él para poder dormir.

Comenzaba a dormir pero abrí un poco mis ojos porque sentí una mirada, era Jason.
Esperé unos minutos para ver si despegaba si mirada pero solo la sentía más intensa y ví que estiró su pantalón, me levanté sorprendiéndolo.

-Oye, si te vas a masturbar debes ser precavido ¿Qué tal que te veía alguien?- se sonrojó a más no poder, las palabras no le salían- Se cuidadoso- me giré al frente, ya no tenía sueño.

-No iba a hacer eso- habló después de un rato, me reí y al parecer se molestó- ¿De qué te ríes? Es enserio, jamás podría hacerlo viéndote- sonrió mirando a otro lado.

-Oye maldito, podías parar en "No iba a hacerlo"- bufé- No tenías que ofenderme- me miró riendo.

-De acuerdo, pero es verdad- siguió riendo.

-Eres un asco, y poco hombre- me giré dándole la espalda.

-¿Eso piensas?- no contesté- ¿Ahora tienes dignidad?- sabía que sonreía pero no iba a hablar ni verlo- ¿Quieres que te demuestre cuán hombre soy?- puso su mano en mi pierna y otra en mi cuello, insistiendo en que lo viera.

-¿Puedes dejarme en paz?- me giré viéndolo no muy agradable, separó sus manos aún viéndome.

-¿Te molestaste por eso?- hizo cara de desagrado.

-Es evidente- me acomodé en mi lugar.

-¿Por qué?- copió mi acción.

-¿Acaso te importa?- cerré mis ojos diciendo "guarda silencio" pero no entendió.

-Sólo fue una broma- abrí mis ojos ya cansada.

-De muy mal gusto así que si no te importa, me voy a dormir, cierra tu maldita boca y déjame en paz- asintió y miró al frente.

Fue raro pero al menos me dejó de molestar. Tardamos 13 horas y por fin llegamos.

-Vaya que es largo- Sudeikis se estiró ya estando abajo.

-Lo sé, pero vale la pena- Japón se veía muy lindo, y sólo eh visto una pequeñísima parte.

-Nos vamos a divertir- Sudeikis me miró sonriendo.

-Ya lo creo- tomé su mano- ¿Ahora dónde está Jason?- rodé mis ojos.

-Ni idea, no le eh visto- alzó sus hombros.

-Genial, ahora debemos buscarlo- esperamos en una esquina, de ahí se veía mejor todo, después de unos minutos llegó comiendo un sándwich- ¿Dónde estabas?- le quité el sándwich y lo mordí.

-¿Por qué están tomados de la mano?- me quitó el sándwich.

-Porque sí, vámonos- salimos y caminamos un poco por las calles, después tomamos un auto de la agencia, que es mundial, y nos llevó a un hotel.

-¿A qué hora nos vemos para cenar?- preguntó Sudeikis.

-¿A las 8?- sugirió Jason.

-Bien, nos vemos- cada quien fue a su cuarto.