Mayor - Jason Statham

Día...

-¿Cómo te va?- quiso sacar conversación.

-¿Es a mí?- lo miré algo extrañada debo decir.

-¿Ves a alguien más?- dijo obvio.

-¿Cuenta mi amigo imaginario?- lo miré con intención de fastidiar.

-Depende- cruzó sus brazos.

-¿De qué?- imité su acción.

-Lo safada que estés ¿Cómo está esa voz en tu cabeza?- me sonrió con burla.

-Depende- respondí igual.

-¿De qué?- repetimos conversación.

-De la voz a la que te refieres, la que me dice que corte tu cuello y te arroje al mar o la otra que me dice que le haga caso a la primera- copié su sonrisa y llegó Granp, el jefe.

-Vaya, jamás los vi sonreírse mutuamente- los dos saludamos- Los veo dentro- Granp se fue.

-Si, estás desquiciada- caminamos hacia las oficinas.

-Se puede decir que bastante pero mírame, el éxito que tengo- me auto señalé.

-¿Y eso qué? No hay nadie detrás de todo eso- me señaló.

-Tu podrías pero no quieres- cambié el contexto de lo que dijo.

-Eres una pervertida- se sentó en su lugar de la mesa en la sala de juntas.

-¿Y eso te molesta?- me senté frente a él.

-Creo que se percibe- comenzó a llegar todo el equipo.

-Me es claro, pero quería confirmar- saludé a Michael cariñosamente, él es algo así como mi amigo con derechos.

-Sigo aquí- habló fuerte Statham mirándome seriamente.

-Y yo aquí- señalé el lugar- ¿Te sientes bien?- hice una expresión de preocupación.

-¿Podemos hablar un momento?- se levantó y fue a mi lado.

-Déjame pensar- tomé mi barbilla- Por decisión unánime, no- sonríe con gracia y me reí junto con Michael.

-Pues no era pregunta- me levantó del brazo.

-Entonces fórmula bien lo que dirás y me avisas, porque parecía que había opciones- seguí con mi burla y me sacó de ahí.

-¿Me escucharás?- golpeó la pared donde me tenía acorralada.

-Me estás gritando ¿Eso no te da indicios de que todos te escuchan?- intenté mostrarme segura.

-Entonces pon atención- lo saludé como militar.

-Okay- miré hacia el frente sin verlo a él.

-Escucha delicadamente- pausó y... me besó.

-Alto, alto, alto- me separé con esfuerzos en vano porque él nos unió nuevamente.

Me tomó de las mejillas y se pegó a mí dándome un beso profundo, cuando vio que lo seguí bajó una mano a mi cintura, aproveché y lo empujé contra la otra pared.

-¿Estás idiota?- hablé de lo más tranquila sin hacer notar mi emoción.

-Solo escuché a una de mis vocecitas- me dio un último beso y entró a la sala, al instante entré pues quería respuestas.

-¿Qué fue eso?- articulé sin hablar pues ya había iniciado la reunión.

-Se que quieres más pero después- habló igual que yo e hizo señas.

-Sabes que sí- sonreí y le mostré mi dedo de en medio.

Terminó la junta y me fui directa a mi oficina a encerrarme, quería respuestas pero también tiempo de emocionarme y recordar.