Con la noche sobre sus cabezas, Elizabeth y Emmett Relish se detuvieron frente a la puerta de los Bridgerton. El joven había ido a dejar a su hermana, pero no estaba convencido de su decisión. Aún aún estaba resentido con su amigo, pues el rostro decaído de si hermana no se borraba de su mente. Así mismo, con esa imagen en su cabeza intentó disuadir a Elizabeth de retractarse, pero ella tenía la misma cantidad de obstinación que el de insistencia y se negó.
-¿En verdad deseas asistir? -volvió a preguntar- Puedo asegurarte que hablaría con Anthony o Lady Bridgerton y te librería de la obligación de asistir. O podría ingeniar alguna excusa convincente y... -pero Elizabeth sacudió la cabeza para interrumpirlo.
-Hermano, si soy capas de soportar a Philipa Fetherington y sus huecas conversaciones, seré también capas de pasar un par de horas con los Bridgerton -prometió, aunque en realidad estaba tratando de convencerse a ella misma. Suspiró tan profundo, como su tratara de soltar todo miedo en ella con el aliento-. Solo fueron ilusiones banales de una niña pequeña. Pero ya no soy una niña. Estoy en sociedad ahora, lo que significa tengo que mantener una relación cordial con los vecinos -volvió a mirar la puerta con seguridad, como si estuviera mirando a la mismísima reina de Inglaterra-. Podré no tener el peso del marquesado en mis hombros, pero sigo siendo la primogénita de un marques -sentenció con los labios apretados para soportar el nudo que se estaba formando en su garganta-. Y si debo ser franca, seria verdaderamente lamentable arruinar una amistad de años como la que he mantenido con Colin por un mal entendido mío.
Emmett volvió sorprenderle la actitud de Elizabeth. Recientemente su comportamiento se volvió diferente, la palabras precisa seria... estoica. Y estaba completamente seguro que no era cuestión madures porque ella ya había madurado desde que cumplió diecisiete años. Su padre lo intento tranquilizar atribuyéndolo a la adultez que no se había exteriorizando hasta ese momento. Sin embargo, de ser eso, temía que el cambio fuera tan significativo que ya no sería la bondadosa y risueña Elizabeth que ama.
Elizabeth notó que su hermano no se rendiría, por lo que se apresuró a tomar la aldaba y la golpeó contra la puerta tres veces. Una vez que su brazo volvió a tocar su muslo la respiración le comenzó a pesar. Exhala e inhala. Exhala, e inhala. Su respiración se fue regulando conforme respiraba, pero su mente no dejó de imaginar los peores escenarios. ¿Dejaría salir su dolor y lo cuestionaría por no avisarle? ¿O seria valiente y le confesara sus sentimientos? No, eso definitivamente no sucedería. Nunca dejaría que su compostura fuera derribada de esa manera.
Tenía que superarlo.
Emmett regresó a su casa cuando congelo sus expresiones ya que estás eran las primeras que la exhibían. Si Colín sonreía, ella hacia con más entusiasmo. Si Colin reía, ella lo hacía. Cuando Colin la miraba a los ojos, ella se derretía por dentro.
Todo en Colin Bridgerton revolucionaba a Elizabeth.
Deteniéndose fuera del salón donde se encontraba la familia Bridgerton, el mayordomo le pidió cortésmente que esperará en el pasillo. Dentro, la familia miró hacia la puerta cuando vieron al mayordomo entrar.
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𝐃𝐫𝐞𝐬𝐬 •𝖢. 𝖡𝗋𝗂𝖽𝗀𝖾𝗋𝗍𝗈𝗇•
FanficAmor, amistad y sentimientos encapsulados por el miedo. ¿Que pasará cuando tales sentimientos son confesados? Colin Bridgerton y Elizabeth Relish tendrán que cruzar por las mentiras, las maquinaciones y los chismes de una temporada social en Londres...