Amor, amistad y sentimientos encapsulados por el miedo.
¿Que pasará cuando tales sentimientos son confesados?
Colin Bridgerton y Elizabeth Relish tendrán que cruzar por las mentiras, las maquinaciones y los chismes de una temporada social en Londres...
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•| Queridos lectores, según lo que se escucha, Colin Bridgerton puede estar apunto de dejar de llamarse soltero, pues se le ha visto totalmente encantado por la señorita Relish. Los hemos visto las mañanas en el parque y muy sincronizados en los bailes. Tal parece que la señorita Relish ya escogió, aunque eso no parece detener los esfuerzos de sus pretendientes. ¿El señor Bridgerton debería temer perder a una de las joyas de la temporada? |•
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Emmett necesitaba hablar con su hermana y Emmaline quería sacar a pasear a su gato, por lo que les parecía buena idea salir a disfrutar de un relajante paseo por el parque. Elizabeth camina junto a su hermano, mientras que vigilaban a su hermana, quien jugaba con el felino a unos pasos más delante
—Tengo claro que no puedo pedirle matrimonio en su primer temporada, ni en su segunda. Eloise es alguien que no se cautiva con facilidad, algo que me encanta de ella —dijo el pelinegro mirando el suelo con desánimo—. Tenía pensado comenzar a mostrarle desde ante que no tendría que cambiar nada conmigo, pero de eso ya ha pasado un año. Creí que al menos me consideraría un amigo, pero cada vez que nos vemos pasa de mí.
Elizabeth torció los labios. El enamoramiento de su hermano era genuino, lo tenía claro, pero Eloise era un alma libre, era testaruda, ruda e intensa cuando se lo proponía. Emmett, por otro lado, era un romántico empedernido, si le gustaba alguien dedicaba todo de él para hacerla reír, lo que muchas veces lo hacía ver muy infantil, sin embargo, era una persona leal; cuando alguien que el apreciaba era dañado tomaba el lugar de oso gruñón. Si se ponía a pensar, a simple vista parecería que podrían llevarse bien; Eloise camina y Emmett la seguía, lo analizaban un poco más y como personas enteras no se complementaban. Ella era un leopardo, el un oso, ella era independiente y el era protector.
No sabía que decirle a su hermano para que no se desanimara; confesarle su pensamiento para que no siguiera lastimándose o animarlo a seguir con la esperanza que algún día Eloise viera lo que tenía enfrente.
—Hermano, no se que es lo que esperas que te diga —apretó sus labios entre si, buscando la forma correcta de decirlo—. Escucha, Eloise asocia a los hombres con matrimonio, algo que en estos momentos ella no quiera ni por asomo. No sabemos si en el futuro cambiara de opinión o no, pero creo que deberías cuestionarte ¿Estarías dispuesto esperarla, sin importar si hay o no una posibilidad de que tu esfuerzo sirva de algo?
Emmett sintió un pinchazo en el corazón. Siempre trato de convencerse que sería bueno para ella, que si se esforzaba ella vería en el algo más que un joven inmaduro.
—También debes recordar que llegará el momento en que el título de marqués te será cedido. Talvez debas buscar alguien que sea compatible con tu tipo de vida.
