Capítulo 2

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Izuku salia de la última clase con Iida, después de 4 clases. Había sido un cansado y complicado día se suponía que el primer semestre siempre era el mas difícil en cuestión de horarios ya que estaba todo quebrado, en la mañana tenia dos clases, dos en la tarde y la última era casi a las 7:00 pm cuando el sol ya se había ocultado.

Se dio cuenta que las clases de Iida coincidían mucho con las suyas en excepción de una. Al igual de cierto rubio que no quería recordar ya que lo miraba como un fenómeno, le recordaba a toda su vida miserable de estudiante.

Lo bueno es que podría tener un par de amigos contando a Uraraka y al chico de lentes que no se habían separado desde la primera clase.
Hablando de Iida se le hacía lindo, era alto, amable y parecía ser su tipo.

Sin querer pensaba en cosas románticas ya que nunca había tenido un amigo desde la primaria y al ser cercano a un chico le parecía como un comienzo de amor como en las peliculas que le gustaban a su madre.

-Midoriya-kun.

-¿S-Si? -dijo el chico apenado por sus pensamientos raros.

-Parece que ese "tipo" quiere decirte algo, no te ha dejado de ver en todo el día. -apunto con la vista a un grupo de jovenes que estaban sentados en la banca fuera de la universidad.

Fijo sus ojis verdes y se encontró con los chicos que vio en algunas clases en el transcurso del día, estaban hablando y riendo entre sí, el chico pelirrojo, un rubio con ojos dorados, una chica con pelo teñido de rosa y por supuesto el chico omega que no ponía para nada su atención a su grupo de amigos si no viendo directamente a su dirección con una mirada asqueada.

El pecoso trago saliva nervioso ya que todo el tiempo de las clases le miraba de esa forma aterradora con un aire de amenaza.

-Midoriya-kun no te preocupes yo te cuidare la espalda de ese inmoral. -le toco el hombro de forma amable y con una sonrisa confiada.

-G-Gracias Iida-kun. -se sonrojo por la amabilidad del chico beta.

-Vamos es tarde y debemos llegar temprano a casa, pero antes ¿quieres ir a cenar algo?

-¡¿Nosotros?! -el pecoso sin evitarlo sonrió y se sonrojo emocionado.

-Claro, todo ese estudio agota, así que para recuperar las energías debemos cenar algo saludable.

-¡Si! ¡E-Esta bien! -le miro con total emoción por salir con una persona después de mucho tiempo.

-Bien conozco un lugar donde venden buena comida, yo invito.

-Gracias.

El pecoso se subió al auto de Iida admirando el bello transporte y su hermoso color azul metálico.

En unos minutos bajaron en un restauran de clase alta, estaba seguro que eran demasiado caro para su presupuesto.

-Iida-san yo no creo que me alcance comprar comida aquí. -dijo agachando la mirada con pena.

-Midoriya-kun pensé haberte dicho que yo invitaba, igual lo volveré a decir, no te preocupes por nada pide lo que quieras.

Entraron al restaurante notando a personas con sus caros vestidos, demasiada clase para sus ojos verdes.
Un mesero les dio una mesa cerca de la ventana notando que habían tres sillas pero sin tomarle importancia.

-¿Vienes seguido aquí Iida-san? -pregunto con curiosidad.

-Sí, vengo seguido con mi pareja...

Pareja.

Eso fue lo último que escucho a pesar del que el chico seguía hablando. Debía recordar que no debía ilusionarse rápidamente con una persona que acababa de conocer y que era amable con él.

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