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A lo lejos San veía al pelirosa, este estaba con Yunho los dos estaba junto a las velas cambiándolas de dirección, Wooyoung últimamente era más cercano a todos, había empezado a comer en el comedor y también ayudaba Yeosang en la cocina, este último le enseñaba a cocinar. Sin darse cuenta el menor se había ganado el corazón de todos, poco a poco era parte de la tripulación, esa pequeña familia que se había formado en el Fireworks.
San dejó de ver al Tritón y siguió con el trabajo que le habían encargado, esta vez se encontraba dirigiendo el barco, había extrañado demasiado tomar el timón y dominar aquel navío, le hacía recordar viejos tiempos en donde hubieron momentos malos y buenos, esta vez había tomado el control por petición de Hongjoong, el Capitán casi le rogó para que tomará su lugar, ya que Kim estaba en la oficina del camarote buscando en el mapa el lugar en donde se abriría el portal.
El aire fresco pegaba en su piel, sus cabellos negros danzaban en dirección al viento, el sonido del mar lo relajaba, el cielo estaba despejado, se veían algunas aves volar.
— ¡San! aquí estabas, te estuve buscando... —
Cierta vocecita había interrumpido el silencio, entonces sonrió, Wooyoung venía corriendo hacía él, sus largos cabellos rosados estaban un poco alborotados haciéndolo ver muy tierno, solo aquel chiquillo tenía el permiso de interrumpir su tiempo a solas.
— ¿Qué haces acá, caramelito curioso? —
—No me gusta estar lejos de ti, además, cuando te buscaba le pregunte a Jongho dónde estabas, solo me vio feo mientras estaba afilando esa cosa a la que le llaman espada y dijo que cortaría mi colita de pescado, luego de eso empezó a reír... —puchereo.
—No te preocupes, él no te hará nada sólo estaba bromeando. —
Wooyoung solo asintió, acercándose más a San, hasta estar junto al pelinegro.
— ¿Qué es eso? —señalo la gran circunferencia de madera barnizada.
—Se llama timón, con esto controlo el barco... —
— ¡¿En serio?! —San le respondió con un suave "si"— ¿Puedes enseñarme? Yo también quiero controlar el barco —su vista aun seguía fija en el timón.
—Claro, ven aquí y toma el timón con tus dos manos. —en el instante un emocionado Wooyoung estaba delante de él tomando el timón. —Ahora vamos a girarlo un poco... —San colocó sus manos sobre las del pelirosa, sonriendo al ver que las cubría, los dos movían aquella circunferencia.
— ¡Estoy manejando el barco! —habló con emoción, sus ojitos celestes brillaban y sus labios eran adornados por una gran sonrisa.
—Ahora eres el capitán Wooyoung... —
—Sí, ahora soy el capitán. —sonrió orgulloso. —Deben temerme, soy el rey de los mares. —
