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El sol se podía ver reflejado en el agua, el cielo en tonos naranjas hacían que aquel paisaje fuera hermoso, el mar estaba en calma, las pequeñas olas chocaban lentamente con otras, hasta llegar arriba, mojando los pies de aquella pareja.
San y Wooyoung iban tomados de la mano, daban un paseo bajo la luz del atardecer, siempre les gustaba salir y pasar tiempo a solas, con el mar junto a ellos, los cálidos rayos del sol tocando su piel y el refrescante viento con aroma a sal que hacía danzar los mechones de cabello.
Ya habían pasado más de seis meses desde que Wooyoung llegó a la isla, el pirata y el pequeño Tritón estaban más unidos que nunca. San seguía siendo el capitán del Fireworks, aun no había hecho una misión grande junto a la tripulación, ya que al estar tantos años fuera de la isla se tomaron un largo descanso.
Los ojos celestes del pelirosa estaban fijos en el agua, mientras su mano sostenía la de San y el pelinegro veía el bello perfil de su amado.
—Caramelito ¿extrañas tu hogar? —San decidió romper aquel cómodo silencio.
—Solo un poquito. —Woo giró a ver a su pareja. —Pero soy demasiado feliz aquí, estoy junto a ti y los chicos, también está tu madre, que me ha tratado como si fuera su propio hijo, ustedes se han convertido en mi segunda familia y no me arrepiento de nada. —
—Me alegra escuchar eso... —levantó la mano de Wooyoung y dejó un beso en el dorso de esta.
—Uhm, amor, quiero nadar... —Wooyoung se soltó del agarré del pirata y empezó a desabotonar su camisa.
—Caramelito ¿que haces? —
—Desnudandome... —le guiño un ojo a San. —Quiero nadar pero sin mojar mi ropa. —Quitó por completo el pedazo de tela que cubría su torso, quedando solo en pantalones. —Atrápame si puedes, capitán Choi. —
—Wooyoung… —
El pelirosa empezó a correr por toda la orilla, mientras se quitaba las demás prendas y las dejaba tiradas en la arena, San iba detrás de él recogiendo la ropa de Wooyoung.
—Caramelito escurridizo. .. —terminó de recoger la última prenda, viendo a todos lados tratando de buscarlo, sonriendo al ver el movimiento en el agua y una gran aleta en tono coral sobresalía de esta, brillando bajo los rayos del sol. —Simplemente hermoso. —
San siguió su camino hacia las rocas que estaban a la orilla de la playa, dejando la ropa de Wooyoung en un lugar seco, para luego sentarse y sumergir sus pies en el agua, mientras su vista estaba fija en el bello Tritón que disfrutaba nadar en el agua.
Wooyoung se acercó hacia donde estaba San, colocando sus brazos cruzados en las piernas de este, sus ojos celestes analizaban el rostro del pirata.
—Estando así, tú en las rocas y yo en el agua, siento que ya lo he vivido, es como si ya hubieramos estado así. —
