No podía creer que ahora mismo estaba en el camino de regreso a casa, bajo la lluvia y sola. Mis abuelos y yo nos dirigíamos a la ciudad en la camioneta de mis padres cuando comenzó a fallar.
Mi abuela había insistido para que me quedara con ellos, pero eso significaba esperar un par de horas, aburrida, y realmente nos encontrábamos cerca de casa.
Las gotas frías de la lluvia recorrían mi cuerpo provocando que la ropa comenzara a adherirse a mi piel húmeda. Intenté cubrirme a mí misma con los brazos aunque sabía que no ayudaría mucho. Mis pasos se hacían cada vez más lentos.
No debí salir.
Mientras caminaba, recordé la conversación con mis abuelos acerca de los planes que tenían en familia para el sábado. Asistirían al festival de música en el centro de Virginia, me encantaba la idea pero prefería estar con la señora Kim.
Después de varios minutos llegué a la casa de mis abuelos, me faltaban varios pasos para entrar cuando escuché que el automóvil de la casa contigua se detenerse cerca de mí casi de inmediato.
— ¡Rosé! — la señora Jennie me llamó.Miré en su dirección, estaba terminando de cerrar la puerta de su vehículo oscuro para avanzar rápido hacia mí — Cariño, ¿qué ocurrió? ¿por qué estás afuera bajo esta tormenta? — su mano se dirigió a la mía para sostenerla, y antes de que respondiera ella continuó — Vamos mi cielo, entremos a casa porque puedes enfermarte.
Me llevó junto a ella al interior de su casa, protegiéndome con la calidez del hogar que me hizo sentir bien. La señora Jenie se acercó a mí para darme un beso en la frente y me miró a los ojos.
— Te espero en el baño, mi niña
Seguí con la mirada sus pasos mientras subía las escaleras. Esa mujer me hace experimentar sentimientos lindos, como si encontrara pequeñas y locas mariposas revoloteando en mi interior para recordarme que estoy suspirando por ella.
Cuando llegué al baño, ella estaba terminando de preparar la ducha con agua caliente y mientras me regalaba una de sus sonrisas sinceras, colocó sus manos en el borde de mi ropa húmeda.
— Cariño, ¿me permites quitarte la ropa? — sus dedos jugaron con la blusa en espera de mi respuesta, pero sólo alcancé a asentir en silencio para comenzar a desnudarme.
Dibujó mi piel con su mirada y como un reflejo inconsciente llevó su dedo índice a mi pecho, deslizándolo hacia abajo con lentitud. La expresión en su rostro era única, como si estuviera admirando con sus manos una pieza de arte.
Su concentración terminó en mi abdomen bajo y continuó retirando mi ropa, casi arrodillándose frente a mí. Yo sólo podía admirar su reacción al verme desnuda. En sus mejillas se encontraba un ligero rubor mientras que su mirada terminaba en cada espacio de mi cuerpo al descubierto. Y continué perdida en mis pensamientos de aturdimiento y encanto hasta que sus ojos se posaron en los míos.
— Eres hermosa, mi princesa — abrí mi boca para responder, pero ella se acercó a mi rostro, dejándome en silencio al sentir un beso en la comisura de mis labios.
La señora Kim sonrió antes de llevarme a la ducha.
El hambre que tenía de sus labios aumentó en cada segundo que pasaba a su lado, y mientras ella lavaba mi cabello, me dediqué a jugar con las burbujas que se formaban en el agua y la espuma.
— No sabía que le gustaba la música — recordé la guitarra con la que la había visto llegar a casa en la madrugada anterior.
— La amo en realidad, sólo que me dedico a escribir canciones cuando estoy inspirada o tengo tiempo libre
— ¿Ayer escribió algo?
— Escribí mucho
— ¿Puedo escucharla cantar?
— No creo que esté lista para hacerlo ahora
— ¿Por qué? — cuestioné mientras buscaba su mirada. Ella levantó las cejas y dejó escapar un suspiro.
— Porque estoy nerviosa, si me siento así es fácil que olvide la letra de la canción
— ¿Por qué está nerviosa?
— Porque estoy contigo — en ese momento el rubor subió a mis mejillas y escondí mi rostro entre las manos, mientras escuchaba la suave risa de la linda mujer.
— Cariño, eres demasiado adorable
— No, no lo soy — hablé contra mis manos que seguían cubriendo mi cara sonrojada.
— Sí, si lo eres, ¿puedes mirarme? — bajé un poco mis manos para hacer lo que me pedía, ella estaba sonriendo, observándome con cariño.
Comencé a deslizarme entre la espuma para que no me viera así.
— Rosé, no hagas eso — dejé de nuevo mi rostro al descubierto y asentí.
— Sí, si me voy a esconder en el agua
— Te vas a ahogar
— No, además usted puede rescatarme si estoy en peligro, ¿verdad?
— Sí, mi pequeña niña
— ¿Va a cuidarme siempre? — cuestioné mientras jugaba con la espuma, ella estaba contemplando mi sonrisa divertida.
— Sí
— ¿Me quiere?
— Mucho
— Si me quiere, ¿por qué no me besa ahora mismo? — así la había silenciado. Sus ojos demostraron la sorpresa al escucharme y se apoyó en el borde de la bañera para acercarse a mis labios.
— Sólo va a ser un beso, porque debemos terminar con la ducha, ya es hora de la miel, leche...
— ...y galletas — completé sus palabras antes de recibir el beso de Jennie.
Salí del agua, ella cubriendo mi cuerpo con la toalla y abrazándome por encima de la tela para depositar inesperadamente un beso en mi mejilla.
— Ve a la habitación y busca algo para ponerte, no corras porque puedes resbalar... — abrió la puerta del baño para salir conmigo — Te espero en la cocina, cariño, voy a preparar tus galletas favoritas.
Después de elegir la ropa y secar mi cabello, bajé las escaleras rápidamente, llegando en silencio a la entrada de la cocina para asomarme y ver a la bella mujer.
La señora Kim estaba distraída, cantando en voz baja mientras preparaba más galletas para hornear.
Caminé hasta ella para abrazarla por la espalda, reaccionando con un pequeño brinco de su cuerpo entre mis brazos.
— Tiene una voz hermosa...quiero escucharla un poco más...tal vez pueda acompañarla esta noche al bosque.
Si ella salía en la madrugada, pensaba en acompañarla o seguirla hasta la completa oscuridad.
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La mía es Expresión Digital, hacer planitos y modelados 3d es mi pasión.
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BABYGIRL (Adaptación Chaennie)
FanfictionMami me ha enseñado que las buenas chicas tienen su recompensa, si eres una niña mala te castigan. Ella siempre me espera en casa con leche, galletas y miel. ESTÁ HISTORIA NO ME PERTENECE, ES SOLO UNA ADAPTACIÓN, TODOS LOS CREDITOS Y TODOS LOS DERE...