BABYGIRL (Adaptación Chaennie)

#27 Peaches & Cream

- Entonces... ¿te gusta la señora Kim? - Jaehyun bajó la mirada como si estuviera concentrándose en nuestros pasos. La noche parecía más tranquila en el bosque, pero yo me encontraba desesperada por encontrar a Jennie y a mi padre.

- Aunque parezca una locura, sí, me gusta Jennie - terminé por responder.

Era extraño admitirlo por primera vez en voz alta frente a alguien. Después de haber hablado, el silencio apareció entre nosotros mientras continuamos juntos por el camino, sólo con el ruido de las hojas debajo de nuestros zapatos.

- ¿Y tu padre lo sabe?

- No, no le había dicho nada a nadie...tú eres el primero en saberlo - Jaehyun inmediatamente me miró a los ojos, estaba sorprendido, pero no dijo nada. - Al parecer ya lo sospechabas - asintió en silencio y desvió su mirada hacia adelante.

- No estaba equivocado cuando te vi en el jardín con la señora Kim...la manera en la que la mirabas no podía significar otra cosa

- ¿Ese día lo descubriste?

- Un poco, después comencé a encontrarlas juntas en casi todos los lugares, parecía que tú siempre caminabas a su lado y ella te buscaba

- Cuando llegué aquí nunca me imaginé enamorarme de una mujer...menos de alguien como ella, y sé que es un riesgo porque Jennie ya tiene una familia, tengo la misma edad que sus hijas y no sé qué pueda suceder si mis padres nos descubren - el chico de cabello castaño nos detuvo antes de llegar a la parte lateral de la colina. Nos encontrábamos cerca del molino que Jaehuyn había reparado.

- Si Jennie y tu padre se encuentran en el bosque, seguramente se desviaron del camino...el único lugar en el que pueden estar debe ser en el lago, ahí la cacería tiene límites

- No vi que mi padre llevara alguna arma

- ¿Y la señora Kim?

- No la he visto desde la mañana - JAehyun miró a nuestro alrededor y suspiró.

- Creo que es mejor regresar a casa, ya es tarde y nuestros padres podrían estar preocupados - la voz de aquél chico parecía algo distante.

En mi mente sólo se encontraba el recuerdo de mi padre caminando hacia el bosque, entre aquella oscuridad. Jaehyun me estaba observando, tenía un ligero sonrojo en sus mejillas por el fresco de la noche. Su cabello castaño se veía más claro por la luz de la Luna y su rostro serio dejaba los rasgos remarcados con detalle.

- Deberías olvidarte de la señora Kim

- Eso es imposible, además...¿por qué lo haría?

- ¿Alguna vez tu padre les dijo por qué se mudaron a Virginia?

- Tuvo problemas en el trabajo, quedó desempleado y el único lugar en el que podíamos mudarnos era aquí - el chico alto se quedó sin más que decir. -Jaehyun, parece que sabes algo que yo no

- Sólo pienso que no deberías involucrarte demasiado con ella... - detrás de nosotros se escucharon varios ladridos. - Son los hombres de cacería, debemos escondernos

- ¿Por qué?

- Estamos en su territorio, a ellos no les gustaría vernos aquí - extendió su mano hacia mí para que lo acompañara.

- Pero nosotros no somos otros cazadores

- De lejos no pueden saber quiénes somos, para ellos todos los que no estamos en su grupo somos sus enemigos, así que ahora nos encontramos en peligro porque tienen armas, y al parecer hasta perros de cacería - enlacé mi mano con la suya. El chico realmente era fuerte pero por un momento me sentí segura a su lado.

- ¿A dónde vamos?

- Al molino, tengo... - vi que rebuscara algo entre los bolsillos de su camisa, hasta que lo obtuvo - Aquí está la llave, vamos - en cuestión de segundos, cruzamos el espacio de césped seco para llegar al molino.

Él abrió la puerta y entré después de sus pasos. La entrada la mantuvo entreabierta para que observáramos lo que ocurría afuera. Un grupo de hombres aparecieron por el prado seco del molino. Desde el lugar donde me encontraba con Jaehyun podíamos escuchar cómo reían y celebraban su logro. Dos de ellos llevaban cargando a sus presas, dos pequeños venados.

Mi corazón comenzó a agitarse cuando escuché la risa de la única mujer en el grupo. Papá mantenía su brazo por encima de los hombros de Jennie mientras ella lo sujetaba más cerca de su cuerpo. De pronto la puerta se cerró de un solo golpe y Jaehuyn me hizo retroceder un poco. Iba a preguntarle qué sucedía pero en ese momento los gruñidos de los perros ya se encontraban al otro lado de la puerta.

Colocó su dedo por encima de sus labios para decirme que me mantuviera en silencio. Los hombres llamaron a los perros de cacería y esperé junto al chico desde el otro lado de la entrada. Minutos más tarde, el silencio regresó en el lugar y Jaehyun se asomó por la puerta para ver si el grupo de cazadores ya se había ido.

- Deberíamos regresar a casa

- Sí

- ¿Te encuentras bien? - sus ojos estaban fijos en mi rostro y sólo asentí para evitar más preguntas.

Avanzamos por el bosque en dirección a nuestras casas. Las hojas secas de los árboles ya comenzaban a juntarse en el suelo.

- Los adultos son extraños, y a veces siguen equivocándose como nosotros...antes quería crecer, irme lejos de aquí y ser feliz ahí afuera, ahora sólo quiero ser feliz en donde sea que me encuentre

- ¿Aquí te sientes bien?

- Sí, en parte porque ya hemos llegado a casa - a los lejos visualizaba la casa de mis abuelos y me despedí de Jaehyun para atravesar el jardín posterior. Jennie aún estaba afuera, junto a mi padre. Ambos notaron mi presencia cuando llegué a la puerta principal antes de entrar.

Papá me había llamado desde la casa contigua, pero lo ignoré. Sólo entré a mi habitación y coloqué el seguro. Necesitaba dormir, o al menos, intentarlo. En la mañana siguiente, bajé a desayunar sin esperar la presencia de alguien en el comedor.

- Hija, hoy Jennie nos acompaña en el desayuno - anunció mi abuela con una sonrisa antes de borrar su felicidad al ver mi molestia.

- Ya no tengo hambre

- Rosé, ¿sucede algo? - mi abuelo estaba mirándome un poco preocupado.

- Tal vez mi padre pueda responderles, buenos días - sentí como Jennie me siguió con la mirada. Mi madre hoy estaba presenciando todo en silencio, sin reclamarme nada. Una vez más, iba a regresar a mi habitación, pero no quería estar encerrada mientras los demás esperaban explicaciones de mi actitud.

Me dirigí a la puerta de adelante.

- Hija, ¿a dónde vas? ¿no vas a desayunar?

- Voy a estar con Jaehyun, regreso en la tarde.

Y cerré la puerta detrás de mí.

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¿Ya había puesto esa imagen?