BABYGIRL (Adaptación Chaennie)

#14 Babygirl II

Los labios de la señora Kim bajaron lentamente por mi cuello al sentir como mis manos se deslizaron con cuidado por su espalda baja para atraerla más a mi cuerpo, ella mantenía su agarre en mi cintura con cuidado. No había intentado tocarme por debajo de la ropa y menos retirarla completamente.

Mis dedos jugaron en ese espacio marcado en su espalda hasta bajar por la línea de sus caderas. Ella suspiró contra la piel de mi cuello, provocándome un ligero estremecimiento.

— Bebé, continúa — pidió entre besos.

La temperatura entre nosotras estaba aumentando con cada caricia que seguía, parecía un juego seductor que subía de intensidad. Mis manos se detuvieron en su firme trasero y ella dejó escapar el segundo suspiro pesado, dejando a mi mente nublada por las reacciones que tenía, así que solo continué con la atención en su cuerpo, presionando y liberando su piel bajo mis manos. La mujer aún conservaba la juventud en cada espacio de sí misma.

La recargué con un poco más de fuerza y sentí como presionaba sus dedos en mi espalda. El miedo a ser descubiertas disminuyó. Escuché como el agua del torrente caía mientras ella susurraba mi nombre cerca de mis desesperados labios.

— Hazlo cariño...— Mordió levemente mi labio inferior y eso me hizo empujarla un poco con mis caderas para estar más cerca de ella.

Mi respiración pesada golpeó en su cuello y sentí como se tensó por encima de los roces, estaba sedienta. Mis dedos tocaron un poco entre sus piernas, conduciendo mis caricias como una verdadera aprendiz hasta llegar a su intimidad. La humedad entre su sexo aumentaba.

En cada toque que dejaba encima de su cuerpo ella buscaba la manera de hacerme sentir más segura, pero por un momento comencé a detenerme, no sabía que hacer o cómo continuar. Jennie notó lo que estaba sucediendo y disminuyó el ritmo de sus besos mientras que colocaba su mano por encima de la mía.

— Juega con cuidado...lo haces bien...cuando estés lista, solo entra cariño.

Con la voz entrecortada me indicó el camino que debía seguir hasta que abandonó mi contacto inquieto en su sexo para que solo me guiara por el instinto, sintiendo como sus besos tocaban de nuevo mi cuello hasta subir a mis labios, convenciéndome.

Los movimientos de mis dedos subían y bajaban lentamente hasta que encontré el punto más sensible de su cuerpo, ella tiró de mí con menos cuidado, arrebatándonos un desesperado suspiro.

La primera caricia provocó que sus manos se sujetaran a mis hombros, y sin aguardar a su siguiente respuesta, entré en ella. El calor rodeó mi dedo y el balanceo que inicié la incitó para que me aprisionara. Su pecho subía y bajaba con más rapidez, mientras que mi piel hervía por debajo de la ropa al sentirla junto a mí. Nuestros jadeos aumentaron y mis dedos continuaron con los movimientos.

Necesitaba resistir.

— Siento que estoy...llegando...— Sus palabras se perdieron en la presión que hizo contra mi boca para silenciar el pesado suspiro.

Me arrastró hacia ella una vez más pero ahora con fuerza, ya estaba cerca del punto máximo. Mis labios lograron saciarla por un momento antes de que su cuerpo se inmovilizara, terminando entre besos y caricias.

No podía creerlo.

Estaba sintiendo como se humedecían más mis dedos y la presión se liberaba, se había silenciado entre mis labios para mezclarse con besos y el ruido del agua que caía a nuestras espaldas. Mis dedos continuaron adentro de ella hasta que abrí los ojos, encontrándome con su rostro agitado. Me retiré de su cuerpo y ella me besó de nuevo, esa dulzura que desbordaba entre sus labios me llevaron al recuerdo en la fuente de agua donde la había encontrado bañándose, ahora las dos nos mojábamos mientras recorría con mis manos su piel ardiente.