Después de bañarme y estar lista para dormir, me quedé mirando hacia la Luna a través de la ventana de mi habitación, el viento removía los árboles que se adentraban en el bosque que iniciaba por el sendero hacia la colina. Todo era tranquilo, una noche cálida, pero sin sofocar, con el azul oscuro en el cielo y las estrellas brillando, parecía irreal.
La casa de al lado aún tenía las luces encendidas, se escuchaban las risas de las chicas, estaban felices por la llegada de su padre.
Apoyé mis manos en la ventana para mirar hacia abajo, había visto que Bruno, el perro pastor de la vecina, se había acercado corriendo hacia la puerta trasera de la casa.
La señora Kim estaba ahí, acariciando a su compañero de guardia, al parecer solo ellos dos se encontraban afuera, en el jardín. Me aparté de la ventana para ver la hora, doce menos cuarto, era tarde. Miré de nuevo por la ventana, aquella mujer seguía ahí.
Rápidamente me coloqué un pantalón corto y una blusa de algodón color blanca, aún con el cabello sin trenzar y con el sueño olvidado, bajé las escaleras con cuidado. Mi padre estaba viendo la televisión, así que podía escapar por la parte trasera de la casa sin problema. Seguí mi camino sin hacer ruido, hasta llegar afuera.
Los grillos formaban un coro como fondo, el viento era fresco y la señora Kim se mantenía distraída. Desde aquel ángulo no podía creer que ella estuviera tan cerca de mí.
Crucé el pasto recortado y su perro inmediatamente me reconoció, ella en ese momento me miró, sorprendida una vez más por mi presencia. Rápidamente coloqué mi dedo encima de los labios como señal de "silencio" y ella sonrió.
Llegando junto a ella para abrazarla.
- Cariño, ¿no podías dormir? - su voz se hundió en mi cuello, causando un ligero cosquilleo en mi piel.
- No, usted debería contarme un cuento antes de que me vaya a la cama- Presionó su abrazo y enlazó su mano con la mía, besando un poco mi mejilla cálida por su presencia. Estaba experimentando una nueva sensación que me agradaba.
- ¿Cómo estuvo el día de mi princesa? - escucharla hablar con ese tono, mirándome con detenimiento no parecía sencillo responder con coherencia.
- Aburrido.
- ¿Por qué?
- Porque no estuve con usted- su mano estaba acariciando mi espalda y mi brazo la acercó más a mí, ella sonrió despreocupada y acomodó mi cabello detrás de la oreja.
- ¿Por qué sería divertido estar conmigo? - Miré hacia nuestras espaldas, la puerta trasera se mantenía cerrada, sus hijas y su exesposo estaban adentro seguramente entretenidos, mi familia en casa y nosotras a solas en el jardín.
Mis labios se unieron a los de ella con fuerza, ella no lo esperaba porque sentí la manera en la que se sujetó de mi ropa. Me moví para quedar frente a ella y la atraje a mi cuerpo tomándola de la cintura, su sonrisa se dibujaba por segundos en medio del beso, hasta que habló encima de mi boca.
- Linda, no debes estar afuera a estas horas- recordó.
- ¿Por qué?
- Es peligroso- Uní otra vez mis labios con los de ella para silenciar sus palabras pero se apartó después de corresponderme con rapidez- Debes regresar a casa, es tarde.
- Pero quiero estar más tiempo con usted-repliqué.
- Cielo, es por tu bien, regresa a casa y después continuamos ¿te parece?
- Pero...
Ella negó y sujetó con cariño mi rostro triste, depositando un beso en la comisura de mis labios, la mirada que me estaba dedicando parecía una perdición, el café me consumía.
- No seas desobediente, solo haz lo que te digo, por favor cariño.
- No quiero.
- Bebé, solo sé una buena chica, a mami le gusta que la obedezcan.
Sus peticiones no podían pasar desapercibidas, su voz se dispersaba con la noche, así que no iba a replicar más, solo cerré los ojos y dejé un beso lento en su mentón, sintiendo como se estremecía ante mi contacto suave.
- ¿Puedo verla mañana temprano? - pregunté esperanzada.
- Sí, yo te buscaré, ¿de acuerdo? - asentí al escucharla un poco más segura- Tal vez mañana mis hijas se vayan con su padre, hablaré con él- Recordé lo que sus hijas habían mencionado, el tiempo iba a ser más de lo que ella imaginaba y estaba comenzando a debatirme conmigo misma si decirle o no, si le decía seguramente no las dejaría ir pero ella me tendría más confianza, si no le mencionaba nada conseguiría más tiempo a solas con la señora Kim.
- ¿Va a darle el permiso a Jane y Ella para que se vayan con su padre?
- Supongo que sí, no les puedo prohibir ciertas cosas, tengo que confiar en él, aunque me cueste aceptarlo- Se veía preocupada.
Presioné los labios para no hablar, pero ella tenía esa atención despierta y lo notó inmediatamente, repasando sus delgados dedos en mi cabello de manera cariñosa.
- ¿Hay algo que me quieres decir? - Mientras miraba a lo lejos como Bruno jugaba en el jardín, suspiré, me sentía un poco tensa al no saber cómo decir lo que quería.
- Si sus hijas se quedan con su padre por más días, yo...podría estar con usted todo ese tiempo- No podía decirle directamente lo que había escuchado de las chicas, pero tampoco quería ocultar todo lo que sabía- Podría cuidarla- Ella rió bajo.
- Tú estarías bajo mi cuidado, pero ¿te gustaría estar conmigo todo el día? - estaba curiosa esperando por mi respuesta.
- ¿Por qué no? - sonrió y me besó una vez más, sujetando mis hombros con delicadeza.
- Si eres una buena chica, el sábado en la mañana te llevaré al lago.
-Uhm... ¿usted quiere bañarse en el lago conmigo? - me atreví a preguntarle.
- Quiero hacer más que solo bañarme contigo.
Joder.
Mi corazón aceleró su ritmo, dejándome sin palabras para responder, solo sentí el sonrojo aparecer en mi rostro.
La señora Jennie se despidió de mí para que regresara a casa, y mientras caminaba hacia mi habitación no podía apartar de mi mente la imagen de ella hace algunos minutos atrás.
Su recuerdo estaría conmigo hasta que cerrara los ojos para dormir.
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Iba a preguntar que les parecía que subiera de dos a tres capítulos por día pero no muchas personas comentan cuando pregunto algo.
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BABYGIRL (Adaptación Chaennie)
FanficMami me ha enseñado que las buenas chicas tienen su recompensa, si eres una niña mala te castigan. Ella siempre me espera en casa con leche, galletas y miel. ESTÁ HISTORIA NO ME PERTENECE, ES SOLO UNA ADAPTACIÓN, TODOS LOS CREDITOS Y TODOS LOS DERE...