•Butterfly• ||Malum || Lashton|| Kingpunx.

3.

«Olvida lo que sientes y lo que sabias.»

De nuevo la habitación obscura, pero esta no era la misma, no, el suelo de fina madera estaba seco, sin rastros de agua, abre las ojos de golpe y una ráfaga de brisa helada golpea su rostro, la habitación es iluminada por un rayo de sol que se cuela por la ventana de cristales limpios y brillantes, lanzo un quejido a un intento fallido de levantarse, su cuerpo pesaba y dolía, como si de múltiples golpes se tratara.
Escucho unos leves golpes sobre la puerta de madera que se encontraba a su izquierda, su rostro se giro rápidamente, observando la puerta entreabrirse lentamente, comienza maldecir en sus adentros, cierra los ojos con fuerza y escucha pasos dentro de la habitación no puede escuchar la respiración tranquila de esa persona, puesto que su respiración agitada y su corazón latiendo con fuerza le es imposible concentrarse en observar a esa persona, gira el rostro lentamente pero una mano, grande y callosa se posa sobre su delicado rostro evitando que pueda observarle, siente el rostro de aquel hombre posarse cerca de su cuello olfateando su piel y sintiendo las manos ahora sobre la piel pálida de su cuello, se queja al sentir un leve apretón en la delicada piel, recorre su cuerpo con la mirada, no puede observar aquel rostro desconocido pero logra visualizar esas piernas delgadas de pantalones costosos de vestir y una mano morena sosteniendo aquel bastón que producía el sonido como si de tres pies se tratara, el hombre tose levemente y camina frente la ventana de la habitación, sobándose la nuca con la mano libre.

-¿Cual es tu nombre? - su fuerte y clara voz resuena en sus oídos, intenta articular palabras pero su garganta seca duele y demanda por algo de agua, tose un par de veces y el hombre se gira observándolo - Te he hecho una pregunta - demanda de manera autoritaria con el ceño fruncido

-Mi... Michael - dijo con dificultad carraspeando, sintiendo que sangre se derramaba por su garganta

-¿Michael? ¿Michael que? - Pregunto con una media sonrisa, disfrutando del dolor en el chico tendido sobre el suelo, se coloco sobre el banco de madera que se encontraba frente la ventana, el chico no contesto, se giró bruscamente para observarlo, notando que este estaba ¿Dormido? se acerco lentamente golpeando un costado del delgado cuerpo con el bastón, lanzo un suspiro dirigiéndose a la puerta de fina madera de la habitación, al cruzar esta se encontró con el hombre de piel bronceada que le sonrió maliciosamente - Lo llevare, mas vale que no este enfermo Ashton pongo toda mi confianza en ti - dijo tomando la chequera de su bolsillo trasero

-Y tu dinero - dijo levantando levemente las cejas, se concentro en el bolígrafo del hombre sobre la chequera, arranco el trozo de papel con algo de brusquedad y depositándolo con delicadeza en las manos de aquel hombre que esbozo una sonrisa al tener la mirada retadora de el moreno sobre el

-Enviare un auto por el esta misma noche - proclamo firme - también traerán un traje, procura que lo vistan, tiene que llegar decente a mi casa, no quiero que le respondan pregunta alguna o que lo droguen, ya esta demasiado drogado para la semana próxima - lo miro acusador, molesto por ello - Sabes e odio que hagas eso - reclamo

-Lo siento, pero algunas veces no los callas ni con una mordaza - se defendió

-Estas completamente seguro ¿que es virgen? - las interrogantes eran mayoritarias en su cabeza

-Si, hermano lo asegure al comprarlo, su propio novio lo puedes creer - contó con gracia, caminando por el largo pasillo - Hay algo que no tengo muy claro y estoy obligado a decírtelo, me lo han vendido como Británico, al encargarme del papeleo me he dado cuenta que es Australiano - argumento

-Pero ¿los papeles están arreglados? - pregunto algo nervioso, el de la piel bronceada asintió llevándose un cigarrillo a los labios - Me das asco, apestaras mi ropa - dijo molesto arrancándole el cigarrillo de los labios, lo lanzo a el suelo y coloco su pie sobre el - esta camisa cuesta dos veces todo lo que llevas puesto, y si al salir de aquí tengo el mas mínimo olor a tabaco, no dudare en venir y cortarte los genitales - amenazo.

El castaño solo asintió efusivamente, el moreno se giro y camino hasta la entrada de la casa, al salir subió a su auto apresuradamente y este arranco, sus guaruras le observaban al notar como sus manos temblaban y jugaba con sus dedos, estaba realmente nervioso, había echo cosas terrible pero esta ves, sentía que no podría con lo que estaba haciendo. Pero si se había inventado su propia vida en cinco minutos, porque no podría con la de alguien mas, una sonrisa maliciosa apareció en su rostro, y una pequeña risa salió de entre sus labios, pero para quien le inventaría una historia una vida, se acomodo el cabello con cuidado y suspiro.

-Señor Hood, ¿todo esta bien? - pregunto uno de sus guaruras

-Mejor que nunca - contesto seguro por primera ves en mucho tiempo le sonreía a sus guaruras.

Todo tenia que dar un giro de 369 grados en su vida, pero mientras valiese la pena, no importaba si tenia que dejar de llamarse Calum Hood.

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