El sueño de un navegante

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Quiero navegar en un mar de estrellas para dejar este mundo atrás, esta realidad manchada.
En mi navio solo habrá espacio para los sueños, hasta los rotos.

Parecerá que esos me harán hundir la nave, que el pequeño velero no podrá soportar su peso. Pero la verdad es que los sueños rotos no tienen peso, al romperse se volvieron enseñanzas, y con eso la nave se hace más estable.
Los sueños son el casco, la quilla y el timón. Las velas están formadas con los hilos de mi voluntad, el viento que me impulsa es mi propósito.

El camino va marcado por mi sangre, el destino, la eternidad.

No me preguntes cuánto tiempo tardaré, porque eso no lo sé, solo sé que cada milla que domine será una marca. No puedo predecir las tormentas, solo resistir y no perder el rumbo.

Resistiré cuanto lo haga mi corazón.
Al pequeño velero lo llamaré Caliope, musa de la poesía, en mi camarote tendré una biblioteca, y escribire cuando el mar y la noche sean uno solo.
Cuando la luna toque el agua trazare el rumbo hacia ella, así es como se abre un umbral entre el mar y el cielo.

Poemas de una sombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora