Poemas de una sombra

Después de la lluvia

¿Y si te quedas después de la lluvia?
Es la pregunta que quiero hacerte, pero el miedo no me deja. Aprieta mis labios y no los deja decir lo que mi corazón desea.
¿Y si te quedas si quiera para volver a hablar de lo mismo?
Amo la lluvia porque es lo que te mantiene aquí conmigo en esta mísera librería llena de magia.
Tomare un suspiro, tomare un sorbo de mi café y tomaré el miedo y lo convertiré en una ilusión.
En el peor de los casos, en la peor pesadilla te perderé en lo que más amo.

Y te veré desaparecer después de la lluvia.
Quiero contemplar las gotas que quedaron en la telaraña que está en la esquina de la ventana al lado de nuestra mesa.
Quiero sentir el frío y el olor de los libros mezclado con la suave fragancia de tu cabello, fingir que pateó tus pies por error alegando que me dejó llevar por la emoción de la lectura.

Pero solo lo hago para ver tus cristales rotos.
Quiero disfrutar el retumbar del trueno mágico para que busques mis ojos con tu expresión de susto infantil y tratar de esfumar el miedo con una sonrisa burlona y mi estrepitosa risa.

Miro a la ventana y rompe el cielo un ángel que quiere escapar del cielo y sentir la tierra.
Su luz ilumina mis ojos y me saca de mis pensamientos, es la hora de liberar la verdad; ¿Sabes? Llevo casi una semana o más planeando este momento, soñaba despierto más que dormido. Imaginaba muchos posibles casos, muchos posibles resultados. Pero me cansé de planear tanto, ya debo ejecutar el deseo.
Lo sé, es algo muy raro de decir en voz alta, pero ya no hay vuelta atrás, una cadena se ha roto. Este momento marca un antes y un después.
Puede que sea un frenesí, puede ser el mejor sinónimo que puedo utilizar.
Pero, respóndeme esta pregunta.
¿Te quedarías aquí conmigo después de la lluvia?
Una sonrisa es tu respuesta, mientras un rayo baja a la tierra para darme alas.