⨴Asqueroso⨵ ⨻DabiChako⨻ <TERMINADA>

MORIR Y SALIR

Narra Ochako:

No sé cuánto tiempo llevo aquí, ¿Un par de días? ¿Meses?. Lo dudaba, pero no estoy segura. Mis brazos llenos de arañazos dolorosos comenzaron a sangrar de nuevo.

Narra la narradora:

Dio una bocana de aire para que luego el aire no pase a sus pulmones, su corazón paró de latir y su respiración se cortó. Murió por un paro cardiorrespiratorio, sola, como se sintió en todo momento, esas paredes son los únicos testigos de todo lo que sufrió la peli-castaña. Su destino no fue morir por Él, su destino era morir a secas. Tal vez ya encontró paz en otro lugar.

En esa silla fue su condena

Y en esa silla fue libre de las garras de Él

Tal vez ya era feliz

Tal vez siempre fue infeliz

Ya nunca lo sabremos a ciencia cierta

Narra Touya:

Nunca me gusto el pasillo que contenía a Ochako-Chan, era largo, era incómodo en cierta manera. Abrir esa puerta siempre era una aventura, mi cuerpo siempre sufría escalofríos. Vi a Ochako-chan postrada en la silla con la mirada gacha, mis manos vuelven a picar y un extraño sentimiento se apodera de mi ser.

—Ochako-chan .—
Dije, no esperaba respuesta, no tiende a hablarme.

Me acerqué a ella, no quería ver su mirada, sólo me espera ver asco hacia mi persona. Me senté en su regazo poniendo mi piernas alrededor de las suyas, apoyé mi cabeza sobre su hombro buscando el calor reconfortante que suele emanar.

Esta fría. Como un copo de nieve.

Eche mi pecho hacia atrás buscando esos ojos chocolate tan encantadores. Su mirada fría y sombría, ya sin vida. Me reí ante tan buena broma.

—Ya, Ochako-chan, caí en tu broma .—
Hablé entre carcajadas.

La moví levemente. No reaccionaba.

—O-Oye, ya... muévete .—
La sacudí tratando pobremente de que se mueva.

Mi cabeza pasó a su pecho comprobando si su corazón latía. No sentí nada.
Mordí mi labio inferior con fuerza provocando un sangrado abundante en esa área.

—¡Ochako, despierta! .—

Y no movió ni un músculo. Está muerta.

Mis gritos desesperantes rodearon la habitación e hicieron eco en la misma. Que más haré ahora, ella se fue de mi lado de todas formas.

Mis gritos cesaron al sentir mis cuerdas vocales fallaron.

Creo que es hora.

Mis manos temblorosas cargaron estilo nupcial su pequeño cuerpo, volví a salir por esa puesta. Al salir de este nuevo infierno comencé a correr en dirección a la academia. Me paré frente la gran e inminente pared frente a mi. No tardaron en llegar.

—¡QUE HICISTE!... ¡MALNACIDO! .—
Escuche gritar a lo lejos, si no reconociera la voz de mi hermano no sentiría mi cuerpo temblar.

—¡OCHAKO! .—
Escuche a lo lejos.

Antes de que llegaran deje sutilmente a Ochako en el suelo. Bese su frente empapando su cara con mis lágrimas.

—Te amo, Ochako... .—

Tomé el arma que se encontraba en mi bolsillo y disparé directo a mi cabeza.

Al menos ahora estamos juntos.