❒ | 𝐌𝐢 𝐃𝐮𝐞𝐧̷̃𝐨 𝐩𝐞𝐫𝐯𝐞𝐫𝐭𝐢𝐝𝐨. [Mikellino]

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— ¡Bolita de nieve, deja eso! —Llamó la atención el azabache mientras observaba serio al felino.

— ¡Le dije que esa bola de pelos no era buena! —Grito Mike desde el pasillo, desconocía que había hecho el gato pero ya estaba a la defensiva.

— ¡Calla y vete de una vez a la reunión! —Dijo nervioso, debía arreglar la situación antes de que llegue el castaño.

El pequeño gatito había encontrado una capa verde a bajo del sofá y contruyó allí su pequeño territorio. Al parecer le gusto la tela que comenzó a acurrucarse en esta mientras ronroneaba. Pero la capa era de Mike, quien siempre dejaba sus cosas por cualquier lado.

Trollino debía hacer algo o se armaria una guerra, donde él ya no podría intervenir.

— Ven aquí gatito,mishu,mishu,mishu —Intento repetidas veces llamar la atención del felino, pero este lo ignoraba y seguía en lo suyo— Hey, eso es cruel bola de nieve...

— ¡Dueño Trolliiii! No encuentro mi saco, ni mis medias, ni mi cinturón...Solo llevo la camisa y el pantalón ¿okey?....¿Sabes que? tampoco quería ir a una tonta ceremonia.

Se rindió fácilmente.

— ¡Mike, es un velorio! —Replicó el azabache mientras buscaba algo de comida para el felino y lograr que salga.

— Ah...

Es cierto, el salón de Mike había perdido a un profesor de Física, quien tras una larga enfermedad ya no pudo soportarlo. Por lo que, todos los estudiantes ese día no tendrían clases y por respeto irían al velorio en traje.

— ¡Eso te pasa por tirar tus cosas y no ordenarlas! Ay este tío es un lío...pero de los que no tienen solución —Suspiro agotado.

— ¡Miau!.

— Lo sé, lo sé, pero así se le quiere, aunque también me recompensa-.. Espera..¿Qué hago hablando con un gato? ¿Acaso me entiendes? ¿Puedes hablar?

— Miau.

— Eso es, di algo, prometo no decírselo a nadie.

— Dueño Trolli, tampoco encuentro la corbata ¿Me podría poner mejor su ropa? Aunque me queda un poco gran...de —Se detuvo al mirar como el azabache se encontraba sobre el piso tratando de estirar su mano por debajo del sofá— ¿Qué hace?

— ¡Oh Mike! Pues...

Trollino rápidamente se levanto, al observar al castaño se quedó sorprendido. Mike estaba descalzo, con el pelo desordenado, su camisa un poco desabotonada dejando ver su clavícula y hombros, junto con sus pantalones flojos por la falta del cinturón.

— ¿Qué? Le dije que no encontraba mi ropa y tampoco me arreglé —Habló con un leve rubor en sus mejillas— No me mire así, pervertido...

— ¡Miau!

— ¿Eh? ¿Qué hace la bola de pelos bajo el sofá?.

— A-ah, esto...¡Tiene miedo! Se asustó y fue corriendo abajo del sofá..creo que aún no se acostumbra a su nuevo hogar jeje..—Sonrió nervioso.

— ¿En serio? JAJAJA ¡Que miedo-...!

— Miau..

El felino maulló saliendo de aquel mueble con la tela verde en su boca, dejando al castaño sorprendido y al azabache maldiciendo por lo bajo.

Un rato más tarde..

— ¡Mike vuelve aquí!

— ¡Hey rata pulposa! ¡Devuélveme mi mantita y nadie saldrá herido!

Ahora el castaño era quien se encontraba agachado frente al sofá tratando de llegar al felino. Pues apenas se acercó para recuperar su capa, bolita de nieve corrió de vuelta a bajo del sofá.

Por otra parte, Trollino solo observaba y emitía algunas llamadas de atención. Pero realmente estaba disfrutando de la vista que tenía de la parte trasera de Mike. No pudo evitarlo y..

— ¡Ah!..

— Ups~

Le dio una nalgada. Aprovechando la oportunidad.

— ¡Pervertido! —Chilló Mike agarrando cualquier cosa a su alcance, un cojín, y tirándole al mayor.

— No me arrepiento de nada... —Pronunció de manera dramática recibiendo el impacto.

Al final bolita de nieve logró salir para romper la tensión entre los otros dos y entregó la capa para después echarse a correr.

— ¡WAHHHH! primero no encuentro mi ropa y estoy hecho un desastre...—Se quejaba el castaño sentado en el piso abrazando sus piernas.

— N-no es así, te veías muy sexy~

— ¡WAAAHHH ahora mi mantita! ¡Esta llena de pelos gatunos asquerosos y suavecitos!

— M-mike..

— Y POR ÚLTIMO, casi me violan...—Decía el menor mientras emitía falsos lloriqueos— La desgracia me persigue...

Bueno, después de aquellos acontecimientos de tan mala suerte para Mike. Si logró cambiarse y llegar a tiempo al velorio. El azabache se quedó en casa buscando al felino, no sabía si agradecerle o castigarlo.

¡Sigo viva gente :D!
Me disculpo por no actualizar tan seguido, aprovechando que paso por aquí, quizás actualice las otras historias.
¡Espero les guste el nuevo capítulo y nos vemos!