A la media noche del mismo día, Mike se despertó. Había sentido cómo lo cargaban y lo dejaban delicadamente en su camita. Cuando por fin abrió los ojos se topó con el rostro del azabache.
— Ah, hola, perdón si te desperté. —Sonrió levemente— Iba a cambiarte-
— ¿Qué hora es? —Preguntó, aún adormilado.
— Las doce, ya es veintisiete de marzo.
— Aya, buenas noches. —Bostezó, acomodándose para un lado, dándole la espalda— Dormiré con esta ropa, no es necesario...
Trollino solo soltó una risita para acercarse a él, acariciando su cabello, acción que disfrutó el castaño.
— Espera... cómo que ya es veintisiete.
— Feliz Cumpleaños, amor. —Habló Trolli dejando un beso en su frente.
— Ya soy mayor de edad. —Sonrió, dándose cuenta su expresión cambió poco a poco— oh no...
— Si, ahora tienes más responsabilidades.
— ¡Ya no quiero crecer! —Se lamentó escondiendo su rostro en la almohada.
Trollino solo se rió por su comportamiento.
— Pero mira el lado positivo, con respecto a nosotros.
— Cierto. —Se giró a verle— ¿quieres hablarlo ahora o...?
— ¿Hablamos de eso más tardecito, vale? Ahora debes descansar. —Sonrió levemente acomodando la manita que lo abrigaba.
— vale.
Estaba por irse a su habitación, ya estaba cambiado y listo para dormir. Sin embargo, una voz lo detuvo.
— Si quieres... puedes quedarte a dormir aquí, solo por hoy. —Se atrevió a decir Mike, ya eran una pareja y quería pasar más tiempo con él, descubrir muchas cosas y tener varias experiencias a su lado.
Esta noche, quería dormir con él.
Experimentar la cálida sensación de tener a alguien a tu lado cuando duermes, y si es posible abrazarlo, sentirse seguro.
— Bueno, ya que insistes... —Alzó los hombros, acercándose.
— Ajá, solo no te pases de listo ¿entendido?, que adormilado me desconozco. —Advirtió, apuntándole con su dedo índice mientras lo veía recostarse a su lado.
— Entendido cumpleañero, será mejor que duermas que mañana... o bueno, más tarde, será un día muy loco, joven mayor de edad. —Sonrió apegándose al castaño.
— ¡Pero que te dije! —Se quejó sintiendo como su cara se ponía roja.
— Es solo un abrazo. —Sonrió Trolli, colocando su brazo alrededor de la cintura contraria— Si no te agrada, solo dímelo.
Ante el silencio de Mike supuso que estaba bien.
— No entiendo por qué te incomoda o algo similar que te toque. —Decidió aclarar— Si hasta nos bañamos juntos. No deberías tener vergüenza, o eso creo yo.
Mike trago saliva antes de responder.
— No es eso, no me incomoda, solo que... me pone nervioso. Antes eran abrazos o caricias con el objetivo de molestarnos, ya sabes. Pero ahora tienen otro significado, porque son muestras de afecto, porque ahora somos una pareja y es normal que se hagan estas cosas... no lo sé, se siente distinto. —Explicó Mike, no siendo capaz de girar a verle.
Sus nervios aumentaron por no obtener respuesta del azabache, pensando que quizás dijo algo muy cursi o sin sentido.
Hasta que se sorprendió al sentir como los brazos del mayor aprisionaban su cuerpo. Sintiendo la respiración ajena en su cuello, experimentado un escalofrío por la repentina sensación.
— Mírame, Mike.
— A ver Trolli, no puedo girar mi cuello como los personajes de las pelis de terror ¿vale? así que primero suéltame para poder darme la vuelta.
Apenas lo liberó, Mike se dio la vuelta, quedando cara a cara con Trolli.
Quizás no fue una buena idea.
Unas manos ejercieron un agarre en sus muñecas, sintiendo un peso encima suyo. Trolli se había levantado y puesto sobre Mike, el pobre todavía estaba procesando lo ocurrido. No se esperaba esa reacción.
— Eh, ahora si te estoy viendo. —Mencionó Mike, nervioso.
— ¿Por qué tienes que ser tan lindo? —Aludió, recargando su cabeza en el pecho del castaño.
— Ay, nos ponemos románticos... —Sonrió, sintiendo como volvía el rubor a sus mejillas.
— Me exci-..
— O quizás no. —Le interrumpió, soltando un suspiro— Ya solo bésame, ¿quieres?
Aquellas palabras fueron suficientes para que el azabache se acercara y uniera sus labios, era un beso que poco a poco subió de nivel, por momentos se separaban para recuperar el aire, y las manos del mayor no estaban tranquilas.
El azabache con una mano acariciaba la mejilla de Mike mientras que la otra se encontraba deslizándose por su cadera lentamente, acariciando sus muslos.
Trollino comenzó a descender, besando su cuello, acariciando su espalda baja. Mike realmente disfrutaba su tacto. El azabache se turnaba dejando besos en sus labios para volver a atacar su cuello.
El ambiente en la habitación cada vez se hacía más caluroso, era excitante.
— Creo que, deberíamos parar. —Logró decir Mike, ante los pequeños besos que daba el mayor en sus labios.
— Tienes razón... —Añadió, subiendo sus manos para acariciar su cabello— o no podré detenerme.
Se quedaron unos minutos recuperando la respiración mientras el mayor no dejaba de mimar al contrario, acariciando sus mejillas o cabello.
— Me iré a dar un baño. —Espetó Mike levantándose— Hace calor.
— Te acompaño. —Le siguió Trolli.
Ambos se dieron un refrescante baño y volvieron a dormir. Más tarde, cuando ya era de mañana, se despertaron a desayunar.
En todo el día Mike no dejaba de recibir llamadas de felicidades por su cumpleaños de parte de familiares o amigos lejanos.
Llegada la tarde, sus amigos lo visitaron e hicieron una pequeña celebración.
Mike no podía estar más feliz.
Aunque aún tenía una charla pendiente con Trollino.
Wuenas, ¿Qué les pareció?
Se les quiere, cuídense y tomen awua <3.
ESTÁS LEYENDO
❒ | 𝐌𝐢 𝐃𝐮𝐞𝐧̷̃𝐨 𝐩𝐞𝐫𝐯𝐞𝐫𝐭𝐢𝐝𝐨. [Mikellino]
Fanfiction|❣️| Trollino es un pervertido, y a Mike no le importa seguirle el juego. Desde que Trollino y Mike se reencontraron han tenido una convivencia similar al de una pareja, pero a su manera. Al azabache le entretiene molestarlo, ama presenciar sus rea...