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A pesar de que pasaron semanas desde que bolita de nieve volvió con su dueño, este mismo al notar el cariño que le tiene su gato a Mike y Trolli decidió que podía visitarlos de vez en cuando.

Al final, se hicieron amigos los tres, bolita de nieve no puede estar más feliz de tener tres padres.

— ¡Bola de pelos! —Gritó Mike, extendiendo sus brazos.

El gatito saltó de los brazos de su dueño y se lanzó, siendo atrapado por Mike.

— Y pensar que al inicio parecían no llevarse bien. —Susurró el azabache viendo la escena.

Después de hablar un rato con el dueño de bolita de nieve fueron a la sala.

— A ver, como aún es temprano podemos jugar ¿qué dices bola de pelos? —Dirigió su vista al felino que estaba acurrucado en su regazo.

— Miau.

— Tomaré eso como un sí. —Sonrió bajando al felino— Ya sabes como funciona; yo te persigo, tú huyes. Si te atrapo te toca a ti perseguirme, y viceversa.

— ¿Estás.... hablando con el gato? —Preguntó Trolli entrando a la sala con una taza de café.

— Así es, el me entiende.... yo lo sé. —Miró fijamente al gatito, entrecerrando sus ojos.

Este simplemente lo ignoró, lamiendo su patita para después pasarla por su rostro.

— Bueno, mientras no hagan un desastre me da igual. —Mencionó el azabache, dándole un sorbo a su bebida— Estaré viendo la tele un rato.

— ¡Entendido!

Mike se agachó, colocando sobre el suelo la palma de sus manos y rodillas.

Llamó la atención de Trollino.

— Pero que linda vista~

— Cállate. —Respondió Mike, un poco molesto con las mejillas ligeramente ruborizadas.

— Como que me dieron ganas de jugar...

— Pues que pena, porque estás ocupado viendo la televisión.

Mike no le dio tiempo para responder al azabache y comenzó a acercarse al felino de manera lenta, sigilosa. Este que estaba mirando en dirección contraria se quedó quieto, moviendo su cola de un lado al otro.

— No puedo seguir jugando si me miras así... —Se quejó Mike, rendido.

— ¿Así? ¿Así cómo? —Preguntó Trolli haciéndose el desentendido.

— No te hagas, que no lo voy a decir. —Se dio la vuelta y sigo gateando hasta llegar donde el felino.

— Yo estoy ocupado viendo la tele.

— Yi isti icipidi vindi li tili.

— ¿Te vas a poner así, Mike? —Sonrió.

— No soy Mike, ahora soy un cazador de bolitas de nieve.

De pronto, Mike saltó queriendo atrapar a bolita de nieve, pero el gato fue tan rápido que al instante corrió a la habitación del castaño, chocando contra la puerta.

El sonido que hizo dejó a Mike en el suelo, soltando fuertes carcajadas. Mientras que Trollino intentaba contener la risa prestando atención al programa que se transmitía en la tele.

No era la primera vez que jugaban, Mike ya sabía cómo era el gatito. Por lo que se encargó de cerrar todas las puertas —menos la cocina y el armario que había en el pasillo— para impedir que sea más difícil buscarlo, ya que mientras recorría cada habitación bolita de nieve se acomodaba en un lugar y se quedaba dormido.

— ¡Mike! ¡Ya deja de reírte y anda a ver si el gato sigue vivo!

Mike entre pequeñas risas fue a donde el felino y regresó con este entre sus brazos.

— Que está bien. —Aseguró, acariciando al gatito— ¿verdad, bola de pelos?

— Pues esa mirada me dice que está bien... bien enojado contigo. —Contestó divertido Trolli.

— ¿Mejor una película? todavía tenemos dos horas

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— ¿Mejor una película? todavía tenemos dos horas.

— Esta bien. —Respondió Mike, que tenía a bolita de nieve en brazos y una mordida en su mano con algunos rasguños.

Bolita de nieve no se quedó sin su venganza.

Acomodaron la sala, colocando más cojines sobre el sofá. Mientras Mike preparaba las palomitas de maíz, Trolli buscaba una película ya sentado en el cómodo sofá con bolita de nieve a su lado ronroneando, ambos se llevaban muy bien.

— ¡Listo! —Apareció Mike con dos recipientes de palomitas, uno era más pequeño.

— Espera, ¿el gato también puede comer eso?

— Pues una vez le di, y esta acá vivo así que...

— Ay, que algún día capaz nos matas al gato. —Mencionó el azabache masajeando su frente.

— Tranquilo Trolli, que yo recuerde no le he dado otra cosa más que no sea su comida. —Sonrió despreocupado tomando asiento al otro extremo del sofá.

Cada uno estaba a un lado dejando al felino en medio.

Después de tanto tiempo bolita de nieve se había convertido en un hijo para ellos, incluso le compraron ropa, juguetes, entre otras cosas que utilizaban cada que venía a visitarlos, le tenían un cariño especial.

— Creo que se quedó dormido, Mike. —Afirmó Trollino.

— Y yo que quería que comamos papel juntos después de esto... —Se lamentó acomodándose junto al gatito— Mmhm... tanto que está a mi lado que hasta me ha contagiado el sueño.

— Descansen. —Susurró Trolli dejando un beso en la frente del castaño, sintiendo como sus ojos se cerraban lentamente, para después quedar dormido.

Buenas ¿Qué les pareció?

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Buenas ¿Qué les pareció?

Se les quiere, cuídense y tomen awua <3.

❒ | 𝐌𝐢 𝐃𝐮𝐞𝐧̷̃𝐨 𝐩𝐞𝐫𝐯𝐞𝐫𝐭𝐢𝐝𝐨. [Mikellino]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora