❒ | 𝐌𝐢 𝐃𝐮𝐞𝐧̷̃𝐨 𝐩𝐞𝐫𝐯𝐞𝐫𝐭𝐢𝐝𝐨. [Mikellino]

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— Mike ¿estás ahí? —Preguntó el azabache dándole toques a la puerta.

En unos minutos la puerta se abrió, mostrando a Mike mirándole fijamente, parecía decidido.

— Me gustas —Declaró.

Que directo, pensó Trollino.

— Tú también me gustas —Soltó el azabache.

— Ya se que no sie- espera ¿qué dijiste? —Dijo sorprendido, sintiendo como se le calentaba el rostro.

— Que también me gustas —Repitió Trolli con una pequeña sonrisa.

Bolita de nieve que estaba entre los dos —sin siquiera ser notado— notó la tensión entre sus dos dueños momentáneos y escapó de allí.

— Esto...¿Le puedo abrazar? —Preguntó Mike con una sonrisa.

— Sí, justo iba a preguntar eso —Se acercó un poco más, extendiendo sus brazos— Ven.

Mike no espero más y se tiró hacia él. Trollino por poco lo pudo sostener, o ambos caerían al suelo. Sujetándolo con fuerza, como si no quisiera que se vaya.

El abrazo se mantuvo por un largo rato, disfrutando de la compañia y calidez del contrario. Sentían como una felicidad inmensa sobresalía de su interior y hasta Mike no pudo evitar soltar unas cuantas lágrimas.

Por fin se sentía querido, aceptado, como aquellos brazos lo sujetaban con fuerza y sentía la respiración del azabache en su cuello.

— Yo...no quiero arruinar el momento —Interrumpió Trollino— pero tengo unas ganas de besarte ¿puedo?

Se separaron levemente y se miraron, Mike solo asintió dándole su aprobación. El azabache sonrió y se acercó a sus labios.

Ante la cercanía sus respiraciones se combinaron, rozando sus labios...

Hasta ser interrumpidos por el sonido del timbre.

— Debe ser el dueño de bola de pelos —Murmuro Trollino alejándose— Ya vuelvo.

— Entiendo, te espero aquí —Contestó mirándole como se iba— Tenía que interrumpir justo ahora...

Siguió emitiendo quejas en voz baja tomando asiento en su cama, mirando la puerta fijamente esperando la aparición del azabache.

Aún no eran pareja ¿verdad? Ninguno de los dos lo aclaró oficialmente.

— Volví ¿en donde nos quedamos~? —Habló en un tono coqueto cerrando la puerta y acercándose.

— Ya se me quitaron las ganas...—Susurró Mike.

— Oh, yo te puedo encender si deseas~ —Habló cerca de su oído, tomando asiento a su lado.

— Me sirve —Dijo divertido, rozando sus labios.

Trollino sólo sonrió y terminó la distancia que había entre ellos, uniendo sus labios en un suave y dulce beso, colocando su mano sobre el muslo del menor.

Mike no sabía si agradecer o no el llevar puesto solo un shot y una camiseta.

Impaciente, el azabache mordió el labio inferior del menor, haciéndole soltar un pequeño quejido y aprovechando para introducir su lengua, empezando una batalla entre estas, que claramente ganó.

El ambiente se volvió caliente, aquel beso cambio por uno candente y necesitado.

No obstante, otra interrupción se hizo presente. Arruinando aquel acto que se iba a llevar a cabo.

— Mierda —Se quejó en voz baja el castaño— Lo siento —Se separó y agarró su celular para salir de su habitación.

— ¡Hola Mike! ¿Cómo te fue? —Preguntó curioso su amigo, escuchando otra voz de fondo.

— Sparta...todo salió bien, de hecho, estaba entre algo importante —Contestó evitando gritarle, sabía que el menor lo hizo sin intención.

En cambio, escuchó una risita.

— Spartita ¿con quién estás?

— Con Rius —Respondió alegre— Me dijo que te llamara.

— ¡SPARTA! —Se escuchó la voz de Rius llamándole la atención y un chillido por parte de Sparta— Se supone que tú lo llamaste por tú cuenta ¿Acaso no escuchaste lo que te dije hace rato?

— Estaba jugando, es obvio que no te escuché —Se defendió— Bueno Mike, lo siento por interrumpirte ¡hablamos luego!

— Adiós Sparta, te encargo a Rius.—Colgó para después suspirar, luego pensaría como vengarse.

— ¿Terminaste? —Se asomó Trollino desde la puerta.

— Sí, eran los chicos.

— Ya veo —Se acercó tomando sus manos— Mike, creo que me olvide de algo.

— ¿Qué cosa?

— Proponerte esto —Sacó de su bolsillo dos pulseras— Te la planeaba regalar antes de todo esto, cada una tiene la mitad de un corazón, este es uno amarillo y otro negro —Indicó colocando una en su brazo y la otra en el contrario— Y si los juntas forman un corazón.

Mike solo formó con su boca una "o" apreciando aquel detalle.

— A todo esto ¿aceptas ser mi novio? —Levanto su vista, mirándole expectante.

— Aún soy menor de edad... no quiero que tenga problemas por mi culpa.

— Entonces esperaré a tu cumpleaños ¿te parece? —Alzó su mano acariciándole la mejilla.

— ¡Sí! —Sonrió Mike, acurrucando su rostro disfrutando del tacto— Ahora por favor, deja de acariciar mi cintura.

El azabache le delvolvió la sonrisa, alejando su mano— Lo siento, es la costumbre.

Hola :D, ¿Qué les pareció?

Se les quiere, cuídense y tomen awua <3