Narra Alessandra.
Me despierto un poco perdida, pues no sé dónde estoy, miro a mi izquierda y veo un ventanal muy grande. Luego muevo mi cabeza y miro hacia abajo, me encuentro en una camilla que parece ser de hospital, y así es estoy en el hospital, me miro todas las cosas que llevo puesta en el brazo y me asusto un poco. Pero eso desaparece cuando miro a la derecha y veo dormido en la butaca a Marcos.
Le dejo un poco que siga dormido porque supongo que no habrá podido dormir mucho esta noche.
Enseguida viene una enfermera a revisarme y a traer mi desayuno, le doy gracias y se va.
Empiezo a comer tranquilamente el desayuno que me ha traído la enfermera, que es un zumo de naranja y unos cereales con leche. Acabo de comermelos y los dejo en la mesita, intento ponerme de pie pero no puedo, me duele todo el cuerpo. Así que tengo que volver a sentarme con mucho cuidado de no hacerme más daño todavía.
Marcos abre los ojos porque se da cuenta de lo que estoy haciendo, así que rápidamente se levanta y me ayuda a tumbarme de nuevo en la camilla.
- ¿Qué intentabas hacer? - me pregunta.
- Estirar un poco las piernas, que me duelen mucho y intentar levantarme.
- Los médicos han dicho que sea mejor que no te muevas, hasta que ellos no te vean cien por cien recuperada - dice y yo resoplo.
- Pues vaya.
- ¿Has desayunado?
- Si, me lo acaban de traer. Marco vete si quieres a casa de verdad no hace falta que estés aquí. Además estarás muy incómodo.
- De eso nada, no me voy a mover de aquí, esto fue por culpa mía sino te hubiese gritado no hubiese pasado nada de esto.
- Marcos esto no fue tu culpa que entre en la cabeza, la culpa no es tuya ni mía, solo de ese ingrato.
Marcos se acerca a la camilla y se sienta, se acerca a mi y besa mi cabeza.
- Anda ve a desayunar, que no puedes estar todo el tiempo aquí.
- Bueno vale, pero enseguida vuelvo.
- ¿Podrías llamar a Anais? Seguro que esta preocupada.
- Pues claro, ahora la llamo.
Marcos sale por la puerta, para bajar al bar del hospital a desayunar algo.
Los doctores entran un rato en la habitación para terminar de realizar las pruebas y ver qué más o menos todo está en orden.
- Tienes un poco dañada la vagina. - Me dice una de las doctoras, y yo pongo cara de miedo, porque no sé como de malo es eso. - Pero tranquila porque eso se te va a ir curando pero necesitamos que todos los días te eches crema. De todas maneras, mañana te damos el alta, te quedas aquí un día más para ver como vas avanzando.
- Vale, muchas gracias doctores - digo y se van.
Marcos llega de pues de haber desayuno y le explico un poco lo que me han dicho los doctores.
Me miro las piernas y la cintura y tengo moratones por todos lados, de tanta impotencia empiezo a llorar.
- No llores más preciosa - me dice Marcos dándome besos en la cabeza.
- Lo siento, pero es que odio verme así ¿Me puedes pasar mi móvil por favor?
- Claro.
Marcos me pasa mi móvil y decido llamar ya a mis padres y contarles lo que me ha pasado, porque ya necesitan saberlo y quiero que estén aquí a mi lado para estar conmigo.
- Hola cielo - dice mi madre.
- Hola mamá
- Hija, ¿qué te pasa?
- Mamá, estoy en el hospital.
- ¿Qué por qué?
- Luca entro en mi casa y me violo mama.
- Tu padre y yo cogemos un vuelo ahora mismo hacia Madrid.
- Vale, te quiero mamá.
- Y yo hija mía, y yo.
Corto la llamada y le paso a mi madre la ubicación del hospital en el que estoy.
Me quedo un rato hablando con Marcos.
- Marcos vete al entrenamiento que vas a llegar tarde.
- No voy - me dice tranquilo.
- ¿Cómo qué no?
- Hable con el míster y le conté lo sucedido, y me dijo que no hacía falta que viniese y que te manda mucho ánimo.
- Marcos de verdad no hace falta, mucho estas haciendo ya por mi de verdad.
- Lo haría una y mil veces más.
Me acaba de dar un infarto, lo cojo de la cara y le beso.
- Gracias por no dejarme sola.
- Nunca pequeña.
Una hora más tarde la puerta de la habitación se abre y tras de ella aparecen Sandra, Anais, Marco, Maria, Nacho, Sara, Isco, Alice, Álvaro, Sofi, Luis, Magui, Joao, Beatriz, Koke, Saúl, Yaiza, Maca Y Lucas.
- Tía cómo es que no me has dicho nada, estaba muy preocupada - me dice Anais mientras me abraza.
- Lo siento, se me olvidó completamente.
- Tranquila mi niña, no pasa nada. Lo bueno es que estas bien.
Me van abrazando uno a uno. Cuando acaban de abrazarme empiezan a preguntarme qué es lo que ocurrió y yo pues decido contarle todo desde mi noviazgo con él hasta lo ocurrido ayer.
- No me puedo creer que otra vez ese cabron vuelve a hacer eso - dice Beatriz que es la que más lo sabe lo que ocurrió.
- Tienes que denunciarlo - dice Marco muy serio.
- Tengo miedo.
- ¿A qué? - pregunta Luis.
- A qué me pueda hacer más daño aún.
- Imposible, pondremos esa denuncia y por fin te dejará en paz - dice Koke y todos asienten.
- Ese hijo de eso no te hara más daño princesa - dice Sandra.
- Bueno de acuerdo, pero os voy a necesitar mucho.
- Cuenta con todos nosotros - dice Nacho.
- Sois los mejores - digo y todos me abrazan.
Tiempo después los chicos se van y solo se queda Marcos.
Los médicos me dicen que es momento de ducharme así que con mucho cuidado me ponen de pie y me llevan hasta el baño, me dan un taburete de plástico para sentarme ahí, y cuando acabe me pongo de nuevo la bata del hospital y aviso a Marcos para que me ayude a levantarme.
Vuelvo a tumbarme en la camilla, la puerta se abre y aparecen mis padres con la comida.
Los abrazos mientras me dan besos.
Les presento a Marcos y hablan encantados con él parece ser que se han caído bien mutuamente y eso me alegra.
Les cuento todo lo que ha pasado y no dan crédito, también les cuento lo que los chicos me han aconsejado.
- Claro que le pondremos la denuncia, cielo - dice mi padre.
Fin del capítulo!
°°°
Nuevo capítulo!
Espero que os guste 💘
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Menos mal
FanfictionAlessandra Bianchi italiana reside en Madrid, conoce a Marcos por su amiga y compañera Sandra Garal. Marcos amigo de Marco Asensio y jugador del Atlético de Madrid. Empiezan llevándose mal, Alessandra tiene un pasado horrible, pero ¿ podrán tener un...