Capítulo 15

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Narra Alessandra.

Me despierto y miro a los asientos porque si mis padres también se han quedado a dormir junto a Marcos los veo hay a los tres dormidos y pienso en lo afortunada que soy de tenerlos en mi vida.

Marcos en los dos días que llevamos aquí no se ha separado de mi en ningún momento y eso que no si ni en el punto que estamos, porque novios no somos porque no me lo ha pedido, pero tampoco somos amigos porque ambos tenemos sentimientos y eso se nota.

Dejo de rayarme cuando veo que se levantan los tres a la misma vez y como acto involuntario sonrió como una niña pequeña cuando le dan un caramelo.

- Buenos días - digo.

- Buenos días cielo ¿cómo te encuentras?

- Muchísimo mejor.

- Eso es estupendo - me dice Marcos y asiento. - Voy a ir a por el desayuno - Marcos le pregunta a mis padres qué quieren para desayunar y él traerselo a los dos.

- Cielo ese chico es un tesoro - dice mi madre.

- La verdad es que si mamá - digo sonriendo.

- Se nota que os queréis ¿sois novios? - pregunta mi padre.

- No.

- Muy pronto lo seréis, ese chico te quiere mucho, no sé ha separado ningún día de ti.

- Tienes toda la razón, de hecho ha faltado a los entrenamientos.

- Madre mía.

Marcos llega con varios bocadillos y cafés para mis padres y para él y para mí trae zumo de naranja recién exprimido y un bol de cereales.

Acabo el desayuno y ya vienen a revisarme una última vez para saber si ya me pueden dar él alta y irme ya por fin a casa.

Marcos y mis padres salen de la habitación y me dejan junto a los médicos.

- Pues vamos a comprobar todo - me dice una doctora.

- Perfecto.

Me hacen las revisiones y después de que esten un rato reunidos decidiendo.

- Te puedes ir a casa todo más o menos está en orden pero si es cierto que los moratones van a tardar un poco en quitarse.

- Bueno al menos algo es algo. Muchísimas gracias doctores.

- Gracias a ti Alessandra y cuídate.

Mis padres y Marcos entran a la habitación y les cuento la buena noticia.

Mi madre me ayuda a vestirme y nos vamos del hospital, vamos en el coche de Marcos hasta mi casa porque claro me trajo él y mis padres pidieron un taxi cuando llegaron aquí.

Llegamos a casa y Marcos se despide de nosotros porque tiene entrenamiento y asegura que luego se pasará de nuevo. Y yo más que encantada.

Abro la puerta de casa y nada más abrirla escucho un poco de jaleo en la cocina, como no será Anais haciendo alguna cosa de las suyas.

- Tengo muchas ganas de conocer a Anais - dice mi madre.

- Anais ya estoy en casa - grito.

- Ahora voy Ale.

Anais sale de la cocina y con ella viene una tarta.

- Menos mal que ya estás aquí te echaba de menos pequeña - dice abrazándome.

- Yo también. Mira te presento a mis padres, ella es mi madre Alessia y él mi padre Mateo.

- Encantada Anais, tenía muchas ganas de conocerte. - Habla mi madre.

Menos mal Donde viven las historias. Descúbrelo ahora