CAPÍTULO 10 - ¿Nuevo Amigo?

11 2 0
                                    

[4:36pm]

— Oh vaya. — exclamó el chico caminando detrás de mí y queda impresionado al ver mi casa. — Es linda. Se parece a la nuestra. — tenía una sonrisa en su esculpida cara.

A decir verdad me recuerda a Izan de cierta manera. Sus facciones, su color de piel, su sonrisa, sus ojos chiquitos y... Lo fuerte que se ve, Izan era igual, sólo un poco más musculoso en los brazos. Sólo faltaba que tuviera el mismo color de ojos verdes claro de Izan y era casi la copia. ¿Cómo es que dos personas pueden parecerse tanto sin ser siquiera parientes? Ver a este chico y pensar en que ya ha pasado un año de aquel día, solo me hace ver cuanto extraño a Izan y lo poco que he intentado superar esto. Sé que no lo lograré, en todas partes hay algo que me recuerda una pequeña parte de él.

— ¿Puedo sentarme? — me pregunta. Obviamente no le diría que no. Sería muy grosero de mi parte. Además, estaba dispuesto traerle lo que le apeteciera.

— Por supuesto. — respondo amablemente. Él se sienta en un mueble blanco y yo me siento en otro mueble al frente de él en otro mueble.

— No me dijiste tu nombre. — digo. — Eres malo presentandote. — bromeo.

— ¿Yo? ¿Malo? — se señala a él mismo subiendo ambas cejas y abriendo un poco más sus ojos. — Tú eres el que no podía ni hablar. — ríe. Su dientes blancos resaltan en su camiseta roja.

Dios. ¡Su voz es parecida a la de Izan! Un poco menos gruesa, pero al bromear es idéntica. Esto no debe ser normal, creo que estoy empezando a alucinar y por eso lo encuentro tan parecido a Izan. ¿Me estoy volviendo loco o en realidad este chico es muy parecido a mi novio?

— Ajá. — bajo mi mirada apenado. Tiene razón. Soy la persona menos indicada en decir eso.

— Además. — Lo miré nuevamente. — Si me presenté, había dicho mi nombre y todo.

¿Qué? Tiene razón, ahora lo recuerdo. Dios que vergüenza.

— ¿Ah en serio? — hice un gesto de incomodidad rascándome la cabeza y cerrado mis ojos.

— Pero bueno, cambiando de tema. — dijo. — ¿Que les ha parecido sus nuevos vecinos?

Que rayos. Cambié de actitud y pasé de estar avergonzado a curioso.

— ¿Cómo sabes que nos han visitado? — pregunto. Fruncí el ceño, desconfiado. No me agrada saber que no tenemos ni un día completo instalados en el pueblo y ya parece que todo el mundo sabe de nosotros.

— Pues aquí en Wilson si no te visitan al día siguiente luego de llegar, es raro. — ríe por su propio comentario. En realidad no da risa, da miedo que las personas sean tan extrovertidas. Estoy empezando a sentirme vigilado. — Pues cuando yo me mudé aquí, no pasaron ni dos días y ya nos había visitado casi todo el vecindario. — explica.

Ok ahora sí tiene sentido. Por un momento pensé que nos espiaba tan sólo apenas llegar aquí. Aunque no se me quita la idea de la cabeza, espero que pronto dejemos de ser los vigilados, porque verdaderamente estaré de mal humor todo el día sabiendo que no puedo respirar sin que medio Wilson lo sepa.

— Entiendo. — me limité a decir.

— Y cuéntame, ¿Cuántos años tienes? ¿Tienes hermanos? — pregunta al tiempo en que apoya sus codos en sus piernas y sostiene su cara con sus manos en forma de puños.

— Tengo 18 y sí, tengo hermanos. — respondo. — Un hermano mayor y una hermana menor. Mi hermano se llama Bruno y mi hermana Nahia.

— Oh. ¿Y están aquí? — suena emocionado. — Los quiero conocer.

Caer Al Vacío                        [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora