𝕟𝕦𝕖𝕧𝕠 𝕪 𝕖𝕩𝕥𝕣𝕒𝕟̃𝕠 (𝚛𝚊𝚍𝚒𝚘𝚍𝚞𝚜𝚝)

𝚌𝚎𝚕𝚘𝚜

Alastor hizo sus rondas habituales por el vestíbulo del hotel, ayudando a demonios al azar a encontrar su camino, dar asignaciones a los miembros del personal, un gran nuevo invitado en la puerta principal.  Hizo esto todas las mañanas, sin fallas y sin que nada más ocupara su mente mientras lo hacía. Alastor terminó sus deberes matutinos y comenzó a subir a su habitación para hacer algunos trámites, cuando pasó por la barra y vio algo que le llamó la atención. 

Angel Dust se sentó con un demonio al azar, obviamente estaban coqueteando, el demonio dijo algo que hizo reír a Angel.Alastor sintió que sus manos se apretaban alrededor de su bastón y sus dientes rechinaban, casi frunció el ceño, y por alguna razón, Alastor quería desgarrar la garganta del demonio al azar.

¡Esa escoria no es digna de la atención de Angel, ni de escuchar su risa!

Las palabras pasaron por la cabeza de Alastor con un veneno feroz, haciendo que Alastor volviera a la realidad.  ¿Qué fue ese extraño sentimiento?  No era realmente la urgencia de matar, como a veces sentía Alastor, sino la urgencia de llamar la atención de Angel.  Fuera lo que fuera este extraño sentimiento, a Alastor no le gustó.  Tendría que acordarse de preguntarle a Charlie sobre eso más tarde, tal vez ella sabría cuál era ese sentimiento. 

Por ahora, sin embargo, había papeleo por hacer.

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–¡Oh Charlie, querida– Alastor llamó con su voz alegre habitual cuando atrapó a Charlie en su descanso. 

–¡Oye, Al!– Charlie lucía su sonrisa habitual,–¿Qué pasa?–

Alastor se acercó a ella con su habitual modales elegantes, ocultando su confusión.

–Bueno, hoy más temprano, después de terminar mi tarea matutina, estaba regresando a mi habitación cuando pasé la barra y experimenté una emoción con la que no estoy familiarizado–

Charlie ladeó la cabeza, Alastor nunca se acercó a ella para hablar sobre este tipo de cosas.

–¿Cómo se sintió esa emoción?– Charlie ahora se inclinaba un poco hacia adelante, intrigada.

–Era similar a la frustración o la ira, pero era más una necesidad de sacar a un demonio al azar de la atención de Angel–. Charlie casi se cae cuando Alastor habló.

–Espera. Déjame ver si entendí bien, ¿viste a Angel coqueteando con algún demonio al azar, y querías que la atención de Angel no estuviera en ese demonio?– La sonrisa de Alastor de alguna manera creció, complacido de que Charlie entendiera.

–Sí. Realmente quería arrancarle la garganta a ese demonio por alguna razón. No podía entender por qué, Angel coquetea con demonios todo el tiempo. Es desconcertante por qué me haría reaccionar así–. Alastor enarcó una ceja cuando Charlie se empezó a reír

–Alastor, parece que estás celoso de que Angel no estuviera coqueteando contigo.– La sonrisa de Alastor se tensó ante las palabras de Charlie.  ¿De qué estaba hablando? ¿Él?  ¿Celoso?

–¡Eso es una tontería absoluta, querida! ¿Por qué estaría celoso de otro demonio coqueteando con Angel Dust? ¡Sabes muy bien que no me gusta cuando coquetea conmigo! ¡Por qué, tengo que hacer amenazas de muerte para que lo haga!  ¡detener!– Charlie se rió entre dientes ante la repentina angustia de Alastor por su acusación.

–Probablemente estés acostumbrado a que su atención esté en ti, y verlo prestarle su atención a otro demonio te molesta, poniéndote celoso–.  Charlie puso sus manos en sus caderas, esperando que Alastor discutiera con ella.