CAPÍTULO 27: NOCHE 1: HAMLET.

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CUATRO AÑOS ANTES



Min Soo Hee desapareció.


Eso fue lo primero que escuchó Yeri al salir del quirófano. Dos detectives hablaban con ella respecto a la chica, le preguntaban si había notado algo fuera de lo normal o si había visto a personas extrañas acercarse a ella durante su estancia en el hospital. Yeri negó, estuvo en el quirófano durante horas y se sorprendió al escuchar a las enfermeras quienes alarmadas le informaban que habían policías esperándola fuera de la sala de operaciones.



-Si recuerda algo más o si la señorita Min se comunica con usted, por favor llámeme –Uno de los detectives le entrego una tarjeta y ella la sostuvo en sus manos mientras observaba a los dos hombres alejarse.


-Doctora Lee, debería ir a cambiarse –La voz preocupada de una de las enfermeras la sacó de su transe. Recordó que aún tenía la bata de cirugía llena de sangre y se apresuró a entrar al área de descanso de los internos.


¿Dónde está Min Soo Hee?



***




-Tengo mucha curiosidad... -Comentó, su voz tenía ese tono de diversión que ya reconocía – Si ya sabias que era un idiota ¿Por qué aceptaste la bebida que él te ofreció? ¿Eres estúpida? –La mujer tragó en seco, sintiendo como gruesas gotas de sudor caían por su espalda, el hombre la observaba con una sonrisa burlona en sus labios.


-Yo... -Intentó hablar pero su boca no emitía ningún sonido, apretó sus manos en forma de puño y cerró los ojos con fuerza cuando el hombre frente a ella dejó los cubiertos sobre la mesa y comenzó a reír. Algo en él le parecía familiar pero su cerebro parecía no poder procesar la información guardada en sus recuerdos.


-Pensaste que había cambiado –El hombre dejó de reír y se limpió la comisura de los labios con una servilleta –Ese es uno de los mayores errores del ser humano –Se levantó de la silla y se acercó lentamente hasta quedar frente a Soo Hee, la chica agachó la cabeza temerosa de encontrarse con esos ojos fríos –Confiar –Acarició la cabeza de esta y ella se encogió en su asiento. -¿Por qué crees que el fantasma del padre de Hamlet le insistía que vengara su muerte? –La mujer guardo silencio y él apretó su cuello haciendo que Soo Hee levantara la cabeza, las lágrimas estaban acumuladas en su rostro pero parpadeó un par de veces recordando que el hombre odiaba cuando lloraba. –Responde –Susurró acariciándole la mejilla.


-E-estaba enojado... -La voz de la chica era tan baja que era casi inaudible- Por la traición de su hermano.


-Tsk, Tsk –El suspiró y sus ojos se encontraron con los de Soo Hee. La chica observó en silencio el rostro de aquel hombre mientras intentaba calmar su respiración. La máscara cubría casi todo su rostro a excepción de sus ojos y parte del lado izquierdo de su mentón y de su boca. -¡Dang! –Gritó y la chica se sobresaltó.

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