CAPITULO 8: LEE SUNGJAE.

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Tenía hambre, muchísima hambre. Rodé en mi cama y camine hasta la cocina. El silencio y la oscuridad me recibieron. Aunque el reloj marcaba las 14H, era la única que estaba despierta.


Sabía que mis queridos Roomies seguían durmiendo. La fiesta acabó a las 5 am cuando nos pidieron salir del bar en el que estábamos porque ya era hora de cerrar. Limpie un poco la sala, los abrigos estaban esparcidos por todo el sofá. Incluso los tacones de Soo Hee estaban sobre la mesa de comedor.




Creí que los colombianos éramos un desastre cuando tomábamos pero los coreanos pueden llegar a ser peores.




Después de pedir Haejangguk* en uno de los restaurantes cercanos y de hacer el arroz, me senté en el sofá a ver uno de mis kdramas favoritos: Hwarang.



-¿Tae como puede ser tan adorable? –Reí al ver como su personaje caminaba buscando a Sun Woo.


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-Wahhh, sus expresiones faciales son muy lindas –Soo Hee se sentó a mi lado, observé su rostro y le apreté una mejilla.


-¿Cómo dormiste dormilona? –La mayor me dio una sonrisa y apoyó su cabeza sobre mi hombro.


-Todo iba bien hasta que los ronquidos de Yeri me hicieron levantar –Aguanté las ganas de reír y negué con la cabeza. Yeri había dormido en el cuarto de Soo Hee porque Minsoo se cansó de cargarla y la dejó durmiendo al lado de su hermana. – ¿Quién me cambió la ropa?


-¿Quién crees? –Pregunté levantando una ceja.




Antes de que pudiera responder sonó el timbre.




-Prepara la mesa y llama a los chicos –Ordené- Pedí Haejangguk –Soo se levantó de un salto del sofá.

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