CAPÍTULO 3: ¿UNA CITA?

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-Chicas, no creo que esto sea una buena idea –susurre mientras acomodaba mi bufanda.


-Pienso lo mismo–La voz de mi preocupada amiga se escuchaba a través del AirPod, arregle el gorro que tenía puesto y peine mi cabello, ocultando mis orejas.


-Miedosas –Yeri parecía estar disfrutando de todo esto, la diversión en su voz era palpable.


-Me van a secuestrar y venderán mis órganos –lloriqueé.


-No te van a hacer nada –Gruño- Te citaron en el Lotte World Tower, un puto rascacielos, donde hay cientos de miles de personas. ¿Cómo te van a secuestrar sin ser vistos?



Guarde silencio y asentí, aunque sabía que ellas no me veían.



-Pero... ¿y si los conocen aquí? ¿Y SI LOS MESEROS SON SUS ALIADOS? –grite en un susurro y la risa de Yeri se hizo más fuerte, después un quejido de dolor salió de su boca, Soo Hee le había pegado en el brazo.



Observe a mi alrededor, el elegante restaurante se encontraba vacío. Un mesero se acercó a mi mesa y me dejo un vaso de agua, le agradecí y sin pensarlo tome todo el contenido de un trago, tenía la garganta seca por los nervios.



-¿Dónde están? –susurré.


-En una tienda de ropa –respondió Yeri con simpleza- ¡Unnie, eso te queda precioso!


-¿Están comprando ropa mientras mi vida corre peligro? –Indignada, que indignada, INDIGNADISIMA. Mis amigas comprando ropa y yo muriendo de los nervios.


-¿Qué querías que hiciéramos? Nos echaron del restaurante –reí ante lo último y esta bufó.



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Observé una de las paredes del restaurante y suspiré cuando vi la palabra SIGNIEL grabada en esta. Me sentía agobiada, era mi primera vez en un lugar tan elegante y estaba sola, mis amigas habían sido bloqueadas, no las dejaron entrar porque según palabras del administrador de lugar: Solo puedo permitir el ingreso de la señorita Luciana Rodríguez.

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