La conversación fluyó sin demasiadas tensiones, excepto por el constante tira y afloja que se mantenía dando cuerda entre ambas partes. Ninguno parecía ceder en aquella pelea silenciosa sobre quién dominaba la conversación.
Era la única tensión palpable. Ambos lo sentían, tirando uno contra el otro, cada vez más cerca.
Luego de un par de copas de vino, terminaron más habladores de lo habitual, y eso dio paso a que pudieran conocerse sin siquiera forzarlo, situando temas de conversación generales sobre aspectos de sus vidas y los gustos.
Para la sorpresa del menor, se percató de que tenían más gustos en común de lo que pensaba y aquello le hizo sentir un alivio y esperanza únicos, porque implicaba que podían llevarse mejor con un poco más de confianza y tiempo.
Eren se encontró a sí mismo viendo a Levi cada vez que lo escuchaba reír, y atesoró esos momentos con una sonrisa cálida.
Desde luego que Ackerman estaba relajado por la influencia del alcohol, sin embargo, se sentía cómodo con el menor desde que había llegado a su departamento, eso no lo negaba, pero sí se sorprendía de percatarse de ese detalle.
– Levi...
Eren se arrimó imperceptiblemente más cerca del contrario, compartían el sofá y habían estado completamente relajados luego de haber comido hasta hartarse, no obstante el menor giró su torso para mirar al contrario con más detalle, apoyando el brazo en el respaldo y de paso apoyar la barbilla en su mano. Le sonrió al mayor cuando éste le miró con una ceja alzada.
Cada expresión del pelinegro era sumamente encantadora.
– Eren.
– Levi.
El mayor frunció el ceño al no escuchar nada más que su nombre proviniendo de los labios impropios, ya que pensó que éste quería decirle algo pero al parecer solo se estaba dedicando a observarlo. Lo dejó ser simplemente, soltando un suspiro y mirándolo del mismo modo.
– Eren.
El aludido guardó silencio, cerrando los ojos para memorizar la forma en que su nombre sonaba al ser entonado con aquella voz tan exquisita. No quiso imaginar otros escenarios en donde el mayor podría estar musitando su nombre, por lo que volvió a abrir los ojos y lo miró. Dejó la copa de vino sobre la mesita de centro y se inclinó unos centímetros más cerca del pelinegro.
Desde aquella cercanía pudo vislumbrar los distintos matices de colores dentro de los ojos grises. Había motas de más doradas alrededor de su pupila, lo cual le hizo pensar en el sol, y de alguna forma se sintió tentado a extender una mano y acariciar aquella mejilla tan inaccesible.
Es solo la primera cita, no lo espantes.
Inclinó la cabeza derrotado, y luego se dispuso de pie para mirarlo desde allí.
– ¿Dónde está el baño?
– Al final del pasillo a la izquierda.
– Gracias.
Levi soltó el aire que había estado conteniendo, y se dejó caer recostado en el sofá luego de que vio que el castaño desapareció en el baño.
¿Qué había sido eso?
Eren se había acercado demasiado a su rostro, y si bien no se sintió nervioso, le invadieron muchos pensamientos en el momento que no supo realmente a cuál de todos obedecer. Su instinto gritaba que simplemente acortara la distancia y lo besara.
¿Besarlo? Pero qué diablos.
Se mordió el labio inferior con fuerza, sintiendo el sabor de la sangre segundos después. Debía de estar loco para tener esa clase de impulsos. El pelinegro, en su corto debate interno, llegó a la conclusión de que aquello nada más se debía a que había estado demasiado tiempo soltero.
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Captive 「RiRen ◦ EreRi」› Shingeki no Kyojin ‹
FanfictionVeinticuatro años de una vida que, en circunstancias normales, podría haber sido todo lo que cualquier persona querría, cumpliendo sueños, conociendo personas y haciendo amistades... Sin embargo el pasado de Eren Jeager se arrastra por una década si...