El comienzo de nuestro odio
Era viernes, estaba ya en mi última clase del día, en minutos podría llegar a casa y descansar todo lo que quisiera.
Tranquila en mi puesto esperando a que la campana sonara una pequeña hoja cayo en mi escritorio.
¿Mi casa hoy?
-Ares.
Voltee a ver a Ares que se sentaba unos puestos detrás del mío, estaba con sus dos pulgares levantados y su sonrisa encantadora. A su lado Marcó y Gregory hacían lo mismo.
Puse los ojos en blanco y miré de nuevo el papel. Estaba demasiado cansado como para asistir.
Estoy cansada la próxima me uno :(
Lancé el papel rápidamente sin que el profesor o los demás se dieran cuenta.
Unos minutos después otro papel del cuaderno de Ares estaba sobre mi puesto con algún mensaje.
Vamos ___, solo te estamos pidiendo que vengas. No vamos a hacer mucho, descansa en mi casa con nosotros ;)
-A, G y M
Enserio estaba agotada de toda esa semana tan intensa de clases, solo quiero descansar, pero estos tres chicos no me dejarían en paz hasta que aceptará.
Solo si hay helado en tu casa y si no me molestan en toda la tarde -_-
La sonrisa en la cara de esos tres idiotas me hizo también sonreír, no puedo mentir esos chicos son la mejor cosa que me han pasado.
La campana sonó y los tres rodearon mi escritorio mientras trataba de guardar mis cosas.
-Me alegra que vengas, vas a presenciar cómo les ganó a estos dos idiotas hoy- dijo Ares.
-La otra vez yo gane, así que no te la des del mejor porque volverás a perder - dijo Marco con una sonrisa engreída.
- Yo siempre pierdo - puse mi mano en la cabecita de Gregory y lo acaricié como a un perro, él era mi niño.
Les di una sonrisa a todos y empezamos nuestro recorrido a casa de Ares.
En el auto iba adelante como era de costumbre, Gregory molestaba a Marco mientras este decía que de seguir lo mataría ahí mismo. Pasamos por al lado de una de las casas que van antes de la de Ares y vi como este la miraba con una extraña atención.
- ¿Todavía no le hablas? - dije al reconocer la casa.
Ares no respondió puso su cara neutra como siempre que hablábamos de aquella misteriosa/acosadora/vecina de Ares.
- Quien diría que el gran Ares le tiene miedo a una pequeña chica - me burle de él.
- Ya tengo un plan.
- ¡¿Tienes un plan para acercarte a ella?! - dije conteniendo una carcajada.
Marco y Gregory dejaron de hablar, estaban confundidos por nuestra pequeña conversación.
- ¿Un plan para qué? - preguntó Gregory.
- Pará nada que te interese, llegamos, mejor entren a mi casa idiotas me quedaré unos segundos con _____.
Gregory bajo enseguida y salió corriendo a casa de Ares, Marco al contrario nos miró uno segundos extrañado y después de que le diese una pequeña sonrisa tranquilizadora bajó del auto.
- Es complicado ¿sí? - se empezó a desahogar Ares - Apolo me ayudara, todo está planeado.
- ¿Crees que ella caerá en tu plan?
- Está lo suficientemente obsesionada como para no caer - dijo orgulloso.
- Engreído - susurre mientras bajaba del carro y le deseaba a aquella chica suerte con ese desastre.
Entramos a la casa, Ares salió corriendo al salón de juegos en cuanto oyó a Gregory y Marco pelearse. Yo fui directo a la cocina para ver que podría robar.
La cocina de Ares era prácticamente un sueño, tenía de toda la comida que uno podría imaginar, yo como siempre fui directo a donde estarían los helados.
- ____, me alegra verte - hablo una voz detrás de mí.
Era Apolo que todavía vestía con su uniforme, tenía su celular en mano y una manzana que se estaba comiendo.
- Hola Apolito bonito - lo salude como de costumbre.
- compré tu helado favorito, sabía que vendría mi amiga favorita de Ares - Apolo y yo nos llevábamos con mucho cariño.
Como dijo Apolo mi helado favorito estaba justo ahí sin abrir todavía. Me acerque a él y deje un beso en sus ahora rojas mejillas.
Apolo estaba apuntó de decir algo cuando alguien más entró a la cocina, alguien que se llevó mi atención.
- Siento interrumpir el momento romántico - dijo el mayor de los Hidalgo que parecía que acababa de llegar del trabajo.
- No era un momento romántico - dijo Apolo algo nervioso - es ____, la amiga de Ares.
Artemis me miró de arriba a abajo, cosa que me puso extrañamente nerviosa, parecía no saber quién era.
- Viene aquí casi todos los días... - dijo Apolo tratando de ayudar a su hermano a recordarme.
- Ares trae a tantas chicas para divertirse que ya no se quiénes son - dijo sin interés.
El comentario me ofendió, no sé el por qué simplemente me molesta que no sepa quién era.
- Pues me presento, soy ______, la única chica que trae Ares con la que no se acuesta - dije dándole la mano un poco enojada
- ¿Eso es posible? - dijo Artemis estrechando mi mano.
- Si que lo es, hay muchas mujeres que se valoran y no se dejan utilizar por hombres - estaba muy enojada.
Artemis me miró con curiosidad, sus ojos pasaron de ver mi expresión llena de furia a el libro que traía en mi mano.
- Orgullo y Perjuicio, ¿además lees? - no sabía si se estaba burlando o no - estas llenas de sorpresas.
- Se hacer más cosas interesantes de las que un viejo como tu podría llegar a hacer.
Al parecer la palabra viejo ofendió al mayor de los Hidalgo. Apolo trató de no reír, mientras, nuestras miradas llenas de odio firmaban nuestro destino de enemigos.
- ¡_____! Ven le estoy ganando a Marco - grito Ares.
Deje de mirar a Artemis para darme cuenta de que el helado en mi mano se empezaría a descongelar.
- Bueno me tengo que retirar, fue un placer conocerlo y saber que no todos los Hidalgo son encantadores.
Dije mientras salía de la cocina, pero cuando estaba por desaparecer de su vista Artemis habló.
- Fue un placer conocerte y saber que no todas las niñas engreídas que Ares trae se acuestan con él y también saben leer.
En ese momento mi odio hacia el mayor de los Hidalgo se creó, también mi obsesión con humillarlo y sin darme cuenta en un tiempo con besarlo.
⭑⭑⭑
Volví!!!!!
Espero que les guste :). Sorry por desaparecer simplemente me estaba costando escribir.
Si se me ocurre otro nos volveremos a ver, pero igual dejen sus ideas ;).