𝙲𝚘𝚛𝚊𝚣𝚘́𝚗 𝙲𝚘𝚗𝚐𝚎𝚕𝚊𝚍𝚘 [𝚂𝚎𝚟𝚖𝚒𝚘𝚗𝚎]

Bruja Temblorosa◽

Snape se despertó con alguien dando vueltas en la cama junto a él. Pudo escuchar sus pequeños gemidos y el sonido de unos dedos agarrando la manta, arrugándola y apretando como si se aferrara a la vida misma. En un instante el mago se puso en pie. Una luz tenue iluminaba la habitación y Severus podía ver ahora a Hermione, que se agitaba con bastante violencia.

Se acercó a ella y le puso una mano en el hombro. Ella no reaccionó, aparte de estremecerse, manteniendo los ojos cerrados. Pudo ver pequeñas gotas de sudor rodando por su frente mientras ella seguía dando vueltas.

Con las dos manos en el hombro, empezó a sacudirla suavemente susurrándole, forzando su voz para que sonara tranquila y relajante

"Despierta... Hermione, despierta por favor"Snape siguió llamándola por su nombre hasta que la bruja abrió los ojos, muy abiertos por el shock.

Su respiración era agitada y su corazón latía rápidamente.

"¿Qué ha pasado?" Murmuró débilmente, sin poder evitar apoyarse en el costado del maestro de porciones.

"Estabas temblando mientras dormías". La mano de él rodeaba ahora su cintura y la mantenía cerca de él. Snape podía sentir la suave tela de su camisón contra sus dedos, pero se obligó a no pensar en ello ahora. La bruja necesitaba su apoyo y no sus miradas, pensó.

"Ya veo" susurró ella "Siento haberte despertado" se disculpó sinceramente haciendo que Snape gruñera.

Ella se estremeció y trató de zafarse de su agarre, pero él la detuvo, sin haber querido sobresaltar a la bruja.

"¿Qué fue?" Su voz contenía un matiz de preocupación, pero era tan pequeño que uno lo habría pasado por alto fácilmente.

"Es el efecto secundario de la tortura". Hizo una pausa, sus ojos adquirieron una mirada lejana "La noche en la Mansión Malfoy ... se me pasará con el tiempo" añadió la última frase como para sí misma, para convencerse de que finalmente estaría bien.

¿Pero lo estaría? No podía saberlo.

"¿Qué pasó esa noche?" Su voz era baja, cargada de arrepentimiento y tristeza.

La bruja enterró la cara en su hombro como respuesta, unas cuantas lágrimas se le escaparon de los ojos. Snape pudo sentir que su camisa se mojaba y vacilantemente la abrazó con más fuerza, su mano rozando su espalda muy suavemente.

No dijo nada, sólo la sostuvo en silencio, esperando que se calmara. Pasaron unos instantes hasta que sintió que ella se empujaba contra su pecho, tratando de inclinarse hacia atrás y mirarlo.

No estaba seguro de qué era lo que ella necesitaba ver en ese momento, pero aparentemente su preocupación fue suficiente para que ella respirara profundamente y hablara.

"Fue cuando Harry Ron y yo hemos sido capturados por los mortífagos. Bellatrix quería saber quién había robado el..." un sollozo brotó de ella y se tapó la boca con la mano. Con cuidado, Snape alargó la mano y la tomó entre las suyas apretándolas ligeramente.

Hermione estiró el brazo frente a él y murmuró un hechizo, con la voz temblorosa. Un encantamiento de glamour se levantó y la desagradable cicatriz de su antebrazo quedó al descubierto.

Los ojos de Snape se abrieron de par en par y soltó un fuerte suspiro que hizo que Hermione se apartara de él, de lo que creía que era un asco. No apartó el brazo cuando sus dedos rozaron la carne cicatrizada.

La piel le escocía y le quemaba ligeramente, pero se negó a detenerlo. "Lo siento mucho", su voz era un triste susurro.

"Debería haber estado allí, debería haber hecho algo, yo..."

Ella lo interrumpió sacudiendo la cabeza violentamente "¡No! Esto no es tu culpa" dijo ella con firmeza, su voz era más fuerte ahora aunque sus ojos seguían brillando con lágrimas. "Has hecho mucho por el mundo mágico. No podrías haber evitado esto"

Él no respondió. Quería discutir, quería gritar que sus sacrificios no eran suficientes, que era un hombre horrible por tratarla tan miserablemente... pero se quedó callado.

No era el momento de la autocompasión y la lástima. Con un movimiento de su varita, sacó un frasco de su bolsa y se lo tendió.

"Tómalo, es una poción para dormir sin sueños. Te ayudará".

Ella negó con la cabeza "No funciona. No es exactamente una pesadilla...Es una maldición, la cicatriz está maldita. Las pociones no ayudan" explicó en voz baja.

"Ya veo" pensó por un momento

"¿Hay algo que sepas que ayuda a prevenirla?" Y de nuevo negó con la cabeza, bajándola como si ya hubiera perdido toda esperanza.

"Encontraremos una cura" prometió él mientras sus labios subconscientemente le plantaban un beso en la parte superior de la cabeza, haciéndola suspirar.

Permanecieron así un rato, con la mano de Snape en la espalda de Hermione, recorriéndola de arriba abajo de forma reconfortante.

Quería saber más sobre esa maldición, nunca había oído hablar de ella, pero sabía que Hermione necesitaba descansar ahora, así que decidió abstenerse de hacer más preguntas.

Snape se puso rígido al sentir que la bruja se acurrucaba en él como un gato, con la cara escondida en el pliegue de su cuello y las manos apoyadas en su pecho.

Su cuerpo se relajó contra el suyo y él no se atrevió a levantarse de debajo de ella. La dejó descansar.