Capítulo Seis.
Realmente intento incluirme en la fiesta, he bebido un poco, unos cuantos tragos, no quiero beber demasiado, no será nada divertido terminar vomitando en el baño de la amiga de Dylan, o en el suelo, quien sabe.
Por supuesto, mis amigos se divierten, justo ahora se encuentran bailando en el medio de la sala junto con muchas personas. Bailan una canción movida, yo solo observo desde una esquina de la casa y muevo mi cabeza al ritmo de la música.
Estoy lo demasiado concentrada en ellos que no noto cuando alguien se posa a mi lado, sino hasta que me habla.
—Hola preciosa —la voz de un chico llega a mis tímpanos y volteo a ver de quien se trata. Es un chico de cabello oscuro y piel pálida, el se recuesta de la pared al igual que yo y se acerca un paso más. Lo miro detenidamente, la luz de una de las luces que iluminan la fiesta le da en el rostro y logró ver el enrojecimiento de sus ojos—¿Por qué tan sola?
Su aliento huele a cigarro y alcohol—Eso no es tu problema—digo alejandome un poco de él. Pero el vuelve a acercarme a mi.
—¿Quieres bailar conmigo?—arrastra sus palabras con dificultad. Esta demasiado borracho ¿en ese estado quiere bailar?
—No gracias—digo y me alejo de el. Llego a la cocina y apoyo mis codos sobre la mesa, cubro mi rostro con mis manos y me quedo así unos minutos.
—¿Aburrida?
Miro en dirección a la voz y me quedo helada, es Chris. Esta apoyado sobre el refrigerador con sus brazos cruzados sobre su pecho. No note que estaba aquí.
—¿Por qué lo dices?—digo con incredulidad.
Rueda su labio inferior en su boca—Sólo te he visto caminar de un lado a otro en toda la fiesta—responde con simpleza.
Bufo—Las fiestas no son lo mío.
—No sé porque no me sorprende.
Alzo una ceja—¿A no?
—No, y te comprendo, tampoco es lo mío—eso me hace enderezarme un poco.
—¿Por qué no?
Se encoge de hombros—Muchas personas...en un mismo lugar, no me agrada.
Sonrío—¿Eres de las personas que prefieren la soledad, calma, silencio?—la curiosidad abre paso en mi.
—Podría decirse.
Hundo mis cejas en confusión—Entonces ¿por qué estas aquí? Si no te agradan las fiestas —pregunto divertida.
Me mira directamente a los ojos, trago grueso—Vine por mi hermana.
—¿Tú hermana? ¿Quién es?—Ok, creo que estoy preguntando demasiado. Pero no le da tiempo de responder cuando escucho que alguien me llama detrás de mi. Giro sobre mi eje y diviso a Dylan que viene hacia mi a pasos apresurados. Su semblante preocupado.
—Porfin...aquí estás—se posiciona frente a mi—Ok, no te asustes pero—
—¿Pero qué?—pregunto preocupada.
El aprieta sus labios en una fina línea, su rostro se contorsiona en incomodidad—Jordan está aquí.
Oh...
Mi expresión decae—¿Qué?
—Acaba de llegar, te está buscando—sostengo mi rostro con ambas manos y doy vueltas por la cocina desesperada ¿ahora que hago?
Camila aparece en la cocina alarmada—Jordan vino a buscarte—ruedo los ojos hastiada.
—¿Ahora que quiere?—farfullo con hastío.
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El es así.
RomanceHera, sí, como la Diosa Griega, una chica que ama leer y las historias cliché (el chico arrogante y mujeriego que se enamora de la chica tímida e inocente) pero que sabe que eso solo es ficción. Ella jamás se enamoraría de un chico como ese, y lo sa...