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Marinette:

Caminaba por un callejón luego de terminar los vestuarios para una obra de teatro escolar; mi mamá y mi papá estaban muy ocupados para venir por mí a buscarme, como siempre, nunca tienen tiempo para mí.

No fue la mejor idea, ya que unos bandidos empezaron a rodearme.

- Oye, ¿Cómo te llamas? - me dijo uno.

Yo los ignoré e intenté evitarlos pero me acorralaron.

- Anda, es que eres muy bonita

- por favor déjenme en paz, no me hagan nada.

Uno se pegó a mi retaguardia y lo golpeé en el centro de gravedad.

Ellos se enojaron, pensé que iba a suceder una tragedia, pero alguien apareció.

Chat Noir bajó del techo, qué suerte que los gatos siempre caen de pie.

- Nth, Nth, Nth ,Nth ,Nth - movía su dedo de un lado al otro - esa no es manera de tratar a una princesa.

Empezó a golpearlos, y aunque ellos intentaban defenderse, no eran competencia para él.

- ¿Estás bien, princesa? - me preguntó.

- S-si.

Me tomó de la cintura.

- prepárate, porque vamos a volar.

- ¿Que?.

Saltó por los techos hasta el cielo, me asusté mucho.

- ¿En dónde vives, princesa?.

- ¡Haaaaa! - me tapaba los ojos, estaba asustada - p-por allá.

- este será un aterrizaje forzoso.

Aterrizamos en mi balcón.

- Ya estás a salvo.

Me acomodé el cabello y luego lo besé.

- gracias por salvarme... Y dejarme uno que otro trauma.

El Gato y La PrincesaWhere stories live. Discover now