8

5 0 0
                                    

Marinette:


— no.. no lo puedo creer – dijo mi madre.


— Chatnoir y yo nos amamos – dije – ¿no es cierto, gatito?.


— así es, my Pincesse. Les juro que sólo tengo las mejores intenciones.


— lo sabemos Chat – dijo mi padre – y sabemos que eres un super héroe, y también que la debes de hacer muy feliz... Pero.


— ¡Es que Marinette no puede! – interrumpió mi mamá – lo sentimos, pero no te damos permiso para estar con nuestra hija.


— ¡¿Que?! – grité indignada – no entiendo, soy feliz con él, él y yo nos amamos, ¿Cuál es su problema?.


— está bien, princesa – me dijo Chatnoir.


— ¡No, no está bien!.


Subí a mi dormitorio ha llorar, cerré la puerta con seguro y me tiré sobre mi cama.


— ¿Cómo pueden hacerme esto? – me dije a mi misma – a ellos nos les importa mi felicidad – rompí a llorar.


Adrien:


— Sr y Sra Dopain, respeto su decisión, pero ¿Por qué?.


— No podemos decírtelo – dijo la Sra Dopain.


— Son asuntos que no te incumben – dijo su padre.


— pues me despido.


Salí del local y me dirigí a mi casa saltan por los edificios, llegué a la azotea.


— Garras fuera – me des-transformé.


— bueno, eso salió bien – dijo Plagg.


— no es gracioso, Plagg. ¿Ahora como la voy a enamorar?.


— intenta ser tu mismo.


— por si no lo recuerdas, ella me odia.Entré a la casa.


— maestro, ya llegué.


Lo escuché tararear, esa no es una buena señal, significa que está haciendo curry de calamar, es peor que el queso que come Plagg.


— Ho, Adrien, qué bueno que viniste. Mi más nueva creación, calamares con piña.


— no gracias, prefiero la pizza hawaiana.


— tuviste un problema con esa chica, ¿No es cierto?.


— ¿Cómo lo supo?.


— ¿Por qué otra razón te negarías a mi curry?.


— ejem, bueno... Sus padres no quieren que esté con ella.


— ¿Por qué no? Eres un chico agradable.


— ¡¿verdad?! – metió la cuchara en mi boca.


— ¿Qué tal?.


— blah, sabes que el calamer se sigue moviendo aún cuando sale. Me voy a dormir.


Me fui a mi habitación.


— oye Adrien, ¿Jugamos videojuegos? – dijo Waise.


— ahora no, amigo.

— uy, ¿sopa de calamar?.


— con piña.


— no es tan mala como la de arroz con tomates cherry.


— ni me la recuerdes.


— vamos Waise – dijo Plagg – apuesto a que te derrotaré esta vez.


Marinette:


Esta mañana me levanté antes que mis padres para irme si que me vieran o me hablaran, estoy muy enojada para tan siquiera pensar en ellos.


Al llegar a la escuela me encontré con Alya, la tomé del brazo y me la llevé a los casilleros.


— ¿Qué te pasa, Marinette? – dijo – ¿Me vas a secuestrar? Porque mi hermana me enseñó artes marciales, sabes de lo que soy capaz – se tronó lo nudillos.


— escucha, quiero que guardes un secreto – me acerqué a su oído y susurré – soy la novia de Chatnoir.


Alya gritó como chillido de tetera de la emoción, y le tuve que tapar la boca.


— ¿Qué parte de secreto no entendiste?.


— cuéntame todo.


— bien, pero no lo vallas a poner en tu Blog sobre Chatnoir. Mis padres no quieren que esté con él.


— ¡¿Que?!, Pero él es Chatnoir. Ahora eres la chica más envidiada de París.


Adrien:


Pasaba por los casilleros, cuando oí la voz de mi Princesa hermosa.


— y tengo problemas más graves, aún no tengo pareja para el dueto.


— Hará un dueto de baile – susurró Plagg – es tu oportunidad.


— ahora no Plagg, trato de escuchar.


— eso es grave – dijo su amiga – es mejor que no vallamos, o llegaremos tarde a clase.


— Plagg, tengo una idea – susurré.


Noté que las chicas venían hacia donde yo estaba y me escondí.


Continuará...

El Gato y La PrincesaWhere stories live. Discover now