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Marinette:

Los oficiales me tomaron por la fuerza y me llevaron a mí y a todos en el club, ¡Qué injusticia!. Cuando llegué a casa mis padres estaban esperándome en la puerta con los brazos cruzados.

— tenemos que hablar seriamente, jovencita – dijo mi madre.

— hablaré con "ya sabes quién" para decirle que está bien – dijo mi padre.

— ¿De qué habla papá? – pregunté.

— ¡a la casa, ahora; – exigió mi madre.

— mamá, no quiero escuchar otro de tus sermones llenos de excusas.

— dije que adentro.

(***)

Mi mamá y yo nos sentamos en la cocina, se sirvió algo de té en una tasa.

— ¿Té, querida? – me ofreció, yo le negué con la cabeza – siempre soñé con que algún día tomáramos el té juntas, pensé que harías fiestas con tus muñecas y jugaríamos juntas.

— ¿Eso es todo lo que tiene que decir?.

— Marinette... Tú no puedes estar con ningún chico.

— ¡¿Otra vez con eso?!.

— Marinette, tú no entiendes.

— ¡No! ¡Ustedes no entienden!.

Me levanté de la silla y antes de subir el primer escalón, mi mamá gritó.

— ¡Estás comprometida!.

— ¿Que?... Mamá, ¿Qué estás diciéndome?.

— tu padre y yo no podíamos pagar la cuentas, la panadería no lucraba en ese entonces, hicimos lo que pudimos, pero...

— ¡¿Y me ofrecieron como si fuera un mueble?!.

— no Marinette, pedimos un préstamo, al año no pudimos pagarlo y a cambio el prestamista nos dijo que nos perdonaría si su hijo se casaba contigo. Tu abuela nos apartó de tí, intentaba protegerte, impedir que esto pasara.

— ¿Cómo pudieron?... – las lágrimas empezaron a ser cataratas en mis ojos – ya me perdieron desde un principio.

— Marinette, lo siento.

Subí a mi habitación y cerré la puerta con llave, luego me acosté en mi balcón a llorar.

(***)

En el receso le conté a Alya lo que me pasó.

— no te creo – me dijo – ¿Y ni siquiera sabés cómo se ve o su nombre?.

— ¡Nada! Es tan frustrante; ¿Qué tal que es mayor que yo? ¿O tiene varios complejos? ¿O es un abusivo?.

— cálmate, respira... Ya sé, te daré una pócima que hará que parezcas que estás muerta, cuando todos piensen que moriste, Chatnoir recogerá tú cuerpo y huirán juntos a Venecia.

— jaja, ¿tengo cara de Montesco o que?.

El timbre sonó.

— hay que ir a educación física – dijo Alya limpiándose las manos con una servilleta – vamos a ponernos minifaldas y sacudir las caderas.

Verán, Alya y yo estamos en el grupo de porristas, y el campeonato de tenis se acerca, así que todo el tiempo que usamos para educación física lo empleamos en gritar, saltar y menear las caderas.

(***)

— muy bien Marinette – dijo Millene, la cual es nuestra capitana – Juleka y Alya intentarán levantarte.

Hicimos la rutina con unos versos ridículos que conseguimos en internet y luego me levantaron en el aire.

— ¡Allí está el equipo! – gritó Chloe.

Me volteé a ver al equipo practicar

— ¡Vamos equipo! – grité.

Cuando me doy cuenta, Adrien trae el uniforme de capitán.

— ¡¿Adrien es el nuevo capitán?!.

— ¡Marinette no te muevas! – gritó Juleka.

Me caí al suelo, luego Adrien y Nath corrieron hacia mí.

— ¿Estás bien, Princesa?.

Por un segundo creí haber escuchado a Chatnoir, pero me di cuenta que era Adrien el que me ofrecía su mano, y lo desprecié tomando la de Nathaniel.

— te llevaré a la enfermería – dijo Nathaniel.

— ¡yo te acompaño! – dijo Adrien.

— estoy bien, puedo ir yo sola.

(***)

Caminaba por los pasillos y escuché a Alya gritar.

— ¡Marinette! – logró alcanzarme – ¿Estás bien?.

— ¡Ash! Los chicos piensan que porque sea una chica linda siempre necesito que me salven.

— ¿Segura de que no estás asociando todo esto con lo de tu matrimonio?.

— ¡No... Si.

— lo noté, porque la enfermería está por allá – apuntó la dirección contraria a la que estaba siguiendo – te pasaste hace dos salas.

— ups...

(***)

La enfermera nos dejó a mí y a Alya solas luego de revisar que no tenía nada, creo que salió a entregar un informe de salud o algo así.

— ¿Y como va lo de tú y Chat?.

— No lo he visto en un buen tiempo.

— talvez por lo que tus padres dijeron.

— ¿Crees que tenga a otra chica?.

— no, como crees, ni en sueños, seguramente está muy ocupado salvando el día, obviamente se aleja de ti para protegerte de Gánsteres y villanos que quieran destruirlo y a todo lo que amas.

— deja de leer tantos comics.

Nos empezamos a reír.

Lila:

Pasé de "casualidad" por la enfermería, ya que había escuchado que Marinette se cayó, solo quería saber si se rompió un hueso, sería una pena para ella si no pudiera hacer el dúo.

Me asomé a escuchar su conversación con Alya y recolecté información muy interesante.

Verán, ayer en la tarde los padres de Marinette me contactaron para saber si yo estaba con ella; una cosa llevó a la otra y así me convertí en su espía a cambio de un buen dinero.

Continuará...

El Gato y La PrincesaWhere stories live. Discover now