10

2 0 0
                                    

Marinette:

— ¡Detente! – gritó Adrien.

Me detuve en un puente con candados, supongo que es un lugar turístico, no recuerdo el nombre.

— ¿Que pasa? ¿quieres vomitar?

— no – se aguantó el cólico – si.

Sacos la cabeza por el puente y se desahogó.

— ¿Terminaste?.

— quiero mostrarte algo.

— no gracias, ya de por sí huelo la piña con chile.

— ¿Que? – exhaló en su mano y olisqueó – ¡tch! Sensei. ¡Em, sube a la moto! Te quiero llevarte a un lugar.

— de acuerdo.

Nos subimos y me acerqué a su oído mientras lo abrazaba de la cintura.

— pero si intentas hacerte el listo voy a destrozarte los huesos.

El tragó saliva, arrancó la moto y se dirigió a un lugar muy gótico y lúgubre en una cripta; bajábamos las escaleras empinadas y mientras más nos adentramos, más me asusté, sujeté fuerte su torso.

— no temas, ya casi llegamos – dijo.

De la nada había una fosa llena de agua, allí solo se veía una tabla y un remo; del otro lado estaba un muro gigante de piedra.

Adrien colocó la moto en la tabla y sutilmente me indicó que subiera, yo me subí y empezó a remar hasta el otro lado.

Cuando llegamos estacionó la moto en una esquina oscura, lo raro es que ya habían otros vehículos.

— ¿Estás lista?. No le puedes decir a nadie lo que verás aquí.

— ¿Eres un vampiro o algo así?.

— bastante cerca, pero muy lejos.

Empujó la pared como si fuera de madera y adentro habían muchas personas bailando con luces y cosas fosforescentes, era un discoteca entera.

— ¡¿Que es todo esto?! – pregunté asombrada, no podía escuchar casi nada por lo fuerte de la música.

— ¡es el club chufle! ¡Aquí se baila, se canta, se rapea! ¡Aquí se vive!.

Lo vi medio extraño, como buscando algo luego me jaló de brazo.

— ¡Te descubrí! – gritó Adrien apuntando a una chica de tez morena con las puntas teñidas de rojo. Ella volteó su silla lentamente.

— si, soy yo, me descubriste.

— ¡¿Alya?! – grité.

— ¡¿Marinette?! ¡¿Tú la trajiste?! – preguntó a Adrien.

— ¡Quería dar una buena impresión en la primera cita! – respondió.

Ella me miró levantando la ceja con una sonrisa engreída.

— ¿tú que me ves? – le dije.

— vamos con Nathaniel – dijo Alya – si vas a estar aquí necesitas un maquillaje.

— ¡¿Que?! – dijo Adrien – Nathaniel es Demoilustrador.

— Adrien, eres lindo, pero lo que tienes de lindo lo tienes de ciego – yo reí al escuchar a Alya decir eso.

Entramos en un pasadizo secreto, con una decoración victoriana por la paredes, pero con la punta de un camerino lleno de ropa, maquillaje, pintura, ¡De todo!.

— ¡Oye Nath! – gritó Alya a, supongo, era Nathaniel de espaldas maquillando a alguien.

— ¡Dame un segundo! Casi termino.

— una vez que está concentrado en su arte, nadie lo acá de "la zona" – me susurró Adrien.

— desde ahora – decía Nath – eres princesa Fragancia.

Una chica rubia se levantó de su silla y empezó brincar y chillar como loca, luego se fue con una chica de pelo negro. Supongo que no Juleka y Rose.

— ahora, ¿En qué les puedo ayudar? – agitaba unas latas de pintura en aerosol, luego se le cayeron al verme – ¿Marinette?.

Alya chasqueó los dedos frente a él.

— tierra llamando al ilustrador, Marinette necesita un buen álter ego.

— te haré el mejor álter ego que exista – me tomó de la mano y la besó.

— ¡Oye oye! Con cuidado – dijo Adrien – Le estás coqueteando a mi cita.

— ¡¿Estás saliendo con él?!.

— larga historia.

(***)

Nath terminó de maquillarme.

— ahora abre los ojos – me dijo.

Cuando me vi en el espejo no podía creer que era yo.

— por allá están los vestuarios, necesitan algo menos casual que un vestido.

Tomé una camisa la ropa que necesitaba y me vestí tras una cortina.

— Nath... No creo poder salir.

— ¿Te anotaste o algo así?.

— no, es que me siento tonta.

— todos se sienten así al inicio; ¡Déjame verte!.

Salí de ahí con un pantalón ancho, unos tenís y una camisa roja con puntos negros que asemejaban al estampado de una mariquita.

Nath se me quedó viendo.

— ¡Te dije que me veía tonta!.

— ¡No, no, no! Es que te ves... Waw, solo... Waw.

Adrien entró.

— ¡Hola! Me vestí en el baño, ¿Dónde está Mari... Waw.

— desde ahora – dijo Nath – eres Ladybug.

(***)

Alya nos estaba esperando junto a al DJ.

— Waw, Marinette – dijo al verme.

— ¿Por qué todos dicen eso al verme?.

— es que te ves, ¡"Waw"! – dijo el DJ.

— ¿Nino?.

— aquí soy burbujero, y ¿vas a bailar?.

— no lo sé.

— vamos, Mari – dijo Alya golpeando mi hombro.

— déjala – dijo Adrien – para ser la mejor bailarina de valet de la escuela, no puede con el chufle.

— ¿Disculpa? – dije – creo que necesito darte una lección.

Subí a la plataforma y saqué algunos de los pasos que aprendí en Italia. Alya subió, luego Nino y Adrien.

— ¿Les parece un duelo de baile? – dijo Nino.

— veamos que pueden hacer – dije, encarando a Adrien – ¿se supone que eres Chatnoir?.

— ¿No te gusta mi Cosplay?.

— tienes mal gusto en superhéroes.

La gente se empezó a dispersar.

— ¡A un lado! ¡Policía de Paris!

Continuará...

El Gato y La PrincesaWhere stories live. Discover now