Capitulo 5

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–¿Tenemos que hacer eso?–Pregunto el menor mirando el escenario tan elegante pero al mismo tiempo tan ordinario.

–Es lo que tienen que hacer–Dijo el hombre temiendo que aquellos jóvenes se retractaran de lo que próximamente harían.

–Es demasiado ordinario– Hablo el mayor quien poseía un gran porte en su interior y exterior.

–¿Qué tratan de decir? porno es porno–

–Exacto–Dejo salir el pequeño para  acercarse a su mayor tomando ligeramente de su mano y llevarlo a aquel escenario.–Pero dijo que nosotros no éramos ordinarios ¿Qué caso tendría mostrar un porno ordinario?

Aquella pareja llevaba un traje negro bastante apegado dejando a relucir aquellas curvas que eran escondidas por las prendas tan solitarias, no solo resaltaba sus curvas, aquella parte resaltaba a gran escala dejando más allá de la imaginación, ciertamente el escenario era elegante pero seguía siendo ordinario, las luces eran la combinación perfecta entre la oscuridad y pequeñas gamas de azulado, pero hacia falta algo...Era una habitación de hotel pero no la hacía ver extravagante ni tampoco cálida no encaja con ellos, con sus anhelos.

–Deje a los actores hacer su trabajo y dejé a los productos hacer el suyo–Sonrió ladinamente el pequeño sabiendo lo que se avecinaba.

–¿Qué tratas de decir?– La duda crecía demasiado en su jefe, era raro, hasta hace unos minutos ambos chicos tenían el nerviosismo en sus corazones, sus manos temblaban y se veía la incomodes, pero ahora estaban ahí, como si ansiaran lo que iba a suceder, como si desearan comenzar a tocarse.

Y ciertamente era así, el día anterior el castaño no pudo resistir el no mirar el cuerpo tan perfecto de su mayor, tenerlo de esa manera tan peligrosa, tenerlo desnudo a su regazo solo hacía pensarle en hacerle las cosas más obscenas, más lujuriosas, dejar marcas en su cuerpo, marcas que mostrarán que solo él tenía la divinidad de tener aquel exótico cuerpo y el pelinegro no se quedaba atrás, en aquella posición que tenían podía sentir como el bulto crecía del pequeño y hacia aparición rozando su piel a pesar de la tela, deseó, anheló tenerlo nuevamente encima de él, penetrándole las veces que fueran posibles y de ser posible dejarle el dolor más insoportable para recordarle la noche tan exquisita que deseaba, ambos tenían los pensamientos más lujuriosos, no sabían si era parte del ambiente en el que comenzaban a convivir o por el simple hecho de que verdaderamente ansiaban su piel.

–Deje que nosotros actuemos, no diga nada, no ponga objeción y le daremos lo que quiere–Soltó el mayor mirando con gran desafío dejando sin aliento a su jefe-

Una pequeña lámpara se posicionaba dentro de la falsa habitación, el menor se acercó a ella para después prenderla y darse cuenta que aquella luz tenue era lo que completaba el escenario, ese naranjizo era el contraste completo, todos los productores junto con el presidente no sabían que hacer o que iban a hacer, simplemente los trajes eran para dar una vista previa de la lujuria pero parecía que los "dioses" tenían algo más en mente con aquel vestuario.

Los corazones de Xiao Zhan y Wang Yibo latían de manera desesperante que ellos mismos se sorprendían de la tranquilad que mostraban a pesar de ello, ciertamente aún tenían ese nerviosismo, el temor y pudor de mostrarse frente a todas esas personas teniendo sexo, gimiendo, gritando por el placer que les recorría todo el cuerpo, pero sabían que no había marcha atrás, tenían que terminar lo que ya habían comenzado, pero también querían ser algo distinto no solo "follar por follar" porque ellos tenían algo más allá de su satisfacción sexual, o por su placer carnal.

Los corazones de Xiao Zhan y Wang Yibo latían de manera desesperante que ellos mismos se sorprendían de la tranquilad que mostraban a pesar de ello, ciertamente aún tenían ese nerviosismo, el temor y pudor de mostrarse frente a todas esas personas...

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